Una candidata a vacuna de ARNm desarrollada para la prevención de la infección por clamidia ha iniciado su investigación clínica con la puesta en marcha de un ensayo clínico de fase I/II que evaluará su seguridad e inmunogenicidad. Cabe destacar que la Agencia de la Alimentación y el Medicamento de EE UU (FDA, en sus siglas en inglés) le ha concedido el estatus de revisión por la vía rápida. Esta decisión responde a la relevancia clínica del proyecto, que se focaliza en una enfermedad de transmisión sexual (ITS) frecuente y, a menudo, inadvertida, que representa un importante reto para la salud pública global.
Diseño de la vacuna
La vacuna experimental ha sido diseñada para ofrecer protección frente a infecciones primarias del tracto genital y frente a reinfecciones provocadas por Chlamydia trachomatis, la bacteria responsable de esta afección. Durante su desarrollo en fase preclínica, esta vacuna ha mostrado resultados alentadores y Sanofi –la compañía farmacéutica que la está desarrollando– tiene previsto iniciar en los próximos días un ensayo clínico de fase I/II, de distribución aleatoria, con el objetivo de evaluar la inmunogenicidad y seguridad del preparado vacunal en adultos jóvenes de entre 18 y 29 años.
La infección por clamidia es una de las ITS bacterianas con mayor incidencia global. Se estima que, en 2020, hubo alrededor de 129 millones de casos en adultos de entre 15 y 49 años. La mayor incidencia se da en adolescentes y adultos jóvenes, un dato que subraya la importancia de promover estrategias preventivas enfocadas en este grupo de población. A pesar de que la infección puede tratarse con antibióticos, más del 80% de los casos son asintomáticos, lo que contribuye a que muchos de ellos pasen desapercibidos, favoreciendo así la transmisión involuntaria y las consecuencias a largo plazo como la infertilidad o las complicaciones en el embarazo. En el contexto español, la incidencia de clamidia creció a un ritmo de un 20,7% anual entre 2016 y 2023 (véase La Noticia del Día 30/10/2024).
Aumento de la incidencia
Los esfuerzos actuales para reducir la incidencia de la enfermedad han resultado insuficientes. Las campañas de cribado y las intervenciones de tipo formativo no han logrado frenar el aumento sostenido de casos en distintas regiones del mundo. Esto ha generado una necesidad urgente de contar con una herramienta preventiva eficaz. La presente candidata a vacuna se alinea con este objetivo y puede dirigirse a una población más amplia que estrategias preventivas tales como la profilaxis postexposición (PEP, en sus siglas en inglés) conocida como doxy-PEP (la toma de una dosis del antibiótico doxiciclina tras una práctica sexual de riesgo), una estrategia que ha evidenciado buenos resultados (véase La Noticia del Día 09/01/2025), pero que solo tiene sentido en poblaciones con alto riesgo de adquirir ITS.
El programa de desarrollo de la presente candidata a vacuna se integra dentro del Translational Science Hub, una colaboración internacional que vincula a instituciones académicas de alto nivel como la Universidad Griffith y la Universidad de Queensland (ambas en Australia) con los equipos científicos de Sanofi en Francia y EE UU. Esta combinación de actores permite combinar experiencia clínica, conocimientos en biotecnología y capacidad de desarrollo con cumplimiento regulatorio.
Tecnología ARNm
La elección de la plataforma de ARNm (la misma que se utilizó para el desarrollo de las vacunas frente al SARS-Cov-2, virus causante de la COVID-19) para esta vacuna no es casual. Tras los avances logrados durante la pandemia, esta tecnología ha demostrado ser versátil, segura y eficaz para el desarrollo de vacunas dirigidas a diversas enfermedades infecciosas. Su capacidad para inducir una respuesta inmunitaria robusta, junto con la rapidez con la que pueden desarrollarse nuevos prototipos, la convierte en una herramienta prometedora para abordar infecciones tales como la clamidia.
El inicio del ensayo clínico en humanos marca un paso clave en la validación de esta estrategia. La fase I/II se centrará en evaluar no solo la seguridad del preparado, sino también su capacidad para generar una respuesta inmunitaria sostenida. Si los resultados son positivos, se abriría la puerta a ensayos a mayor escala con el objeto de demostrar su eficacia preventiva, los cuales, de resultar exitosos, podrían conducir a la aprobación de la vacuna.
Fuente: Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Comunicado de prensa de Sanofi 26/03/2025.
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