Las personas con el VIH usuarias de sustancias recurren con frecuencia a la automedicación frente al dolor

Las conclusiones de un estudio aconsejan integrar en los servicios de atención del VIH aspectos como el tratamiento del dolor y el consumo de sustancias

Jordi Piqué
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La experiencia del dolor (así como la automedicación para tratarlo con diferentes fármacos) ha sido descrita con mucha frecuencia por parte de las personas con el VIH que tienen algún trastorno por consumo de sustancias, según ha revelado un estudio de EE UU publicado en la revista AIDS Care. Los autores consideran que sería recomendable integrar el tratamiento del dolor y el consumo de sustancias dentro de los servicios de atención del VIH.

Existe poca información sobre los factores asociados con la automedicación para el dolor y el malestar mediante el consumo de alcohol, sustancias sin receta o el uso excesivo de medicamentos con prescripción médica entre las personas con el VIH.

En consecuencia, para arrojar algo más de luz sobre esta cuestión, un equipo de investigadores de EE UU decidió poner en marcha un estudio transversal con el objetivo de analizar la automedicación para el dolor y el malestar entre 2012-2014 en 248 personas con el VIH que presentaban algún trastorno por consumo de sustancias.

La mayor parte de las personas participantes eran hombres (frente a un 37% que eran mujeres), el 50% de raza negra y el 25% latinos. El 36% declaró tener un estado de salud de regular a malo y se comprobó que el 89% tenía un recuento de células CD4 inferior a 200/mm3.

El dolor, evaluado mediante la herramienta denominada Inventario Breve del Dolor (Brief Pain Inventory), fue frecuente, ya que el 54% de las personas declararon haberlo sufrido en la semana anterior y el 61% de ellas afirmó haberlo experimentado durante 3 meses o más. La gravedad del dolor no fue distinta entre las personas que realizaron una aumedicación y las que no.

Entre los 125 participantes que se automedicaron en los tres meses anteriores, el 9% sólo consumió alcohol, el 49% sólo tomó otras sustancias y el 42% consumió tanto alcohol como otras sustancias. Los participantes que se automedicaron tendieron a ser más jóvenes, fueron menos propensos a tener un empleo y a tener carga viral del VIH indetectable que las personas que no declararon automedicarse. Los síntomas de depresión y ansiedad también se asociaron con una mayor probabilidad de consumir alcohol o sustancias para controlar el dolor.

En sus comentarios sobre las limitaciones del estudio los autores incluyen la incapacidad para determinar la causalidad, el hecho de que todos los participantes tenían un historial de consumo de sustancias, la falta de información sobre los síntomas específicos para los que los participantes se automedicaban y la falta de distinción entre las sustancias consumidas para el dolor (como por ejmplo, la falta de diferenciación entre el cannabis medicinal y el recreativo.)

Por otro lado, el tamaño de la muestra no permite analizar los posibles efectos sinérgicos de múltiples tipos de consumo de sustancias en la automedicación, ni modificar los efectos del consumo de sustancias en función de características como la edad o la depresión. No se aclararon los medicamentos de prescripción utilizados para la automedicación.

Dado que el autoconsumo de sustancias no se asoció con el nivel general de gravedad del dolor, los investigadores sugirieron que dicho autoconsumo podría haber reducido los niveles de dolor previamente más elevados al nivel experimentado por los participantes que no la utilizaban. Los traumas anteriores, el peor funcionamiento o la comorbilidad psiquiátrica podrían explicar por qué algunos participantes hacían autoconsumo de sustancias y otros no.

Como conclusión, los investigadores recomiendan que, como el policonsumo de sustancias resulta frecuente, los especialistas en el VIH pregunten a sus pacientes que consumen sustancias sobre su consumo de alcohol y viceversa. Para abordar el autoconsumo de sustancias, el tratamiento del dolor y del consumo de sustancias podría integrarse en la atención del VIH, ofreciendo alternativas como la terapia cognitivo-conductual, la fisioterapia o las técnicas de atención plena.

Fuente: The BodyPro / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Stein MD, Godersky ME, Kim TW, Walley AY, Heeren TC, Winter MR, et al. Self-medication of pain and discomfort with alcohol and other substances by people with HIV infection and substance use disorder: preliminary findings from a secondary analysis. AIDS Care online on Nov. 1, 2023, https://doi.org/10.1080/09540121.2023.2275047

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