Los médicos advirtieron de la necesidad de proporcionar vacuna y tratamiento para la gripe a pacientes con VIH

Muchas personas con VIH desarrollarán gripe durante el período de enfermedad, aún cuando hayan sido vacunados contra ella, afirmó un grupo de investigadores canadienses.

Adam Legge

Los autores dicen que se necesita hacer más para educar a las personas con VIH sobre los signos de la enfermedad a fin de asegurar que obtienen un rápido acceso a tratamientos antivirales como Tamiflu (oseltamivir), especialmente en el caso de una pandemia de gripe.

Se han realizado muy pocos estudios sobre enfermedades virales del tracto respiratorio superior desde el uso generalizado de la terapia antirretoviral (TAR).

De modo que un grupo de investigadores del Centro de Salud de la Universidad McGill en Montreal (Canadá) examinó a 50 pacientes con VIH que se presentaron con fiebre y síntomas respiratorios durante las temporadas de gripe de 2003/4 a 2005/6. Tomaron frotis de la nariz de cada paciente y realizaron cultivos para los virus respiratorios habituales.

Encontraron indicios de una infección viral en el 42% de los pacientes, aun cuando el 76% de todos los pacientes había recibido una inyección para la gripe esa temporada.

Diez pacientes tuvieron virus de la influenza A, el más grave de los dos tipos. Otros diez tuvieron la cepa más suave, el virus de la  influenza B.

A pesar del hecho de que muchos estaban sufriendo una infección viral (no bacteriana), al 70% se le prescribió antibióticos. Ninguno de los pacientes había recibido tratamientos específicos antigripales como Tamiflu (Klein 2007).

Los autores afirman que ésta es la primera investigación que sugiere que existen niveles muy altos de virus tanto de la influenza A como de la B entre personas con VIH que toman TAR, a pesar del hecho de que muchos habían recibido inyecciones para la gripe.

En promedio, los pacientes dejaron pasar tres días antes de presentarse en la clínica después de que apareciera el primer síntoma. Idealmente, fármacos como Tamiflu deberían administrarse en las primeras 48 horas desde la aparición de los síntomas y el equipo de investigadores resalta que tanto los pacientes como los proveedores de cuidado sanitario tienen que ser más conscientes de cómo la gripe común se encuentra entre las personas con VIH, de modo que puedan obtener un acceso rápido a tratamiento.

Los centros externos del VIH también deberían tener acceso a una prueba rápida de frotis respiratorios para acelerar el diagnóstico.

Un hallazgo sorprendente fue lo habitual que fue el virus influenza B en este grupo de pacientes, cuando en la población general canadiense la proporción de personas con el más grave virus influenza A estuvo entre el 81% y el 99% en las tres temporadas estudiadas.

El grupo de investigadores afirma que no existe una razón evidente para esta diferencia aparte de la posibilidad de que las personas con VIH que desarrollaron gripe estuvieran agrupadas en zonas específicas.

Finalmente, los autores señalan que esta susceptibilidad a la gripe entre las personas con VIH vacunadas suscita preocupaciones serias sobre lo preparados que están los servicios sanitarios para la prevista pandemia de gripe.

Las personas con VIH podrían estar especialmente en riesgo y actuar como un potencial reservorio de infección de gripe entre la población general. Hay que considerar seriamente la posibilidad de, en caso de pandemia, dirigir el tratamiento antirretroviral a las personas con VIH.

Otro estudio recientemente publicado ha sugerido que los proveedores de cuidado sanitario canadienses habían actuado muy bien al asegurar que el 76% de las personas con VIH recibiera una vacuna para la gripe.

Un estudio de EE UU de 1990 a 2002 sugiere que aunque el número de personas con VIH que reciben una inyección para la gripe aumentó año tras año, aun así, sólo llegó al 42% en 2002, muy por debajo de la tasa recomendada del 60% para todos los grupos en situación de alto riesgo (Gallagher 2007).

Referencias: Klein MB et al. Influenza infection is a primary cause of febrile respiratory illness in HIV-infected adults, despite vaccination. Clinical Infectious Diseases 45: 234-240, 2007.

Gallagher KM et al. Predictors of influenza vaccination on HIV-infected patients in the United States, 1990-2002. Journal of Infectious Diseases 196, 339-342, 2007

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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