El informe de la Oficina presupuestaria del Gobierno muestra que la Oficina del Coordinador Mundial del SIDA (OGAC, en sus siglas en inglés), el departamento gubernamental responsable de implementar el PEPFAR, ha ido incluso más allá de lo exigido por la legislación al pedir a los programas de los países que dediquen, en 2006, al menos la mitad de los fondos de prevención a actividades de prevención de la transmisión sexual y dos tercios de esta cantidad a promocionar la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad dentro del mismo.
Sin embargo, cierto número de programas PEPFAR de país encuestados por la Oficina presupuestaria del Gobierno afirmaron que estas exigencias estaban provocando problemas como:
- La necesidad de recortar los servicios de prevención de transmisión de madre a hijo a fin de alcanzar los objetivos de gasto en la prevención basada en la abstinencia.
- En algunos países fueron sacrificados programas de prevención integrales que incluían la promoción del condón para toda la población en riesgo para dar prioridad a la abstinencia sexual antes del matrimonio.
- La aplicación de las reglas de OGAC sobre educación basada en abstinencia a programas financiados por Estados Unidos, pero no dentro del PEPFAR (como la ayuda USAID no apropiada dentro de la iniciativa mundial contra el VIH/SIDA).
Además, los programas de país afirmaron a la Oficina presupuestaria del Gobierno que la orientación marcada por la OGAC era ambigua y estaba provocando confusión en el terreno. Por ejemplo, un programa de país era incapaz de determinar si debería gastar dinero en trabajo de prevención orientado a parejas casadas, dado que las ONG que recibían apoyo PEPFAR decían que no estaban seguras sobre la diferencia entre información sobre condón y promoción del condón (lo último está prohibido por PEPFAR), y se sentían obligadas a no hablar de condones con los jóvenes a pesar de existir una demanda obvia para hacerlo.
El doctor Mark Dybul, delegado jefe del programa PEPFAR, señaló que la provisión de condones de EE UU había aumentado de 248 millones en 2001 a 429 millones el pasado año.
OGAC ha prometido actualizar y clarificar sus guías en respuesta al informe, pero otras agencias gubernamentales rechazaron la necesidad de una revisión respecto a cómo las financiaciones no-PEPFAR se ven afectadas por las normas.
La Oficina presupuestaria del Gobierno ha recomendado que el congreso debería revisar los requisitos de gasto en educación basada en abstinencia para determinar si están inhibiendo las actividades de prevención en general.
"Este informe confirma lo que hemos estado diciendo siempre", declaró Paul Zeitz, director de la Alianza Mundial contra el SIDA (GAA, en sus siglas en inglés). "Ha existido una gran preocupación sobre esta política (por parte de la Unión Europea, altos cargos de la ONU, expertos africanos, organizaciones religiosas y otros) y estaba completamente justificada. Hay vidas en juego, y por eso necesitamos que el congreso intervenga rápidamente para arreglar esta política."
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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