Tenofovir: ¿un candidato prometedor para evitar la transmisión del VIH?

Las concentraciones en el tracto genital superarían las de otros fármacos

Marion Zibelli
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Los microbicidas son productos en desarrollo que, aplicados en la vagina o el recto, permitirían evitar la transmisión del VIH y, posiblemente, de otras infecciones de transmisión sexual.

En la actualidad, existen varios ensayos que prueban la eficacia de posibles microbicidas de uso vaginal en miles de mujeres. Mientras que esta primera generación de microbicidas se basa en conceptos cuyo objetivo es destruir el virus cuando entre en la vagina antes de infectar las células, o modificar el entorno natural de ésta para aumentar las defensas inmunitarias en esa zona, la nueva generación de microbicidas se centra en mecanismos distintos. Estos últimos se encuentran todavía en la fase preclínica de evaluación o en estudio en humanos en fases muy preliminares.

Uno de estos conceptos se basa en la utilización de fármacos para tratar la infección por VIH. Algunos de los candidatos son inhibidores de la transcriptasa inversa, como el TMC-120 (de Tibotec), UC-781 (de Biosyn), o tenofovir (de Gilead). Otros han sido diseñados para bloquear la entrada del virus en las células, como cianovirina-N (CV-N), PSC-RANTES, CMPD 167 (de Merck), BMS-378806 (de Bristol Myers Squibb), o C52L.

Como en el caso de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), se prevé que sea necesario utilizar más de uno de estos inhibidores para evitar la transmisión del VIH. No obstante, es importante evaluar la toxicidad, pero también la posible eficacia en el uso vaginal o rectal, de cada uno de estos productos por separado antes de probarlos en un microbicida de combinación.

Dos estudios recientemente hecho públicos permiten saber más sobre la seguridad y posible eficacia del inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleótido, tenofovir, para su uso como posible microbicida.

El primero acaba de publicarse en el último número de la revista AIDS, y se realizó en EE UU en mujeres con y sin VIH, para probar la seguridad y establecer la dosis y el número de aplicaciones más apropiados de un gel vaginal basado en tenofovir. De las 84 participantes, 48 vivían sin VIH y no podían tener relaciones sexuales durante las 14 semanas de la investigación; 12 vivían sin VIH y sí podían tener relaciones sexuales; 12 vivían con VIH y no podían tener relaciones sexuales; y las últimas 12 eran seropositivas y podían tener relaciones sexuales. Se efectuaron pruebas de seguridad en laboratorio y exámenes del cuello del útero de las mujeres cinco veces durante el estudio, además de una colposcopia (examen realizado mediante un microscopio de baja potencia para amplificar la superficie de la vagina y el cuello uterino) al inicio y a las 14 semanas de la investigación.

Según los investigadores, el gel a base de tenofovir con una concentración del 1% y utilizado dos veces diarias fue bien tolerado por todas las participantes, por lo que establecieron esta concentración y frecuencia de administración como las más apropiadas. Aunque el 92% de las mujeres declaró haber experimentado al menos un efecto secundario, la mayoría de éstos fueron moderados (87%) y se localizaron en el tracto genital (70%). Las concentraciones de tenofovir en sangre se detectaron en 14 de las 25 participantes, aunque fueron bajas. En las mujeres con VIH, no se detectó ninguna mutación de resistencias al cabo de 2 semanas de uso del gel. Se observó una absorción de tenofovir en el sistema, sin que esto cause ninguna toxicidad sistémica significativa. Se desconoce qué efectos no deseados tendría un uso prolongado, sin embargo.

El otro estudio se presentó en la última Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), que acaba de celebrarse en Denver, en EE UU, y evaluó las concentraciones de tenofovir en el tracto genital femenino y masculino.

Los resultados que se dieron a conocer en la CROI proceden del análisis de un subgrupo de personas con VIH que participaban en un estudio de farmacocinética para evaluar los niveles en sangre de tenofovir. En los 8 hombres y la única mujer de este subgrupo se calcularon por primera vez las concentraciones extracelulares e intracelulares de tenofovir en el tracto genital usado en monoterapia durante 14 días.

Según los autores de esta otra investigación, la exposición a tenofovir en esta zona del cuerpo es rápida y elevada, más que la de los otros fármacos estudiados hasta ahora. Por otra parte, el uso de tenofovir solo durante 14 semanas disminuyó el ARN del VIH de 1,1 log de copias/ml en el tracto genital de los hombres, y de 1 log en el de la mujer.

Estos descubrimientos son importantes puesto que, aunque la eficacia de tenofovir como profilaxis pre-exposición (uso de un fármaco antes de una posible exposición al VIH para prevenir la infección) se está probando en humanos, hasta ahora solamente disponíamos de estudios que muestran que este análogo de nucleótido puede prevenir la transmisión del VIH en animales. Con estos resultados, tenofovir parece presentarse como un buen candidato para las estrategias de profilaxis pre-exposición y post-exposición así como los microbicidas basados en antirretrovirales. No obstante, quedan muchos interrogantes sobre la seguridad y la eficacia a largo plazo de estas estrategias, una de las cuales es la emergencia de resistencias.

Fuente: Elaboración propia / www.natap.org
Referencia: XIII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas. Abstract 121 de la sesión plenaria número 32 (grabación disponible en inglés en www.retroconference.org/2006) y abstract 569. // AIDS. 20(4):543-551, February 28, 2006.

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