Se aprueba la nueva estrategia de la OMS frente al VIH, el VHB y las ITS sin el respaldo de muchos Estados Miembros

Miguel Vázquez
Ver otras noticias

La votación de la Asamblea Mundial de la Salud estuvo rodeada de un encendido debate en torno a la terminología empleada, que no es compartida por muchos países de tendencias más conservadoras y religiosas

Recientemente la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) ha aprobado una nueva estrategia mundial para afrontar el VIH, la hepatitis B y las infecciones de transmisión sexual que se extenderá entre 2022 y 2030. Este acuerdo se aprobó en una votación –que contó con numerosas ausencias de delegaciones nacionales– realizada tras un largo periodo de debates sobre diversos temas, incluyendo la actual guerra en Ucrania, en donde quedó reflejada la existencia de una profunda brecha en el modo en que muchos países entienden y abordan el tema de los derechos sexuales.

La Asamblea Mundial de la Salud es el máximo órgano de decisión de la OMS. Se reúne una vez al año y asisten a ella delegaciones de los 193 Estados Miembro. Su función principal es determinar las políticas y líneas estratégicas de la organización, designar al Director General o supervisar las políticas financieras, entre otras.

La estrategia tiene como fin dar una orientación al sector de la salud a la hora de aplicar respuestas para alcanzar los objetivos de acabar con las pandemias de VIH, las hepatitis B y C y las infecciones de transmisión sexual para el año 2030. Basadas en la experiencia previa, las estrategias para 2022-2030 tienen en cuenta los cambios epidemiológicos, tecnológicos y contextuales de los últimos años, fomentan un mayor aprendizaje en todas las áreas de la enfermedad y pretenden crear oportunidades para aprovechar las innovaciones y los nuevos conocimientos para dar respuestas eficaces al VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual. Las estrategias recomiendan acciones compartidas y específicas para cada enfermedad en los próximos ocho años.

Así, cada país debe definir cuáles son las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad frente a estas enfermedades y comprometerse a adoptar medidas adaptadas al contexto epidemiológico y de los sistemas de salud locales. También se fomenta la defensa de los derechos humanos fundamentales y el acceso equitativo a la salud. Las estrategias reconocen que es necesario un enfoque multisectorial para eliminar los obstáculos estructurales y sistémicos que impiden progresar en la eliminación de estos problemas de salud.

La estrategia registró 61 votos a favor y 2 en contra, pero se produjeron 30 abstenciones y 90 delegaciones nacionales no votaron. La aprobación de la estrategia se produjo a pesar de las enérgicas objeciones de los países más conservadores socialmente (encabezados por Arabia Saudí) en relación a la terminología empleada en el documento, aunque se trata de un lenguaje que muchos expertos consideran estándar en el ámbito del tratamiento y la atención del VIH. Para facilitar el acuerdo, la delegación de México propuso eliminar por completo el glosario de términos, ya que incluía gran parte del lenguaje sobre el que objetaban los estados miembros conservadores. No obstante, los países más conservadores exigieron que se eliminaran también los términos relativos a los derechos sexuales en sí mismos, así como una referencia a la Guía Técnica Internacional sobre Educación en Sexualidad, que hace uso de la misma terminología.

Varios de los países que votaron a favor lamentaron la dificultad para alcanzar un consenso a la hora de abordar la respuesta de unas enfermedades que siguen suponiendo un gran problema de salud para muchos países y consideran que esto tendrá consecuencias en el futuro por el precedente creado. Por otro lado, algunos de los países que se habían opuesto enérgicamente a la terminología utilizada en el documento mostraron su intención de apoyar la puesta en marcha de la estrategia, pero en sus propios términos, indicando que en su aplicación tendrían en cuenta los valores religiosos y éticos, así como el bagaje cultural de su propio país.

Para algunos de los representantes esto ha servido como un recordatorio de la necesidad de reforzar el enfoque de salud basado en la evidencia científica y la dignidad humana. En palabras de uno de los delegados de EE UU: “No deberíamos necesitar celebrar una votación sobre la existencia de comunidades enteras de población“, en referencia a las personas gais, lesbianas, bisexuales, queer, intersexuales, transexuales y personas no conformes con el género. En el mismo sentido se pronunciaron entidades como la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina, la Federación Internacional sobre el Envejecimiento, la Federación Internacional de Planificación de la Familia y Women in Global Health, que mostraron su decepción por la eliminación del texto términos relativos a la educación sexual integral o la violencia íntima de pareja.

El borrador del texto votado puede consultarse en este enlace.

Fuente:Health Policy Watch/Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia:World Health Organization. Draft GHSS 2022–2030.Final version for consideration at WHA75 – 1 May 2022 Draft global health sector strategies on, respectively, HIV, viral hepatitis and sexually transmitted infections 2022-2030

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD