Preferencias de los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres sobre las diferentes opciones de PrEP frente al VIH

En un estudio de EE UU, la opción preferida con gran diferencia fue la PrEP de acción prolongada inyectable frente a la oral o al no uso de PrEP

Miguel Vázquez
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Un equipo de investigadores de varias universidades de EE UU llevaron a cabo un sondeo sobre profilaxis preexposición frente al VIH (PrEP) entre un subgrupo de hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) que participaban en el estudio AMIS (siglas en inglés de Encuesta por Internet a Hombres Estadounidenses) en 2020. Para participar en el sondeo estos hombres no tenían que tener VIH y debían haber practicado sexo oral o anal con un hombre en los últimos 12 meses. A pesar de que en el momento de iniciar la encuesta aún no estaba disponible la PrEP inyectable de acción prolongada, casi tres cuartas partes de los hombres encuestados mostraron su preferencia por esa formulación, según reflejan los resultados del estudio publicados en BMJ Open.     

La primera formulación disponible de profilaxis preexposición frente al VIH fue la oral y, en los ensayos clínicos, se ha comprobado que resultaba ser muy eficaz en la prevención de dicho virus cuando se utiliza de forma correcta (véase La Noticia del Día 30/06/2022). En la actualidad, aunque aún no está disponible de forma generalizada, también se ha desarrollado una formulación inyectable de acción prolongada, basada en cabotegravir. En los ensayos clínicos, la PrEP inyectable de acción prolongada ha demostrado ser muy eficaz, incluso por encima de la formulación oral (véase La Noticia del Día 23/02/2022).

Es probable que esta superioridad estadística se deba a que la PrEP inyectable garantiza un mayor nivel de adherencia que la formulación oral. En la actualidad se están desarrollando otras formulaciones de fármacos de acción prolongada para su uso como PrEP como, por ejemplo, lenacapavir (Sunlenca®), que podría aplicarse únicamente cada seis meses. Por tanto, es probable que la PrEP de acción prolongada se convierta en una opción importante para muchas personas que deseen reducir su riesgo de infección por el VIH.

Para reunir más información sobre las preferencias en relación con la PrEP, un equipo de investigadores de varias universidades de EE UU elaboraron un cuestionario dirigido a los hombres que participaban en la encuesta AMIS de 2020. Todos los participantes en AMIS eran hombres GBHSH y se eligió un subgrupo que habían declarado no tener VIH y haber practicado sexo oral o anal con un hombre en los últimos 12 meses.

El presente estudio contó con la participación de 2.506 hombres, el 78% de los cuales estaba comprendido en la franja de los 15 a los 39 años (frente a un 22% por encima de 40 años). El 78% era de etnia blanca, el 69% tenía acceso a un seguro privado de salud y el 72% de los hombres declaró haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo con otros hombres en los 12 meses anteriores a la encuesta.

Al revisar las respuestas, se comprobó que 2.074 hombres (el 83% del total) declararon que nunca habían utilizado la PrEP oral, pero el 53% de estos hombres (1.332) manifestó su predisposición a utilizarla. En el momento en que se inició la encuesta, la PrEP de acción prolongada inyectable aún no se había aprobado en EE UU, pero al ser preguntados al respecto, hasta el 60% de los hombres afirmaron que estarían dispuestos a utilizarla.

En cuanto a sus preferencias sobre las opciones de PrEP, el 74% mostró su predilección por la PrEP de acción prolongada, frente al 15% que manifestó su interés por la PrEP oral diaria. El 11% restante no se mostró partidario de tomar ningún tipo de PrEP.

En general, la preferencia por la PrEP de acción prolongada fue mayor entre los hombres de 40 años o menos de edad, los que tenían estudios universitarios, los que tenían dos parejas sexuales o más y los que habían utilizado la PrEP oral en el pasado. Por su parte, entre los hombres con menor propensión a elegir la PrEP inyectable de acción prolongada se encontraban los hombres de etnia distinta a la blanca, los que no tenían seguro privado, los que sólo tenían una pareja sexual y los que nunca habían utilizado PrEP oral diaria en el pasado.

La encuesta también tuvo en cuenta otros aspectos prácticos relacionados. Por ejemplo, el hecho de tomar la PrEP implica que la persona debe someterse a revisiones periódicas, para descartar la infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Esto se traduce en la necesidad de realizar visitas clínicas, lo que supone que la persona tiene que dedicar tiempo a este tema. Así, al preguntar qué cantidad de tiempo se sentirían cómodos dedicando a las visitas médicas relacionadas con la PrEP (incluyendo los desplazamientos para acudir a las citas y las esperas), los hombres afirmaron que estaban dispuestos a dedicar hasta dos horas, pero consideraban que a partir de tres horas era excesivo.

Entre los motivos aducidos por los hombres que no se mostraron interesados en la PrEP estaban que no se percibían a sí mismos como en una situación de riesgo relevante frente al VIH, porque utilizaban preservativos de forma constante, pero también por carecer de un seguro privado. Esto es relevante en un país como EE UU, donde el precio de la PrEP inyectable puede superar los 22.000 dólares anuales.

En sus conclusiones, los autores señalan que los hombres GBHSH de minorías raciales soportan una carga desproporcionada de VIH en EE UU, por lo que consideran que los programas de PrEP deberían identificar y eliminar las barreras a las que se enfrentan estas personas. Así, animan al desarrollo de estudios para identificar los problemas y posibles barreras que determinadas poblaciones vulnerables (incluyendo las personas trans) tienen para acceder a la PrEP de acción prolongada. En su opinión, esto permitirá disponer de información relevante a medida que aumente el acceso a la PrEP de acción prolongada se vaya extendiendo en los próximos años.

Otro aspecto que los autores destacan en sus conclusiones es la implementación de la PrEP inyectable de acción prolongada por parte de clínicas y sistemas sanitarios. Señalan que es posible que algunas clínicas no dispongan del personal formado necesario para realizar las inyecciones, lo que supondría un obstáculo para su implementación. Del mismo modo, también animaron a los sistemas sanitarios a que busquen mecanismos para cubrir el coste de esta opción preventiva que, como ya se ha señalado, tiene un coste que la hace inviable para la mayoría de los usuarios potenciales en EE UU.

A pesar de que la PrEP inyectable elimina la necesidad de tomar dosis orales diarias, sigue exigiendo la necesidad de realizar un seguimiento a través de visitas clínicas regulares. Por ello es necesario recabar más información que ayude a evaluar la adherencia para esta modalidad de PrEP.

Fuente: Catie/Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Cole SW, Glick JL, Campoamor NB, et al. Willingness and preferences for long-acting injectable PrEP among US men who have sex with men: a discrete choice experiment. BMJ Open. 2024 Apr 22;14(4):e083837.

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