No se encuentra relación entre el aumento de peso relacionado con los inhibidores de la integrasa y el riesgo de diabetes

No obstante, es necesario realizar estudios más específicos en personas africanas con el VIH y con determinados grupos en situación de alto riesgo que presentaron una mayor tendencia a desarrollar diabetes con esta familia de antirretrovirales

Jordi Piqué
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No se encontró relación entre el uso de regímenes antirretrovirales que contienen fármacos de la familia de los inhibidores de la integrasa y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según las conclusiones de un estudio italiano, cuyos resultados se han publicado en la revista AIDS. Por otro lado, un metaanálisis de investigaciones publicadas anteriormente sobre esta cuestión, ha concluido que el riesgo de diabetes no aumenta con los inhibidores de la integrasa, en comparación con otros antirretrovirales, excepto en las poblaciones de origen africano. Los hallazgos de este segundo estudio, ugandés, pueden leerse en la revista BMJ Open Diabetes Research and Care.

Los hallazgos de diversos estudios han relacionado el uso de inhibidores de la integrasa con el aumento de peso corporal (véanse La Noticia del Día 05/11/2019 y del 27/03/2020). Esto ha suscitado preocupación de que se traduzca en una mayor probabilidad de desarrollar diabetes entre las personas con el VIH (que ya presentan un mayor riesgo de dicha afección, en comparación con la población general). Se trata de una cuestión recurrente sobre la que la investigación ha arrojado resultados interesantes, pero hasta ahora no concluyentes.

Con el objetivo de arrojar más luz sobre este aspecto, un equipo de investigadores italiano llevó a cabo un estudio para analizar los datos –recogidos entre 2003 y 2021– para determinar la incidencia de diabetes durante el tratamiento antirretroviral procedentes de estudio SCOLTA (Cohorte de Vigilancia sobre la Toxicidad a Largo Plazo de los Antirretrovirales, en sus siglas en inglés).

SCOLTA es un estudio observacional en el que participan 25 centros italianos de enfermedades infecciosas, que realiza un seguimiento de las personas con el VIH que inician un régimen antirretroviral que incluye una medicación recientemente aprobada para identificar las toxicidades de los fármacos en unas condiciones de uso reales (en lugar de en un ensayo clínico).

Para el presente estudio, los autores definieron la diabetes como un nivel mínimo confirmado de glucosa en sangre en ayunas superior a 125 mg/dL (nivel normal: <100 mg/dL; prediabetes: 100 – 125 mg/dL; diabetes: >125 mg/dL) o un nivel único de glucosa en sangre de 200 mg/dL o superior (cuando se mide después de una comida, lo normal es que sea inferior a 180 mg/dL). El hecho de empezar a tomar un fármaco antidiabético durante el seguimiento también se consideró como indicación de que se había desarrollado diabetes.

De las 4.597 personas con el VIH incluidas en la cohorte SCOLTA durante el periodo de estudio, 231 (5%) fueron excluidas porque ya padecían diabetes. De los 4.366 participantes restantes, 3.170 (73%) eran hombres, con una media de edad de 46 años y un recuento medio de células CD4 de 460 células/mm3. Al inicio del estudio, 356 participantes (8%) estaban en tratamiento con estatinas y 587 (13%) tenían hipertensión (tratada en 512 y no tratada en 75 de estas personas).

El peso medio era de 71 kg y el índice de masa corporal (IMC) medio de 24 kg/m2  (dentro del intervalo considerado normal de 18,5 – 24,9). En cuanto al tratamiento antirretrovirales, 2.627 personas tomaban un régimen que contenía un inhibidor de la integrasa, 1.288, un régimen basado en un inhibidor de la proteasa y 451, un régimen con un inhibidor de la transcriptasa inversa no análogo de nucleósido (ITINN).

El aumento medio de peso en el estudio fue moderado: 0,7 kg (intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 0,5 – 0,8) al año y 1,3 kg (IC95%: 1,1 – 1,5) a los dos años de seguimiento. Cabe destacar que fue más significativo en los participantes masculinos que tomaban dolutegravir (2,3 kg a los dos años) y bictegravir (2,7 kg), en comparación con los fármacos que registraron los siguientes aumentos más elevados (1,2 kg a los dos años para elvitegravir, raltegravir y darunavir).

Se produjeron 120 casos incidentes (nuevos) de diabetes, registrándose una incidencia estimada de 1,26 casos (IC 95%: 1,05 – 1,50) por cada 100 persona-años de seguimiento. El peso inicial (en lugar de la magnitud de peso ganado) resultó estar significativamente correlacionado con la incidencia de diabetes (cociente de riesgo ajustado [CRa]: 1,03 por cada kilo adicional; IC95%: 1,01 – 1,04). Lo mismo ocurrió con la edad (CRa por cada año: 1,03; IC95%: 1,01-1,06), tener hipertensión no tratada (CRa: 2,90; IC 95%: 1,30-6,45) o unos niveles de glucosa en ayunas inferiores a 100 mg/dL al inicio del estudio (CRa: 5,47; IC95%: 3,82-7,85). Todos ellos son factores de riesgo asociados a la diabetes en la población general.

Los participantes que habían tomado terapia antirretroviral y no tenían una carga viral completamente indetectable al inicio del estudio tenían un riesgo de diabetes más de dos veces superior que el de los que tenían una carga viral indetectable (CRa: 2,27; IC 95%: 1,48-3,49). No se halló ninguna asociación significativa entre los antirretrovirales y el riesgo de diabetes, tanto si el análisis se centraba en medicamentos individuales como en familias de fármacos. Sólo raltegravir pareció distanciarse de los demás, ya que en comparación con dolutegravir, aumentó el riesgo en un 70%. Sin embargo, esta diferencia no fue estadísticamente significativa.

Tras destacar que ni los regímenes basados en inhibidores de la integrasa ni el aumento de peso se asocian a la aparición de diabetes, el equipo de investigadores subraya que la incidencia encontrada de 1,26 casos por cada 100 persona-años está en consonancia con la registrada en otros estudios sobre personas con el VIH. Sin embargo, también afirman que una posible explicación de la falta de asociación entre el aumento de peso y un mayor riesgo de diabetes puede residir en los moderados aumentos de peso observados en la cohorte SCOLTA.

Por otro lado, en una revisión sistemática y un metaanálisis realizados por un equipo de investigadores de Uganda, se agruparon los resultados de estudios anteriores con el fin de determinar si los inhibidores de la integrasa se asocian a un mayor riesgo de nuevos casos de diabetes tipo 2, en comparación con otros antirretrovirales. Para ser elegibles para este estudio, estos estudios previos tenían que contener datos sobre diabetes incidente de cohortes de personas con el VIH que tomaran inhibidores de la integrasa durante al menos doce semanas, en comparación con ITINN o inhibidores de la proteasa.

Se identificaron trece estudios de este tipo entre 2000 y 2022 y se agruparon sus resultados, que recogían datos procedentes de más de 72.000 personas.

En conjunto, la terapia basada en inhibidores de la integrasa se asoció con un riesgo un 20% menor de diabetes incidente (cociente de riesgo [CR]: 0,80; IC95%: 0,67 – 0,96), de los cuales ocho ensayos controlados aleatorios demostraron una reducción del riesgo del 12% (CR: 0,88; IC 95%: 0,81 – 0,96). En general, los inhibidores de la integrasa presentaron un riesgo menor que los ITINN (CR: 0,75; IC95%: 0,63 – 0,89), pero la reducción del riesgo fue escasamente significativa en comparación con los inhibidores de la proteasa (CR: 0,78; IC95%: 0,61 – 1,01). Los investigadores también hallaron que el riesgo era menor en los estudios con un seguimiento más prolongado (CR: 0,70; IC 95%: 0,53 – 0,94) y en los pacientes que nunca habían tomado antirretrovirales (CR: 0,78; IC95%: 0,65 – 0,94).

Sin embargo, al considerar el origen de las personas se observó que los inhibidores de la integrasa se asociaron con un riesgo tres veces mayor de diabetes en las poblaciones de origen africano (CR 2,99; IC 95%: 2,53 a 3,54). Este hallazgo se basó en dos estudios; la mayoría de los participantes en los otros estudios pertenecían a países de ingresos altos.

Como conclusión, los investigadores concluyen que los regímenes basados en inhibidores de la integrasa no suponen un mayor riesgo de diabetes que otros regímenes antirretrovirales. No obstante, afirman que es necesario realizar investigaciones más específicas en personas de origen africano con el VIH y que los médicos deberían vigilar la diabetes en determinados grupos de alto riesgo.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencias: Taramasso L et al. Incident diabetes in course of antiretroviral therapy. AIDS 37: 1269-1276, 2023. DOI: 10.1097/QAD.0000000000003548

Mulindwa F et al. Association between integrase strand transfer inhibitor use with insulin resistance and incident diabetes mellitus in persons living with HIV: a systematic review and meta-analysis. BMJ Open Diabetes Research and Care 11:e003136, 2023 (open access). doi: 10.1136/bmjdrc-2022-003136

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