Deterioro de la función renal en personas con carga viral indetectable 

Juanse Hernández
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El tratamiento antirretroviral y episodios de viremia intermitente podrían propiciar esta alteración

Según los resultados de un estudio publicado en la edición de 25 de agosto de la revista AIDS, las personas con VIH que consiguen controlar la replicación del VIH de forma sostenida pueden continuar manifestando un deterioro sustancial de la función renal. Esta alteración de la función de los riñones podría ser atribuible al tratamiento antirretroviral, a episodios de viremia intermitente y a factores tradicionales de riesgo de enfermedad renal.

La insuficiencia renal es una alteración de la función de los riñones. Se produce cuando éstos son incapaces de excretar las sustancias tóxicas del organismo de forma adecuada. Los estudios realizados hasta la fecha en personas con VIH muestran que hasta un 30% pueden desarrollar algún tipo de enfermedad renal y que estos pacientes tienen un mayor riesgo de insuficiencia renal que las personas sin VIH. Pese a que los investigadores han intentado esclarecer las causas por las cuales los pacientes con VIH tienen mayor riesgo de desarrollar una alteración de la función de los riñones, los estudios han proporcionado hasta la fecha datos contradictorios.

Un buen puñado de estudios han mostrado que un recuento elevado de células-T CD4 y una carga viral baja son un factor protector de la función renal. Muchos ensayos han puesto en evidencia que la alteración de la función renal disminuye su ritmo tras el inicio del tratamiento anti-VIH; otros, sin embargo, han implicado a algunos antirretrovirales en el deterioro de la función de los riñones.

Con el fin de arrojar un poco más de luz sobre este asunto, identificar los factores de riesgo clave de la insuficiencia renal y evaluar si un tratamiento antirretroviral eficaz reduce el riesgo de alteración de la función renal, un grupo de investigadores del Centro de Asuntos Médicos para Veteranos en San Francisco (EE UU) examinó los historiales médicos de 615 personas con VIH que formaban parte de la cohorte del estudio SCOPE (siglas en inglés de Estudio sobre las consecuencias de la era de los inhibidores de la proteasa). En este ensayo la función renal fue medida a través de la evaluación de la tasa de filtración glomerular, un cálculo que permite conocer la cantidad de sangre que se filtra por minuto.

En su análisis, los investigadores clasificaron a los participantes en tres grupos: uno incluyó a personas que habían comenzado recientemente a tomar tratamiento antirretroviral por primera vez; otro estuvo formado por pacientes cuya carga viral no sobrepasaba las 500 copias/mL sin tomar terapia anti-VIH; y, por último, un tercer grupo lo constituían participantes que mantenían sus cargas virales también por debajo de las 500 copias/mL pero a través del uso de terapia antirretroviral.

Entre los participantes que habían empezado de forma reciente el tratamiento para el VIH, los investigadores hallaron que se había producido algún grado de alteración de la función renal (de leve a moderada) cada año transcurrido antes de empezar la terapia. Tras su inicio, la alteración de la función renal se enlenteció, pero no se interrumpió del todo.

En los otros dos grupos de participantes con cargas virales bajas, el grupo que conseguía controlar la replicación del VIH de forma natural y sin la ayuda de tratamiento antirretroviral casi no mostraba un deterioro de la función de los riñones; ni siquiera se observó un aumento del riesgo en aquellos participantes que experimentaron rebotes esporádicos de la carga viral. Sin embargo, el grupo que tomaba terapia para el VIH evidenció de forma significativa un deterioro mayor.

Aunque los investigadores reconocen que los factores tradicionales de riesgo de enfermedad renal, tales como diabetes y/o origen étnico, pueden desempeñar también un papel importante, en su estudio los participantes cuyo VIH no estaba bajo control mostraron una alteración mayor de la función renal que aquéllos que lograron controlar la replicación viral, ya sea de forma natural o con el uso del tratamiento antirretroviral. Por este motivo, recomiendan prestar atención a los niveles de viremia de las personas que toman o no terapia a fin de reducir el riesgo de insuficiencia renal.

Fuente: Aidsmeds.com / Elaboración propia.
Referencia: Choi AI, Shlipak MG, Hunt PW, et al. HIV-infected persons continue to lose kidney function despite successful antiretroviral therapy. AIDS. Post author corrections, 13 August 2009. doi: 10.1097/QAD.0b013e3283313c91.

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