Una dieta rica en grasas acelera la progresión de un virus similar al VIH

Adam Legge

Una dieta rica en grasas saturadas y colesterol acelera la progresión de la infección y la muerte en monos infectados por el virus de la inmunodeficiencia simia (VIS), según un grupo de investigadores de EE UU que publica en la edición del 15 de octubre de The Journal of Infectious Diseases.

El equipo de investigadores cree que el hallazgo podría tener implicaciones importantes para las personas con VIH, ya que sugiere que introducir cambios en la dieta y rebajar los altos niveles de colesterol podría ralentizar la progresión de la infección por VIH.

Cada vez hay más indicios que apuntan a que la grasa y el colesterol en la dieta podrían jugar un papel en la infección por VIH. Se sabe que los tejidos grasos del organismo (o tejidos adiposos) contienen células y moléculas implicadas en la respuesta inmunológica, y un aumento de la grasa en la dieta podría conducir a alteraciones en el modo en el que el VIH interactúa con el sistema inmunológico del cuerpo. También se cree que la grasa y el colesterol tienen un efecto directo sobre la replicación viral.

Ahora, un equipo de investigadores del Centro de Investigación con Primates de la Universidad de Harvard en Nueva Inglaterra, ha estudiado el efecto de una dieta rica en grasas sobre 8 macacos infectados por el VIS y comparó las tasas de supervivencia, cargas virales y respuestas inmunológicas con las de 52 macacos con VIS que recibieron una dieta normal.

Los autores descubrieron que los macacos que recibieron la dieta rica en grasas presentaron un marcado aumento de la velocidad de progresión de la infección. De hecho, fueron ocho veces más propensos a morir por la infección (cociente de riesgo: 5,4; IC 95%: 1,7-70; p<0,001).

El pico de carga viral también fue más alto en el grupo con dieta rica en grasas (7,75 frente a 7,19 log10 de ARN del VIS [p=0,032]) y el rebote del recuento de CD4, que por lo general se observa en los macacos después de la fase de viremia aguda, estuvo ausente en el grupo de la dieta rica en grasas.

El grupo de investigadores también observó una asombrosa diferencia en los niveles de interleuquina-18 (IL-18) entre los dos grupos de monos. IL-18 es un miembro de la familia de la interleuquina recientemente descubierto y ha resultado ser un importante regulador de las respuestas inmunológicas innatas y adquiridas.

También se sabe que los niveles de IL-18 son más altos en las personas obesas y están relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.

Los macacos alimentados con una dieta rica en grasas no sólo tuvieron niveles más altos de IL-18, sino que estuvieron relacionados de forma independiente con una mayor carga viral y una supervivencia menor.

El grupo de investigadores afirma que el tejido graso y la grasa en la dieta podrían resultar ser factores integrales significativos y olvidados de la progresión de la infección por VIH, especialmente dada la alta prevalencia de obesidad en los países occidentales.

Los autores concluyen: "Si los hallazgos en el modelo con macacos se ven reflejados en los seres humanos, parecería que realizar cambios en la dieta y reducir el colesterol… en pacientes con VIH podrían tener potenciales beneficios al reducir la velocidad de progresión de la infección y retrasar la necesidad de tratamiento con antirretrovirales".

Referencia: Mansfield KG. A diet high in saturated fat and cholesterol accelerates simian immunodeficiency virus disease progression. Journal of Infectious Diseases 196: 1202-1210, 2007.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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