En una carta dirigida a Mark Dybul, Coordinador de Global SIDA de EE UU, Human Rights Watch expresó una honda preocupación respecto a “un creciente patrón de ataques en Uganda contra los derechos humanos de lesbianas, gays y personas transexuales” y destacó las actividades homófobas del pastor Martin Ssempa, miembro de la Fuerza de Trabajo en SIDA de la Primera Dama de Uganda y receptor de fondos para la prevención del VIH de PEPFAR.
Human Rights Watch hace un llamamiento al gobierno de EE UU para que deje claro su rechazo a los ataques de los derechos de las personas homosexuales en Uganda y para que exprese su negativa a que se empleen fondos de PEPFAR para “promover la homofobia”.
En Uganda, la homosexualidad es punible con una sentencia máxima de cadena perpetua y en los últimos meses se ha producido en el país un aumento de los ataques contra los derechos de las personas homosexuales por parte de altos cargos públicos y medios de comunicación.
En agosto, el adjunto al fiscal general de Uganda hizo un llamamiento para realizar un procesamiento penal de lesbianas y gays de Uganda y se ha señalado que el gobierno está “considerando un cambio de la legislación de modo que la propia promoción [de conductas homosexuales] constituya un delito” y que se han reunido “listados…. de personas que creemos están implicadas en la perpetuación del vicio de la homosexualidad”.
Se estima que en Uganda la prevalencia de VIH en adultos está un poco por debajo del 7% y que 940.000 personas viven con el virus. Aunque las directrices de PEPFAR establecen que los hombres que practican sexo con hombres deberían constituir una prioridad en la prevención del VIH, el Ministerio de Información de Uganda ha protestado a ONUSIDA respecto a la inclusión de personas homosexuales en la planificación de iniciativas de prevención del VIH. James Kigozi, de la Comisión del SIDA de Uganda, ha defendido la falta de cualquier referencia a hombres gay o bisexuales en la estrategia frente al VIH del país declarando que “la práctica de la homosexualidad es ilegal”.
Aquellas organizaciones que promueven activamente el odio hacia las personas homosexuales y propagan información inexacta sobre la fiabilidad de los condones son excluidas de la provisión de fondos de PEPFAR. Sin embargo, Human Rights Watch destaca las actividades de la Iglesia Comunitaria de Makerere del pastor Martin Ssempra.
En su página web ha colgado listas de activistas ugandeses en el campo de los derechos de los homosexuales, así como fotos y datos de contacto, refiriéndose a ellos como “promotores de la homosexualidad”. En 2005, el pastor testificó ante un comité del Congreso de EE UU como representante de la Fuerza de Trabajo en SIDA de la Primera Dama de Uganda. En agosto, ayudó a organizar una campaña para exigir al gobierno que actuase contra las personas gay, denominando a la conducta homosexual como “un acto delictivo contra la ley de la naturaleza”.
La Iglesia Comunitaria de Makerere también propaga información en la que se afirma que los condones no protegen contra el VIH y ha quemado condones en público. La organización ha recibido 40.000 dólares de los fondos PEPFAR para realizar un programa de educación en abstinencia.
“Respaldar los prejuicios con dinero es un enfoque con consecuencias fatales para todos”, declaró Scott Long de Human Rights Watch. La organización está apremiando al gobierno estadounidense para que “condene este trato contra lesbianas, gays, bisexuales y transexuales en Uganda tanto por destructivo en lo que se refiere a la protección de los derechos humanos como por peligroso para la salud”.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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