Las infecciones de subtipo no B son cada vez más prevalentes entre hombres gays con VIH del Reino Unido

Michael Carter

Los subtipos del VIH que infectan a los hombres gays del Reino Unido se están diversificando cada vez más, según afirma un equipo de investigadores en la edición digital de AIDS.  

Aunque el subtipo B del VIH-1 sigue siendo el más frecuente entre varones homosexuales del país británico, la proporción de infecciones por subtipos distintos al B se ha incrementado de forma drástica.

“El presente estudio proporciona pruebas de que, en el Reino Unido, ha tenido lugar un incremento de las infecciones de subtipos diferentes al B en hombres que practican sexo con hombres (HSH) desde el inicio de la epidemia”, manifestaron los autores.

Existen diversos subtipos del VIH distintos desde el punto de vista genético, que históricamente han estado confinados en regiones geográficas particulares o en determinados grupos vulnerables. Así, entre la población de hombres gays y otros HSH de Europa, el subtipo B es el predominante.

Sin embargo, algunos pequeños estudios han mostrado que la prevalencia de los subtipos diferentes al B se está incrementado entre los hombres homosexuales europeos.

En consecuencia, los investigadores decidieron intentar calcular la frecuencia con la que se registraban los virus de subtipo distinto al B en hombres gays del Reino Unido, analizando las tendencias entre 1980 y 2007. También evaluaron si determinadas características demográficas se relacionaban con un mayor riesgo de infección por VIH de subtipos diferentes al B.

Para su análisis, el equipo de investigadores dispuso de un total de 8.058 muestras de sangre de hombres gays con VIH tomadas y almacenadas en la Base de Datos sobre Resistencias a los Fármacos del VIH del Reino Unido.

En general, se comprobó que 437 infecciones (5%) estuvieron causadas por virus de subtipo distinto al B. Entre éstas, 102 eran de subtipo C y 53 de subtipo A.

La mayoría de los hombres con infecciones por virus de subtipo diferente al B eran de etnia blanca (69%) y el 42% habían nacido en el Reino Unido. La distribución de subtipos distintos al B fue similar entre hombres blancos nacidos en el país británico y el resto de pacientes.

La prevalencia de subtipos diferentes al B fue muy baja antes de 1996, aunque se incrementó entre el 7 y el 9% en el período posterior al año 2002. No obstante, dicha prevalencia se incrementó repentinamente hasta el 13% en el año 2007.

En relación con la etnia de los hombres gays, el 13% de los de etnia negra y el 11% de los asiáticos estaban infectados por VIH de cepas distintas a la B. Una cuarta parte de los hombres negros y ninguno de los asiáticos habían nacido en el Reino Unido.

Casi todas las infecciones por cepas diferentes a la B (96%) en hombres gays estuvieron localizadas en el sudeste de Inglaterra.

Según un análisis multivariable, los factores significativamente asociados con una infección por subtipos distintos al B fueron: ser diagnosticado en una fecha más avanzada (p <0,001), ser de etnia africana negra (p <0,001) y no haber nacido en Europa (p= 0,01). Los pacientes menores de 25 años también presentaban una probabilidad superior de albergar virus de subtipo diferente al B a la de aquéllos con edades comprendidas entre los 25 y los 39 años (p= 0,01).

Los investigadores también hallaron que los hombres gays blancos nacidos en el Reino Unido, diagnosticados después del año 2002, tenían una probabilidad 8,5 veces superior de estar infectados por un virus de subtipo distinto al B en comparación con los diagnosticados antes de 1996.

“La prevalencia en el aumento de casos de VIH-1 de cepas diferentes a la B entre HSH (tanto globalmente como entre HSH nacidos en el país británico) es indicativa de que la transmisión del VIH en esta población está teniendo lugar en el Reino Unido”, manifestaron los investigadores, que añadieron: “Se está terminando la segregación de las cepas del VIH”.

Los autores tienen dudas acerca del significado clínico de sus hallazgos, concluyendo que “no está claro el impacto sobre los resultados clínicos de las vacunas investigadas que supone la introducción de la infección por VIH-1 de subtipo distinto al B en una población que anteriormente sólo tenía cepas de este subtipo. El VIH-1 de tipo B proporcionó resultados controvertidos y la llegada de las nuevas cepas distintas pone de manifiesto la necesidad de contar con una vacuna profiláctica que sea eficaz frente a diferentes cepas”.

Referencia: Fox J, et al. Epidemiology of non-B clade forms of HIV-1 in men who have sex with men in the UK. AIDS 24 (online edition): DOI: 10. 1097/QAD.0b013e32833cbb5b, 2010.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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