Emplear líderes de opinión no supone un beneficio extra respecto a las intervenciones intensivas de prevención del VIH

La prevención del VIH utilizando "líderes de opinión pública" para reducir los comportamientos sexuales de riesgo y la incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) no resulta más eficaz que las intervenciones consistentes en el counselling, el tratamiento de las ITS y la provisión de preservativos, según informa un equipo de investigadores en la edición digital de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes.

Michael Carter

El estudio prospectivo se llevó a cabo en cinco países que registran una elevada prevalencia del VIH. Los resultados del ensayo fueron "contrarios a los esperados", pero los autores consideran que se debió a la prevención intensiva ofrecida a los participantes en el grupo de control.

El equipo de investigadores indica que, con frecuencia, este nivel de prevención resulta imposible de alcanzar en muchos entornos con recursos limitados más allá del contexto de los ensayos clínicos. Por el contrario, los programas de prevención empleando líderes populares de opinión han evidenciado tener una elevada rentabilidad.

Las actividades de educación entre iguales, que implican la formación y participación de personas de comunidades con un alto riesgo de infección por VIH para apoyar personalmente los mensajes preventivos, han demostrado que ayudan a reducir los comportamientos sexuales de riesgo en algunas poblaciones.

Sin embargo, existe poca información en cuanto al uso de los educadores entre iguales, o de los líderes de opinión pública, en entornos con recursos limitados.

En consecuencia, entre 2002 y 2007, un equipo de investigadores de EE UU realizó un estudio en cinco países con una elevada prevalencia de VIH para "evaluar de forma rigurosa" el empleo de dicha iniciativa de prevención.

Se seleccionaron puntos de reunión pública en China, la India, Perú, Rusia y Zimbabue. En todas las sedes se disponía de servicios de detección y tratamiento de las ITS, así como de preservativos gratuitos o a bajo precio. Se eligió de forma aleatoria a la mitad de las sedes para proporcionar una intervención basada en líderes de opinión pública.

El  período de seguimiento se prolongó 24 meses. Al inicio del estudio y posteriormente otra vez a los 12 y 24 meses, las 18.147 personas inscritas en el estudio fueron sometidas a pruebas para detectar la presencia de VIH y otras ITS, recibieron un counselling exhaustivo al concluir la prueba (cada vez que se la hicieron), y además -en cada una de las tres visitas de seguimiento- un entrevistador experimentado les hizo una entrevista de 45 minutos relativa a comportamientos sexuales de riesgo, consumo de alcohol y drogas y síntomas de la enfermedad.

Los participantes asignados de forma aleatoria al brazo del estudio de los líderes comunitarios de opinión pública también recibieron una intervención diseñada para incentivar la influencia de dichos líderes locales -que habían sido formados sobre el modo de promocionar prácticas sexuales seguras en la vida cotidiana entre sus contactos habituales- adaptada a las características del país y la cultura.

Las intervenciones en el grupo de líderes de opinión se llevaron a cabo en diferentes entornos según los países: dormitorios de la escuela de comercio (Rusia), tiendas urbanas de vino (la India), mercados (China), barrios (Perú) y aldeas (Zimbabue). Los puntos de reunión social de cada país fueron distribuidos de forma aleatoria al brazo de control o al de intervención después de emparejarlos según la incidencia de infecciones de transmisión sexual.

El equipo de investigadores comparó las tasas declaradas de sexo sin protección y de nuevos diagnósticos de ITS (incluyendo el VIH) entre los dos brazos del estudio.

Al término de los dos años del ensayo, la proporción de personas que afirmaron practicar sexo sin protección había disminuido en un 33% en ambos brazos del estudio. Aunque este nivel de reducción varió entre los distintos países (entre un 11 y un 64%), el uso de los líderes de opinión pública no evidenció ofrecer un beneficio adicional en ninguno de los escenarios.

De igual modo, la incidencia de las infecciones de transmisión sexual se redujo de forma similar en los dos brazos del ensayo (en un 20%, de manera aproximada).

Sin embargo, un análisis más detallado de los resultados reveló que las tasas de herpes genital fueron más bajas en el grupo de líderes de opinión pública, tanto en China (p= 0,012) como en Rusia (p= 0,016).

"Contrariamente a lo esperado, la intervención que utilizó líderes de opinión pública de la comunidad y la intervención de comparación obtuvieron unas reducciones similares, significativas y relevantes desde el punto de vista clínico en cuanto a la incidencia de ITS y las prácticas autodeclaradas de relaciones sexuales sin protección fuera del matrimonio", comentan los investigadores.

Asimismo, los autores subrayan que los participantes en el grupo de comparación habían recibido unos servicios intensivos de prevención del VIH y sobre salud sexual. Es importante destacar que el brazo de control no representaba el estándar de cuidado existente en cada país en ese momento. En China, por ejemplo, el tratamiento para las ITS normalmente consiste en un tratamiento herbal tradicional dispensado por los farmacéuticos, en lugar de una terapia con antibióticos.

Desde la finalización del estudio, muchos de los componentes de los servicios integrales de prevención disponibles en las sedes del ensayo han desaparecido debido a la falta de financiación. El equipo de investigadores señala que se ha cuestionado la ética de ofrecer un brazo de comparación (en este caso consistente en la realización intensiva de counselling, pruebas y tratamientos) que no se puede mantener una vez concluido el ensayo.

Los autores apuntan que los programas de educación entre iguales en EE UU han demostrado ser muy rentables en términos de coste-eficacia. En ese país, se calcula que el precio de evitar una infección por VIH es de 40 dólares.

En relación con esto, sugieren que, "para una comunidad con pocos recursos, es más probable que sea posible llevar a cabo la intervención con líderes de opinión pública comunitarios que las intensivas intervenciones preventivas de comparación".

No obstante, como este estudio no comparó la realización intensiva de counselling y pruebas con la intervención basada únicamente en líderes populares, se desconoce el posible impacto de esta última intervención de forma aislada.

Referencia: The NIMH Collaborative HIV/STD Prevention Trial Group. Results of the NIMH collaborative HIV sexually transmitted disease prevention trial of a community popular opinion leader intervention. J Acquir Immune Defic Syndr (advance online publication), 2010.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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