EACS 2021: Se reduce la incidencia de nuevos casos de VIH multirresistente a fármacos en Europa

Jordi Piqué
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La resistencia a fármacos de tres o cuatro familias de antirretrovirales se asoció al subtipo B del VIH, a una carga viral máxima más alta y al número de fracasos virológicos

Un estudio de siete países presentado en la XVIII Conferencia del Sida (EACS 2021), que se celebró la semana pasada en Londres (Reino Unido), ha concluido que la resistencia a múltiples fármacos, especialmente a las cuatro clases principales de antirretrovirales, es cada vez más infrecuente entre las personas con el VIH en Europa occidental. Los factores y las vías mutacionales asociados a la multirresistencia pueden orientar las estrategias de tratamiento y disminuir aún más el riesgo de resistencia emergente a múltiples fármacos.

El desarrollo de un régimen antirretroviral totalmente supresor para una persona con el VIH con resistencia a fármacos de tres o cuatro familias de antirretrovirales puede resultar difícil. La resistencia a los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido y a los inhibidores de la proteasa es frecuente en las personas que tomaron regímenes de tratamiento antirretroviral subóptimos en la década de 1990. Aunque los nuevos fármacos son más potentes, se deben utilizar en combinación con otros fármacos activos frente al VIH.

La semana pasada, en una sesión de la EACS 2021 se presentaron los resultados de un estudio sobre el VIH multirresistente a fármacos realizado por la red EuResist, que analiza la resistencia a los medicamentos antirretrovirales en Europa.

Un estudio anterior de la red EuResist, que examinó a 2.463 personas con al menos un resultado de prueba de genotipo disponible entre 2008 y 2019, halló que la resistencia de alto nivel a, como mínimo, un fármaco en cada una de las cuatro principales familias de antirretrovirales disminuyó del 5,6% en 2008 al 2,4% en 2018, de modo que únicamente el 2,5% de la muestra tenía resistencia a cuatro familias de antirretrovirales en 2019.

Sin embargo, ese estudio se centró de forma exclusiva en las personas que se sometieron a las pruebas de resistencia a antirretrovirales, por ejemplo, las que iniciaron el tratamiento o aquellas con rebote viral en el tratamiento, pero no se indicaba nada acerca de la prevalencia de resistencia a las cuatro principales familias de antirretrovirales entre la población más amplia de personas con el VIH que reciben tratamiento antirretroviral en Europa.

Para investigar esta cuestión, los investigadores de EuResist realizaron un estudio con el objetivo de analizar la incidencia y prevalencia de la resistencia a tres fármacos –entre 1996 y 2019– o cuatro fármacos –entre 2018 y 2019, cuando los inhibidores de la integrasa estaban disponibles– de las principales familias de antirretrovirales a lo largo del tiempo en una gran cohorte de personas con el VIH en tratamiento antirretroviral en Bélgica, Alemania, Italia, Luxemburgo, Portugal, España y Suecia.

Se definió la resistencia a fármaco como un genotipo (patrón de mutación de resistencia) que confería una resistencia de nivel intermedio o alto a un fármaco de una de las cuatro clases principales de antirretrovirales -inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido (ITIN), inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósido (ITINN), inhibidores de la proteasa (IP) e inhibidores de la integrasa (INI).

También se consideró que estaba surgiendo resistencia a un inhibidor de la integrasa si se producía un fracaso virológico con un tratamiento antirretroviral que incluyera raltegravir (Isentress®) o elvitegravir (Stribild® y Genvoya®) después de cuatro meses o más; o cuando dicho fracaso ocurría con un tratamiento que incluyera dolutegravir (Tivicay®, en Dovato®, Juluca® y Triumeq®) o bictegravir (en Biktarvy®) después de cuatro meses o más, y el paciente había experimentado previamente un fracaso del tratamiento con otro inhibidor de la integrasa. Esta definición presuntiva se utilizó para incluir los casos de resistencia emergente en los que aún no se había solicitado una prueba de resistencia.

El análisis de la resistencia a tres clases de fármacos antirretrovirales incluyó datos de 39.956 personas entre 1996 y 2019. Durante este periodo de tiempo, el 6,9% de las personas con el VIH que seguían tratamiento antirretroviral desarrollaron resistencia a tres clases de fármacos. La prevalencia de resistencia a tres familias de fármacos antirretrovirales alcanzó su punto máximo en 2005, cuando el 10% de todas las personas en tratamiento tenían resistencia a tres clases de antirretrovirales, y se mantuvo por debajo del 10% después de 2005.La incidencia de resistencia a tres clases de fármacos alcanzó un máximo del 2,7% en 2005 y se mantuvo por debajo del 1% después de 2010.

Por su parte, el análisis de la resistencia a cuatro clases de fármacos antirretrovirales incluyó a 16.019 personas y mostró que, entre 2008 y 2019, un total de 1,8% de las personas en tratamiento desarrollaron resistencia a cuatro familias de antirretrovirales.La prevalencia e incidencia se mantuvieron por debajo del 1% en todos los años.

La resistencia a fármacos de tres o cuatro familias de antirretrovirales se asoció con el subtipo B del VIH, con una carga viral máxima -o pico- mayor y con el número de fracasos virológicos. Los investigadores indicaron que la asociación entre el virus de subtipo B y el VIH multirresistente es, probablemente, un indicador de un mayor tiempo de exposición al tratamiento antirretroviral y a un tratamiento subóptimo.

A modo de resumen, en el estudio se pone de manifiesto que el VIH resistente a cuatro familias de fármacos antirretrovirales fue poco frecuente, lo que demuestra la elevada barrera al desarrollo de resistencias de los inhibidores de la integrasa, la familia más nueva de antirretrovirales, que apareció en 2008. Desde ese año y hasta 2019, un total de 1,8% de las personas en tratamiento desarrolló VIH resistente a cuatro familias de fármacos. La prevalencia e incidencia se mantuvieron por debajo del 1% en todos los años.

Como conclusión, los hallazgos del estudio sugieren que es poco probable que el desarrollo de nuevos antirretrovirales se justifique por la necesidad de fármacos para tratar las cepas del VIH multirresistentes. El desarrollo de nuevos fármacos o familias de fármacos frente al VIH se orientará más bien a la elaboración de antirretrovirales de acción prolongada o que reduzcan su toxicidad.

Fuente:Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia:Rossetti B et al. Declining incidence of HIV multidrug resistance in Europe. 18th European AIDS Conference, London, poster BPD1/1, 2021.

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