Se halla que la gonorrea está presente con más frecuencia en la garganta que en cualquier otra parte del cuerpo en hombres gay

Michael Carter

Los hombres gay deberían someterse a frotis de garganta de forma regular para comprobar la existencia de infección por gonorrea, según ha recalcado un grupo de investigadores estadounidenses después que un estudio realizado en San Francisco descubriera que el 6% de los hombres gay tenía esta infección de transmisión sexual en la garganta, por lo general sin presentar ningún síntoma.

El estudio, publicado en la edición del 15 de noviembre de Clinical Infectious Diseases (ya en versión digital), también descubrió que la garganta era el lugar más habitual de infección por gonorrea en hombres gay y que la menor edad y el mayor número de parejas con las que se practica el sexo oral fueron factores que estuvieron relacionados significativamente con la presencia de gonorrea en la garganta.

Los Centros para el Control de Enfermedades de EE UU informaron de que en 2003, la prevalencia de gonorrea entre hombres gay fue del 15%. Estudios anteriores que examinaron la prevalencia de la gonorrea faríngea (gonorrea en la garganta) entre los hombres gay han descubierto una prevalencia entre el 3% y el 15%. Sin embargo, no se disponen de datos longitudinales de una cohorte de hombres gay, aún en marcha, que examine la prevalencia, incidencia y factores de riesgo de infección por gonorrea en la garganta.

Por consiguiente, un grupo de investigadores del estudio EXPLORE en San Francisco realizó pruebas de gonorrea a 603 hombres gay al inicio y después a intervalos de seis meses. Se tomaron frotis de la garganta, pene y recto. A los participantes también se les pidió que proporcionaran información demográfica y detalles de su reciente comportamiento sexual de riesgo.
 
Para ser incluido en el estudio, los hombres no podían tener VIH al inicio. La media de edad fue de 36 años, el 71% era de raza blanca, el 72% había completado al menos la educación secundaria y más de dos tercios tenían unos ingresos anuales de 30.000 dólares o más.

Al inicio, el 5% de los participantes tenía gonorrea en la garganta y el 18% de las personas presentó al menos un episodio de gonorrea en la garganta durante el curso del estudio. De las personas que se infectaron por VIH durante el seguimiento, el 21% presentó al menos un episodio de gonorrea en la garganta.

La prevalencia general de gonorrea faríngea fue del 6%, frente al 2% de la gonorrea rectal y del 1% de la gonorrea en la uretra. Para el análisis, se dispuso de 943 persona-años de observación y el grupo de investigadores determinó que la incidencia de gonorrea en la garganta fue de 11 por 100 persona-años, frente a 4 casos por 100 persona-años para la gonorrea rectal y de 2 casos por 100 persona-años para el caso de la infección por gonorrea en la uretra.

En su análisis inicial, el grupo de investigadores encontró que el practicar sexo con un hombre que se sabe tiene VIH, tener un mayor número de parejas sexuales orales y una menor edad fueron factores que estuvieron significativamente relacionados con la presencia de gonorrea en la garganta. Sin embargo, al realizar un análisis multivariable, sólo tener una menor edad (menos de 44 años, p<0,05) y practicar sexo oral con cinco hombres o más (p<0,05) siguieron siendo factores significativos.

Tener un dolor de garganta no constituyó un factor de predicción de gonorrea faríngea, lo que significa que en la mayoría de los casos, la infección por gonorrea fue asintomática.

Aunque la presencia de gonorrea en la garganta se aclara sin tratamiento en el 50% de los casos en una semana y en todos los casos en tres meses, el grupo de investigadores destacó que la alta prevalencia de la infección descubierta en su estudio demuestra que la garganta actúa como un “reservorio” para la transmisión de la gonorrea entre los hombres gay. Por consiguiente, recomiendan que todos los hombres gay sexualmente activos deberían someterse anualmente a un frotis de garganta para comprobar la presencia de gonorrea en la misma y que los hombres gay que tienen parejas múltiples o anónimas deberían realizar estos frotis cada tres o seis meses.

Referencia: Morris SR et al. Prevalence and incidence of pharyngeal gonorrhea in a longitudinal sample of gay men who have sex with men: the EXPLORE study. Clin Infect Dis 43: (on-line edition), 2006.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD