Las directrices de prevención del VIH de ONUSIDA en África reflejan estereotipos de género

Este organismo presta poca atención al papel de hombres y niños en la reducción de la transmisión del VIH, centrándose de forma casi exclusiva en niñas y mujeres, a las que retrata como víctimas vulnerables

José Fley
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Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres y la Open University ha revelado que las directrices de prevención del VIH de ONUSIDA se basan en estereotipos de género simplistas que orientan los esfuerzos de prevención hacia las niñas y mujeres de forma desproporcionada. El estudio, publicado en la revista African Journal of AIDS Research, ha puesto de relieve una ausencia alarmante de pautas específicas y precisas dirigidas a niños y hombres, mientras que niñas y mujeres han sido retratadas principalmente como víctimas.

En el África subsahariana, las tasas de infección por el VIH son más altas en adolescentes y mujeres jóvenes. Si bien hay que reconocer la relevancia de los factores biológicos, sociales, culturales y económicos que influyen en esta situación, adoptar un enfoque demasiado simplista basado fundamentalmente en estereotipos de género dificulta el avance en la prevención del VIH y alimenta los estereotipos de infantilización y degradación de la población africana, mostrando a las mujeres africanas como personas indefensas y sin poder y a los hombres africanos como viriles y dominantes. Esta narrativa no refleja la realidad y va en contra de la investigación y el conocimiento en el terreno.

En el ámbito de la prevención del VIH, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) desempeña un papel líder en la coordinación a nivel mundial, abarcando desde el ámbito global hasta el regional y nacional e influyendo en la política local y la prestación de servicios, de ahí que un equipo de investigadores decidiera realizar un estudio para entender cuál es la representación que se da a niñas, niños, mujeres y hombres en las directrices de prevención del VIH de este organismo.

Para ello, se examinaron aquellas directrices publicadas por ONUSIDA antes de 2019 que estuvieran centradas en el África subsahariana y disponibles en inglés. Según el equipo de investigadores, las directrices de prevención del VIH de ONUSIDA siguen perpetuando estereotipos de género al retratar a las mujeres y niñas del África subsahariana como personas vulnerables y sin poder, a pesar de los esfuerzos liderados por mujeres durante años. Además, se observó que la mayoría de las directrices se focaliza en mujeres y niñas, mientras que se descuida en gran medida el papel de hombres y niños en la reducción de la transmisión del VIH. Esta situación crea una carga adicional para mujeres y niñas, ya que son las más afectadas por la epidemia, al tiempo que se muestran como el principal objetivo de las intervenciones preventivas.

El estudio reveló que, de las 34 publicaciones revisadas, diez (29%) se centraban exclusivamente en mujeres, veinte (59%) se orientaban a mujeres con un enfoque secundario para los hombres y sólo dos se centraban en hombres, quedando las mujeres en un papel secundario. Ninguna de las publicaciones examinadas estaba exclusivamente dirigida a hombres.

Estas publicaciones retrataban a las mujeres como víctimas vulnerables y a los hombres como figuras hipersexualizadas dominantes, reforzando así estereotipos de género y poder culturalmente aceptados donde dominan y controlan las decisiones relacionadas con la sexualidad y la reproducción. Además, para los hombres y los niños, estos valores y normas de masculinidad actúan como barreras que les desalientan a buscar servicios de atención o realización de pruebas de detección, lo que aumenta su riesgo de adquirir el VIH.

En cuanto a las mujeres, se subraya que se enfrentan a una serie de riesgos específicos relacionados con el VIH, como la desigualdad de género, la dependencia económica de sus parejas masculinas, y la violencia y la agresión sexual. Estos factores reducen su capacidad para protegerse del VIH y acceder a los recursos y servicios necesarios para prevenir y tratar la enfermedad.

En los documentos centrados en las mujeres, se priorizó las intervenciones preventivas del VIH tanto de carácter biomédico como social, incluyendo la profilaxis preexposición (PrEP) frente al VIH, el cribado y el tratamiento antirretroviral, así como el empoderamiento femenino. Aunque se buscaban enfoques más integrales, había una falta de orientación práctica para lograr el empoderamiento femenino. Por otro lado, en los documentos centrados en los hombres, las recomendaciones de prevención se enfocaron principalmente en intervenciones biomédicas como la PrEP, los preservativos, la circuncisión masculina voluntaria y las pruebas, otorgándole escasa atención al abordaje de la masculinidad, las dinámicas de poder o el empoderamiento femenino.

La ausencia de intervenciones sociales dirigidas a niños y hombres plantea la percepción de que la población masculina no requiere cambios y que tiene una idea fija y única de masculinidad en toda África. Además, esto genera interrogantes sobre si las intervenciones biomédicas dirigidas a hombres y niños heterosexuales se priorizan en beneficio de su propia salud o con el objetivo de reducir las infecciones entre mujeres y niñas.

Las pautas evidenciaron una mayor falta de inclusión, al centrarse principalmente en personas heterosexuales cisgénero. No obstante, es importante destacar que los autores llevaron a cabo la revisión en 2019, por lo que es posible que el enfoque y tono de las publicaciones más recientes hayan evolucionado y presenten cambios significativos en este aspecto.

En las conclusiones del estudio, se resalta el papel crucial que desempeña ONUSIDA en la respuesta global al VIH y se hace hincapié en la necesidad de que las pautas internacionales reconozcan y aborden la diversidad de género en las naciones africanas. Los autores critican los sesgos de género presentes en determinados documentos de este organismo internacional, argumentando que desvían la atención de los hombres y retratan la prevención del VIH como una carga impuesta a las mujeres para protegerse de los hombres depredadores. Como resultado, instan a ONUSIDA a evitar estereotipos de género simplistas, a proporcionar orientación específica sobre cómo involucrar a niños y hombres en intervenciones sociales, y a garantizar una inclusión significativa de mujeres y niñas en la elaboración de futuras publicaciones.

Fuente: AIDSMAP / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencias: Merriman C & Deane K. Evaluating HIV policy: a gender analysis of the representation of women and men in UNAIDS HIV-prevention guidelines. African Journal of AIDS Research, 22(1): 9-17, 2023.

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