Merck pide 50 euros diarios por MK-0518 en Francia

Se vuelve a disparar el coste de los antirretrovirales

Joan Tallada
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La multinacional estadounidense Merck & Co. (en España, Merck Sharp and Dhome, o MSD) ha puesto a disposición de los franceses su inhibidor de la integrasa MK-0518 por 50 euros diarios, a 25 euros por toma, que sufraga el sistema público de salud. Este precio es el que Merck cobra por proporcionar el nuevo antirretroviral a través del sistema ATU (siglas de Autorización Temporal de Utilización), un mecanismo propio del país vecino para facilitar el acceso a una medicación experimental a personas que lo necesitan con urgencia antes de su aprobación definitiva.

El sistema ATU galo no tiene parangón en otros estados europeos, en muchos de los cuales (España incluida) los programas de acceso expandido suelen tomar la forma de ensayos clínicos. Cuando es así, es la compañía la que proporciona gratuitamente la medicación, a lo que viene obligada por la normativa legal. Pero también podría si quisiera recurrir a la fórmula del uso compasivo nominal (“name-based”) que entonces sí permite cobrar por los eufemísticamente llamados “gastos administrativos”. Pero sea como ensayo clínico, sea como uso compasivo nominal, el acceso previo a la autorización supone una importante herramienta de marketing del producto farmacéutico: crea un grupo creciente y previo de consumidores del medicamento a los que el Estado deberá pagar el coste una vez se complete el proceso de comercialización.

No obstante, el precio pedido en la ATU no tiene por qué necesariamente coincidir con el coste de la medicación una vez en el mercado. Pero según Frank Rodenbourg, de la coalición parisina TRT-5, la convergencia entre la cifra del acceso precoz y la de la venta comercial es cada vez mayor. Según un estudio comparativo de la compañía, Tibotec (en España, Janssen-Cilag) con medicamentos para varias enfermedades, no sólo de VIH, , el precio de la ATU es el de referencia a la hora de establecer qué se solicitará finalmente como reembolso al sistema de salud francés.

Hay excepciones, claro. Cuando estamos ante una enfermedad poco común, de las denominadas “huérfanas”, las compañías pueden llegar a pedir hasta 10.000 euros al mes por paciente a la ATU, que satisface puntualmente por razones humanitarias. La empresa es consciente de que le será muy difícil por no decir imposible mantener esa cifra en la negociación de precio comercial, por lo que no se da ninguna prisa en iniciar el proceso de autorización (les sale más a cuenta mantener el fármaco en el limbo del acceso expandido), ante la irritación de los responsables políticos.

Cincuenta euros diarios supone una nueva marca en la escalada de precios de los antirretrovirales que creíamos parada en seco con darunavir (véase La Noticia del Día 28/06/06). De confirmarse, MK-0518 sería el segundo más caro fármaco para el VIH después de T-20 (Fuzeon), que está en algo más de 51 euros. En el caso de T-20, su fabricante Roche lo justifica tanto por un muy complejo y costoso proceso de producción (es un péptido con una cadena de 36 aminoácidos que requiere gran cantidad de materia prima para producirse) como que por sus características (precisamente, la larga cadena de aminoácidos obliga a su administración con inyección subcutánea tras un algo laborioso proceso de reconstitución) iba a tener un segmento de mercado limitado.

Pero MK-0518 no es un péptido (esto es, no tiene elementos proteínicos) inyectable, sino una molécula de tomar oral de la familia de las naftiridinas (en concreto, una naftiridina cetona), a su vez derivadas del naftaleno, o popular naftalina. ¿Será tan difícil de producir en cadena?

Por ahora, lo que sabemos es que Merck ha asignado un número más bien pobre de dosis al PAE europeo (50 para España; véase La Noticia del Día 19/10/06), bajo el argumento de que sus recursos son limitados. No se entiende que en el futuro próximo quieran vender este medicamento para cientos de miles de personas con VIH y que no tengan aún la capacidad de producirlo en masa. O bien todavía no han puesto en marcha todo lo necesario para la manufactura a gran escala (¿por qué?), o bien creen que su mercado será más bien modesto, tirando a pequeño.

Los precios de los antirretrovirales en España suelen ser –aunque no siempre es así- un 30% menos que el precio europeo de referencia. Si MK-0518 acaba costando unos 50 euros diarios en Francia, en España podría estar en 35, muy por encima de los 24 euros de tipranavir. MSD puede encontrarse con dificultades para que se acepte su reembolso a este coste, que no está siendo justificado, sobre todo por parte de comunidades autónomas como el País Vasco, o para que se recete sin presiones por parte de los gestores económicos.

Sería una estrategia comercial contraproducente para el propio fármaco, la compañía y desde luego las personas con VIH que más lo necesitan.

Fuente: Elaboración propia.

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