Las tasas de realización de pruebas del VIH siguen siendo bajas en Soweto

Un estudio publicado en la edición digital de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes considera que los programas de detección de la infección por VIH deben ser ampliados en los suburbios sudafricanos.

Michael Carter

La mayor parte de los participantes en el estudio nunca se habían sometido a pruebas diagnósticas de la infección por VIH y los niveles de realización de dichos tests fueron especialmente bajos entre los hombres más jóvenes y las personas de peor estatus socioeconómico.

“Genera gran preocupación el hecho de que aproximadamente la mitad de los participantes no fueran conscientes de su estado serológico al VIH en una zona donde la infección por este virus es hiperendémica”, comentaron los investigadores, que esperan que su estudio pueda “ayudar en el desarrollo de estrategias futuras sobre detección y tratamiento”.

El aumento del número de personas que realizan pruebas diagnósticas de la infección por VIH constituye una prioridad tanto para los programas preventivos como para aquellos relacionados con el tratamiento en diversos entornos.

Sudáfrica presenta una prevalencia especialmente elevada de VIH y la mayoría de la población no se ha sometido a pruebas de detección del virus. En marzo de 2010, el ministro de Sanidad sudafricano anunció la puesta en marcha de una campaña para efectuar pruebas diagnósticas a 15 millones de personas en un año. A 1 de diciembre de 2010, unos 4,6 millones de personas se habían sometido al test.

Los investigadores querían determinar la proporción de hombres y mujeres jóvenes de Soweto que habían realizado pruebas de detección del VIH y comprobar si había alguna característica socioeconómica relacionada con el hecho de hacer los tests.

“El presente estudio, que utilizó una amplia muestra representativa de la población general, puede servir para informar los programas dirigidos a la expansión de las pruebas de detección del VIH y para favorecer el acceso de las personas seropositivas a la atención médica y al tratamiento”, sugirieron los autores.

Entre julio y octubre de 2007, un total de 3.416 hombres y mujeres fueron entrevistados en sus casas sobre su historial de pruebas de detección del VIH. La mayoría de los participantes (55%) eran mujeres y todos tenían edades comprendidas entre los 18 y los 32 años.

Solo el 49% afirmaron haber realizado una prueba de detección del VIH. Las mujeres presentaron una mayor probabilidad de haberse sometido a una que los hombres (65% y 29%, respectivamente, p <0,001).

De las personas que habían efectuado alguna vez a la prueba, el 58% indicaron que se habían sometido, como mínimo, a un test de confirmación. Una vez más, las pruebas confirmatorias fueron más habituales en mujeres que en hombres (61% y 50%, de forma respectiva, p <0,0001).

El 17% de los hombres y el 44% de las mujeres manifestaron haber realizado una prueba recientemente -durante el año previo a la encuesta-.

Entre aquellos que nunca se habían sometido a pruebas de detección del VIH, las principales razones para justificar este hecho fueron pensar que no estaban en riesgo (37%) y estar preocupados por el posible resultado (17%).

Diversos factores se asociaron con la realización de pruebas de detección del virus de la inmunodeficiencia humana.

En el caso de los hombres, entre dichos factores se encontraron: tener una edad superior a los 23 años (p <0,0001), un mayor poder adquisitivo (p= 0,008), estar casado (p <0,001) y tener hijos (p <0,001).

Los varones sexualmente activos presentaron una mayor probabilidad de declarar que se habían sometido alguna vez a una prueba de detección del VIH (p <0,001).

Entre las mujeres, los factores asociados con la realización de pruebas diagnósticas incluyeron una edad superior a los 23 años (p <0,001), estar casadas (p <0,001) y tener hijos (p <0,001). Del mismo modo, el ser activas respecto al sexo se relacionó con haberse sometido a dichos tests diagnósticos.

Por otra parte, el haber experimentado violencia durante la niñez se vinculó con la realización de pruebas tanto en hombres como en mujeres (p= 0,025), como también se vinculó el hecho de hablar sobre el VIH (p <0,001) y haber oído hablar acerca de la terapia antirretroviral (p <0,001).

“Mejorar la comunicación sobre el VIH puede conllevar una mayor aceptación de las pruebas diagnósticas, así como un incremento en el número de ellas realizadas”, indicaron los investigadores. Por otra lado, propusieron que se lleven a cabo “más estudios (…) para dilucidar con quién tienen lugar dichas conversaciones, el contexto de estas y su impacto sobre la realización de pruebas de detección del VIH”.

“Estos datos sugieren que todavía existe una gran necesidad de ampliar la realización de pruebas diagnósticas del VIH en esta zona urbana donde la infección es hiperendémica”, afirmaron los autores del estudio. Así, concluyeron: “Dada la elevada prevalencia, de forma continuada, de la infección por VIH en Sudáfrica y los planes para expandir la realización voluntaria de counselling y pruebas en el país, el presente estudio resulta oportuno para poner de relieve que es preciso acometer mayores esfuerzos para aumentar la realización de pruebas diagnósticas del VIH”.

Referencia: Venkatesh KK, et al. Who gets tested for HIV in a South African urban township? Implications for test and treat and gender-based prevention interventions. J Acquir Immune Defic Syndr, online edition: DOI: 10. 1097/QAI.0bo13e318202c82c, 2010 (En este enlace podrás acceder al abstract del estudio de forma gratuita).

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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