Una combinación de tres anticuerpos ampliamente neutralizantes controla la viremia de VIH de forma prolongada en ratones

Miguel Vázquez
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Los tres anticuerpos actúan sobre distintos puntos del VIH, por lo que se minimiza el riesgo de que surjan resistencias

El uso de anticuerpos ampliamente neutralizantes podría constituir una alternativa terapéutica en el tratamiento del VIH. En este sentido, recientemente un estudio en el que se emplearon anticuerpos procedentes de un paciente clasificado como “controlador de élite” ha demostrado que una combinación de dichos anticuerpos consiguió controlar completamente la carga viral del VIH en ratones de forma prolongada. Estos hallazgos han sido publicados en Science Translational Medicine.

Si la infección por el VIH no recibe un tratamiento adecuado, esta acaba produciendo un deterioro progresivo en el sistema inmunitario que lleva a la etapa de sida. Sin embargo, se sabe que existe un pequeño grupo de personas (denominadas “controladores de élite”) que son capaces de generar de forma natural una respuesta inmunitaria capaz de controlar el virus de forma prolongada incluso sin tratamiento. Esta respuesta consiste en la generación de unas proteínas denominadas “anticuerpos ampliamente neutralizantes”, que se fijarían a diversas cepas del virus, inutilizándolas. Estas proteínas tienen una gran importancia en la búsqueda de una vacuna preventiva, pero también podrían utilizarse con fines terapéuticos sustituyendo o complementando la terapia antirretroviral (véase Cuestiones Básicas del VAX de marzo de 2014, Entender el creciente papel de los anticuerpos ampliamente neutralizantes).

El número de personas infectadas por el VIH que son capaces de generar una respuesta de anticuerpos ampliamente neutralizantes es muy pequeño, pero incluso en estos casos no aparecen de forma espontánea, sino a través de un proceso de evolución de la respuesta inmunitaria en competencia con las distintas estrategias de evitación del virus, que introduce modificaciones en los puntos donde se unen los anticuerpos (epítopos) para eludir su acción.

El paciente cuya respuesta frente al VIH generó los anticuerpos empleados en el estudio había estado colaborando durante más de 10 años con el equipo encargado del estudio, proporcionando muestras de suero para la investigación. Esta persona mantuvo una carga viral baja durante 30 años tras la infección y esta capacidad de controlar su nivel de viremia se atribuyó a la acción de tres anticuerpos ampliamente neutralizantes (denominados BG18, NC37 y BG1) que actúan sobre 3 puntos distintos de la cubierta del VIH-1. Se realizaron pruebas de secuenciación del VIH del paciente a lo largo de un periodo de 9 años y se comprobó que el 88,5% de los virus circulantes en su organismo (31 de 35) eran sensibles frente al menos uno de los tres anticuerpos mencionados.

El equipo de investigadores administraron los tres anticuerpos a ratones con el VIH cuyos sistemas inmunitarios habían sido modificados para que se parecieran más al de los humanos.

La administración por separado de cada uno de los 3 anticuerpos consiguió reducir la carga viral en los ratones de forma rápida, pero posteriormente se registró un rebote de los niveles de viremia. Al analizar las secuencias genéticas del VIH reveló que, como era de esperar, el virus presentaba mutaciones que le conferían resistencia frente al anticuerpo individual.

Al probar una combinación de los tres anticuerpos en 9 ratones humanizados infectados por el VIH se comprobó que se produjo una reducción rápida de la carga viral y 6 de los 9 animales seguían presentando cargas virales indetectables 3 semanas después de la administración de la combinación de anticuerpos.

Según los autores del estudio, el factor más destacable de esta combinación de anticuerpos es que parecen complementarse mutuamente, haciendo que al VIH no le queden posibilidades de escapar a su acción combinada, de un modo similar a lo que sucede en el caso de las terapias combinadas.

Este estudio valida el enfoque de emplear tres anticuerpos distintos para controlar la infección por el VIH y podría constituir una posible nueva estrategia de tratamiento para las personas infectadas por este virus.

Fuente: The Rockefeller University/Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Freund NT, Wang H, Scharf L, et al. Coexistence of potent HIV-1 broadly neutralizing antibodies and antibody-sensitive viruses in a viremic controller. Science Translational Medicine. 18 Jan 2017: Vol. 9, Issue 373, DOI: 10.1126/scitranslmed.aal2144

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