Se descubre el mecanismo a través del cual una proteína, TRIM5, ofrece protección frente al VIH-1 y otros retrovirus

Miguel Vázquez
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Aunque su efecto es mayor en monos, los científicos confían en su potencial terapéutico en humanos

Se sabe que determinadas especies de monos, como los macacos rhesus o los Aotus (micos nocturnos), presentan resistencia al VIH gracias a la presencia de un tipo de proteína denominada TRIM5. En el caso de una infección por VIH, la proteína intercepta el virus tan pronto como éste penetra en la célula y evita que se multiplique dentro de ella. Hacía más de seis años que se conocía la existencia de TRIM5, aunque se ignoraba en gran medida a través de qué mecanismos ésta evitaba la multiplicación del VIH en el interior celular.

En un número reciente de la revista Nature, un equipo de investigadores suizo dirigido por el profesor Jeremy Luban (de la universidad de Ginebra) y el profesor Markus Grütter (de la universidad de Zurich), en colaboración con equipos de EE UU y Francia, ha arrojado luz sobre diversos aspectos clave del mecanismo de defensa de la TRIM5 frente al VIH. Estos científicos demostraron que la actividad de la proteína se veía incrementada en gran parte por la presencia del entramado hexamérico de la cápside (una ‘firma’ molecular tanto del VIH-1 como de otros retrovirus), lo que desencadenaba de forma inmediata una respuesta inmunitaria en caso de infección por este virus.

El VIH, que penetra en la célula durante la infección, posee una cubierta cuyos componentes están dispuestos en una especie de entramado similar al que pueda tener un balón de fútbol. El equipo de científicos afirma que la TRIM5 reconoce esta estructura en celosía y, de forma espontánea, adopta una estructura hexagonal que se complementa con la de la cápside viral y se une a ella de forma específica, lo que estimula la producción en la célula de unas moléculas denominadas cadenas de poliubiquitina (un tipo de proteínas cuya principal misión es actuar como marcadores de otras proteínas para su destrucción), lo que, a su vez, desencadena una reacción contra el virus de manera inmediata. Las células inmunitarias “alertadas” pueden empezar a eliminar células infectadas por VIH mediante la liberación de sustancias mensajeras químicas (citoquinas).

En consecuencia, esta proteína actúa como una especie de sensor que alerta al sistema inmunitario innato de la presencia del virus. La ventaja que supone conseguir una respuesta por parte del sistema inmunitario innato es que, a diferencia del sistema inmunitario adaptativo (que solo se desarrolla cuando se enfrenta a un patógeno), éste ya es capaz de eliminar patógenos en cuanto entra en contacto con ellos (para más información sobre esta rama del sistema inmunitario, véase Entender la inmunidad innata y el VIH del VAX de diciembre de 2008).

Respecto a la aplicación clínica de estos resultados, los autores señalan que, a pesar de que los humanos también posemos una proteína TRIM5, su actividad frente al VIH es menos eficaz que la observada en monos. Con todo, los hallazgos en dichos animales abren nuevas posibilidades y vías para luchar contra el virus en humanos.

Fuente: Science Daily / Elaboración Propia.
Referencia: Pertel T, Hausmann S, Morger D, et al. TRIM5 is an innate immune sensor for the retrovirus capsid lattice. Nature 2011; 472 (7.343): 361. DOI: 10.1038/nature09976.

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