Aumenta la cobertura mundial de los programas de reducción de daños asociados a drogas, pero sigue siendo baja

Resulta fundamental mejorar la cobertura de los servicios de reducción de daños en determinadas regiones del mundo con importantes déficits

Jordi Piqué
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Australasia es la única región del mundo con una cobertura alta de programas de intercambio de jeringuillas y de tratamiento de sustitución con opioides. A escala mundial, sólo nueve países (Australia, México, Canadá, Estados Unidos, Francia, Alemania, Portugal, España y Suiza) implementan en los servicios de reducción de daños programas de intercambio de jeringuillas, tratamientos de sustitución con opioides, programas de naloxona para uso doméstico, centros de consumo supervisado de drogas y servicios de control de drogas. Estos son algunos de los hallazgos de un estudio australiano cuyos resultados se han publicado en la revista Lancet Global Health.

Se estima que en el mundo hay aproximadamente 14,8 millones de personas usuarias de drogas inyectables (UDI) y se han comunicado casos de consumo de drogas inyectables en 190 países. La cobertura integral de los servicios de reducción de daños asociados al consumo de drogas es fundamental para mejorar los resultados en salud de las personas que consumen de drogas.

Con el objetivo de actualizar las estimaciones de cobertura mundial de los programas de reducción de daños asociados a drogas desde la última revisión en 2017, un equipo de investigadores de la Universidad de Curtin (Australia) realizó una revisión sistemática en la que examinaron los datos de 177 estudios e informes con información relevante sobre la disponibilidad de programas de intercambio de jeringuillas (88 estudios), tratamiento de sustitución con opioides (72 estudios), programas de naloxona para uso doméstico (28), centros de consumo supervisado de drogas (7) y servicios de control de drogas (15). La revisión cubrió el periodo 2017-2022.

Desde 2017, se ha producido un ligero aumento de la cobertura mundial de los programas de intercambio de agujas y jeringuillas y de tratamiento de sustitución con opioides (TSO), en parte debido al aumento de la inversión del Fondo Mundial en algunos países. A escala nacional, se han producido cambios significativos en muchos países. En algunos, la cobertura de los servicios de reducción de daños ha aumentado por cambios en la prestación de servicios. Por ejemplo, en Rumanía el número de personas que acceden al tratamiento de sustitución con opioides se ha triplicado con creces hasta alcanzar las 1.772 personas en 2022. Sin embargo, cinco países latinoamericanos cerraron servicios. En países como Bélgica y la India, la proporción estimada de consumidores de drogas que accedieron a los servicios (cobertura) ha disminuido debido al aumento del número estimado de personas que se inyectan drogas en el país.

Entre 2017 y 2022, el número de países que aplicaron programas de intercambio de jeringuillas aumentó de 93 a 94. Esto significa que en 2022 el 88% de la población mundial de personas UDI vivía en un país con alguna cobertura de programas de intercambio de agujas y jeringuillas, mientras que el 12% vivía en países sin ninguna. En 2022, se disponía de más datos sobre la cobertura de programas de intercambio de agujas y jeringuillas: El 73% de las personas UDI vivían en países con una cobertura baja (61% en 2017), el 5%, en países con cobertura moderada y sólo el 2% vivía en países con una cobertura alta. El número de países que implementaron programas de intercambio de agujas y jeringuillas se mantuvo sin cambios en la mayoría de las regiones, pero aumentó de 8 a 9 países en Oriente Medio y el Norte de África y de 7 a 13 países en el África subsahariana. No obstante, cinco países de América Latina y uno de Europa Occidental dejaron de aplicar estos programas. En total, no se disponía de programas de intercambio de agujas y jeringuillas en 95 países.

Se distribuyeron alrededor de 518 millones de jeringuillas al año, un aumento de 20 millones en comparación con la revisión de 2017. Se distribuyeron aproximadamente 35 agujas y jeringuillas por persona al año, lo que se clasifica como cobertura baja. Europa Occidental y Asia Central tuvieron una cobertura moderada de programas de intercambio de jeringuillas, con alrededor de 115 y 126 agujas y jeringas distribuidas por persona, de modo respectivo. Cinco países interrumpieron estos programas, registrándose la cobertura más baja en América Latina. Entre los 10 países con nuevos datos sobre distribución de jeringuillas, Camboya tuvo una cobertura moderada, mientras que Malasia, Bangladesh, Mozambique, Sierra Leona, Uganda, Albania, Dinamarca, Alemania y Serbia registraron una cobertura baja.

El tratamiento de sustitución con opioides (metadona, buprenorfina o naltrexona) ayuda a la persona UDI a reducir la frecuencia de las inyecciones y su dependencia de las drogas más nocivas. El número de países con programas de TSO aumentó de 85 en 2017 a 90 países en 2022. A escala mundial, se estimó que 2,7 millones de personas (con un aumento de 250.000 personas en comparación con 2017) recibían TSO (18 de cada 100 personas UDI), una cobertura baja. A escala regional, se informó de que Europa Occidental, Australasia y el sur de Asia tenían una cobertura altaAmérica del Norte tenía una cobertura moderada y otras regiones, una cobertura baja (38 países). En Afganistán, Kazajstán y Azerbaiyán menos de una persona recibía TSO por cada 100 UDI.

En 2022, una cuarta parte de la población mundial de personas UDI vivía en países sin programas de TSO. La disponibilidad de más datos ha modificado las estimaciones de cobertura de estos programas. Así, la proporción de personas UDI de países con cobertura baja de TSO aumentó del 48% en 2017 al 59%, mientras que el 5% tenía una cobertura moderada y el 8%, una cobertura alta. Desde la última revisión, un país del Caribe, uno del sudeste asiático y cuatro del África subsahariana pusieron en marcha programas de TSO. Sin embargo, un país de la región de Oriente Medio y Norte de África dejó de implementar programas de TSO.

En todo el mundo se aplican distintos tipos de TSO. En 2022, 85 países disponían de metadona, 57 de buprenorfina y 54 de ambos. Otros tipos de TSO (morfina oral de liberación lenta, tratamiento asistido con heroína o naltrexona) estaban disponibles en 25 países. El TSO sigue sin estar disponible en 99 países, incluida Rusia, donde la mitad de los 1,3 millones de personas UDI tienen el VIH y el TSO está prohibido por ley.

Los programas de naloxona -un fármaco que bloquea los efectos de los opioides para evitar una sobredosis- para uso domiciliario ponen el medicamento a disposición de las personas con mayor riesgo de sobredosis de opioides de forma gratuita y sin receta. En total, 43 países distribuyeron naloxona en 2022, y la mayoría de los servicios se implantaron en Europa occidental (15 países) y Europa oriental (8 países), seguidos de Asia oriental y sudoriental (4 países). La cobertura mundial de los servicios de naloxona para uso domiciliario se situó en torno al 71%, y las islas del Pacífico fueron la única región sin distribución de naloxona notificada en 2022.

En cuanto a la implementación de instalaciones de consumo supervisado de drogas –espacios seguros y limpios donde las personas pueden llevar sus propias drogas para consumirlas bajo la supervisión de personal con formación médica y que han demostrado que evitan las sobredosis accidentales y reducen las infecciones causadas por el uso compartido de material de inyección–, sólo 17 países de cinco regiones han implantado instalaciones de consumo supervisado, la mayoría en Europa occidental (12 países), seguida de Norteamérica (2 países), Latinoamérica (1 país), Europa oriental (1 país) y Australasia (1 país).

Respecto a la implantación de servicios de control de drogas –donde se realizan análisis químicos de las sustancias para informar a los consumidores sobre el contenido y la seguridad de las sustancias adquiridas en mercados de drogas no regulados-, 26 países los implementaron, la mayoría en Europa occidental (14 países), seguida de América Latina (5 países), Europa oriental (3 países), Australasia (2 países) y Norteamérica (2 países). Estos servicios tenían la cobertura global más baja, con un 34% de las personas UDI. La mayoría de los servicios de control de drogas estaban situados en festivales o en pruebas de corta duración, por lo que el número de personas que accedían a estos servicios sería limitado.

Como conclusión, los investigadores señalan que a pesar de las mejoras en la cobertura y en la disponibilidad de datos, la mayoría de países no alcanza los objetivos mundiales de cobertura alta o moderada. Los hallazgos del estudio revelan lagunas mundiales en la cobertura de los servicios de reducción de daños que informan de la necesidad de planificar los servicios e identificar países y regiones donde se requiere una mayor promoción para mejorar la disponibilidad de estos servicios.

Fuente:Aidsmap/Elaboración propia (gTt-VIH).

ReferenciaColledge-Frisby S et al. Global coverage of interventions to prevent and manage drug-related harms among people who inject drugs: a systematic review. The Lancet Global Health 11: e673-e683, 2023 (open access). https://doi.org/10.1016/S2214-109X(23)00058-X

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