Añadir ribavirina a Harvoni no aumentó la eficacia del tratamiento en los ensayos clínicos ION

Juanse Hernández
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No obstante, su uso podría estar justificado en la práctica clínica en determinados pacientes con hepatitis C más difíciles de tratar

De acuerdo con un análisis publicado en la edición de 1 de julio de la revista Hepatology, añadir ribavirina a sofosbuvir/ledipasvir (Harvoni®) se asocia con una mayor probabilidad de desarrollar efectos secundarios y tener resultados anómalos en las pruebas de laboratorio, pero no aumenta de manera significativa la probabilidad de conseguir una respuesta virológica sostenida (RVS) al tratamiento en pacientes con infección crónica por el virus de la hepatitis C (VHC) de genotipo 1 en comparación con el uso de sofosbuvir/ledipasvir sin ribavirina.

Los regímenes basados en antivirales de acción directa (DAA, en sus siglas en inglés) han supuesto una revolución en el tratamiento de la hepatitis C, especialmente por su elevada eficacia, su mejor perfil de tolerabilidad, su administración exclusivamente oral y por prescindir de interferón pegilado, responsable de importantes efectos secundarios tales como síntomas gripales o depresión. Sin embargo, ribavirina todavía puede utilizarse en combinación con los nuevos regímenes para tratar la hepatitis C. Como consecuencia de sus efectos secundarios –sobre todo anemia que, en los casos más graves, puede requerir el uso de eritropoyetina o transfusiones sanguíneas– y sus contraindicaciones absolutas –no debería utilizarse, por ejemplo, en mujeres embarazadas–, muchos médicos y organizaciones de pacientes desearían prescindir también del uso de este medicamento.

Sofosbuvir/ledipasvir –una combinación a dosis fijas en un único comprimido administrado una sola vez al día– ha mostrado una elevada eficacia en los ensayos clínicos, con tasas de RVS cercanas al 100% en pacientes con genotipo 1 del VHC tanto naive como pretratados, entre los que se incluyen algunos pacientes con cirrosis compensada.

La duración recomendada de tratamiento con sofosbuvir/ledipasvir es de 12 semanas, con la posibilidad de acortarlo a 8 semanas sobre todo en pacientes naive sin cirrosis. Muchos expertos consideran que en pacientes más difíciles de tratar –no respondedores a un tratamiento previo con subtipo 1a del VHC y enfermedad hepática avanzada– deberían o bien prolongar el tratamiento hasta las 24 semanas o bien añadir ribavirina a la combinación. Doblar la duración aumenta el coste –dependiendo de las condiciones de financiación del medicamento para cada país– mientras que añadir ribavirina podría aumentar los efectos secundarios.

Con el fin de arrojar un poco más de luz sobre el papel de ribavirina en el tratamiento con sofosbuvir/ledipasvir, un grupo de investigadores analizaron los datos de los estudios ION –tres estudios de fase 3 realizados durante el desarrollo farmacológico clínico de Harvoni® en pacientes monoinfectados por VHC–, con el objetivo de comparar los perfiles de seguridad y tolerabilidad cuando la combinación se administra con y sin ribavirina.

Los investigadores evaluaron los efectos secundarios que aparecieron durante el tratamiento y los valores anómalos de las pruebas de laboratorio en los pacientes que habían sido distribuidos de forma aleatoria para recibir sofosbuvir/ledipasvir 8, 12 o 24 semanas, con o sin ribavirina:

  • ION 1: Pacientes naive con genotipo 1 del VHC (16% con cirrosis); 12 frente a 24 semanas, con o sin ribavirina.
  • ION-2: Pacientes no respondedores a un tratamiento previo con genotipo 1 del VHC (20% con cirrosis); 12 frente a 24 semanas, con o sin cirrosis.
  • ION-3: Pacientes naive con genotipo 1 del VHC (solo personas sin cirrosis); 12 semanas sin ribavirina, o semanas con o sin ribavirina.

Las tasas, ya publicadas, de RVS a las 12 semanas tras la finalización del tratamiento de los estudios ION fueron de 97-99% en el ION-1; del 94-99% en el ION-2; y del 93-95% en el ION-3.

El análisis incluyó datos de 1.080 pacientes que recibieron solo sofosbuvir/ledipasvir, y 872 participantes que recibieron la misma combinación pero con ribavirina. En total, aproximadamente un 60% fueron hombres; un 16%, afroamericanos; y un 26% cumplió con la definición de persona obesa (un índice de masa corporal igual o superior a 30). Algo menos de una cuarta parte (23%) había recibido un tratamiento frente a la hepatitis C en el pasado y un 11% tenía cirrosis compensada.

Los resultados del análisis muestran que las tasas de recidiva del VHC tras la finalización del tratamiento fueron más habituales en personas tratadas durante 8 semanas, pero las tasas de RVS no difirieron de forma significativa entre los participantes tratados durante 12 y 24 semanas.

La tasa general de RVS fue la misma –97%– tanto en pacientes que recibieron Harvoni® con ribavirina como en aquellos a los que se le administró sin ribavirina.

La tasa de personas que experimentaron efectos secundarios durante el tratamiento fue superior en pacientes que recibieron sofosbuvir/ledipasvir y ribavirina –71%– que en los participantes a los que se administró la combinación sin ribavirina.

Entre los efectos secundarios registrados se incluyeron fatiga, insomnio, irritabilidad, exantema cutáneo y prurito. Las personas que tomaron sofosbuvir/ledipasvir con ribavirina tuvieron más probabilidades de tener que ajustar la dosis del tratamiento, interrumpirlo como consecuencia de los efectos secundarios, o utilizar de forma concomitante medicamentos para manejar los efectos adversos. Con todo, las tasas de efectos secundarios graves asociados al tratamiento y las interrupciones de tratamiento como consecuencia de los efectos secundarios fueron bajos en ambos grupos (<1%).

En sus conclusiones los investigadores señalan que, en comparación con la combinación de sofosbuvir/ledipasvir administrada sola,  el añadir ribavirina se asocia con una mayor incidencia de efectos secundarios así como con el uso de medicamentos concomitantes. Y añaden: “El uso de ribavirina no tiene un impacto sobre la eficacia de los regímenes con sofosbuvir/ledipasvir en los estudios ION de fase 3”.

Con todo, conviene señalar que. aunque en estos estudios las tasas globales de RVS con y sin ribavirina fueron similares y teniendo en cuenta que la mayoría de los participantes era pacientes naive y sin cirrosisen un contexto clínico real ribavirina podría continuar desempeñando un papel importante en el tratamiento de la hepatitis C en pacientes más difíciles de tratar.

Fuente: HivandHpeatitis.com / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Alqahtani SA, Afdhal N, Zeuzem S, et al. Safety and tolerability of ledipasvir/sofosbuvir with and without ribavirin in patients with chronic hepatitis C virus genotype 1 infection: Analysis of phase III ION trials. Hepatology 62(1):25-30. July 2015.

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