Boletín especial de infohep sobre El Encuentro del Hígado 2017

El boletín de infohep de este mes se centra en las novedades presentadas en El Encuentro del Hígado 2017 (The Liver Meeting 2017), organizado por la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas (AASLD, en sus siglas en inglés), que tuvo lugar en Washington DC (EE UU), entre los días 20 y 24 de octubre de 2017. Los temas seleccionados en este boletín son:

Infohep/Aidsmap

La calidad de vida mejora tras la curación de la hepatitis C

Zobair Younossi, durante su intervención en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

Zobair Younossi, durante su intervención en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

Las personas que se curan de la hepatitis C gracias a un tratamiento con antivirales de acción directa (DAA) mantuvieron unas mejoras sostenidas en su calidad de vida relacionada con la salud, incluyendo parámetros tanto de salud física como mental, según los resultados de un estudio presentado el mes pasado en El Encuentro del Hígado.

El estudio –en el que se analizaron los datos de todas las personas curadas de hepatitis C en ensayos clínicos gracias a un tratamiento basado en sofosbuvir– reveló que los participantes experimentaron mejoras significativas en aspectos relacionados con la calidad de vida como dolor, actividad física, vitalidad, salud mental y emocional e interacción social.

Las puntuaciones en las escalas de medición de la calidad de vida empezaron a mejorar durante el tratamiento y siguieron haciéndolo una vez completado este. La mejora en la calidad de vida se mantuvo a lo largo del periodo de tres años de seguimiento.

Estos hallazgos tienen repercusiones importantes en las políticas dirigidas a pacientes, ya que evidencian que “el tratamiento no solo se limita a un beneficio clínico, sino que también se relaciona con la experiencia del paciente”, afirmó el ponente Zobair Younossi, del Hospital Inova Fairfax en Virginia (EE UU).

Enlaces relacionados:

Puedes leer “Hepatitis C cure leads to improved quality of life” en infohep.org

Realización de pruebas de hepatitis C y reducción del consumo de opioides

Hooman Farhang Zangneh, durante su intervención en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

Hooman Farhang Zangneh, durante su intervención en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

El virus de la hepatitis C (VHC) puede transmitirse con facilidad a través del uso compartido de agujas y las personas usuarias de drogas intravenosas presentan unas elevadas tasas de incidencia del VHC (nuevas infecciones) y prevalencia (total de infecciones existentes). La prevención y el tratamiento del VHC en el caso de los usuarios de drogas (en activo o que las consumieron en el pasado) constituyó un tema central en El Encuentro del Hígado, especialmente en el contexto del crecimiento de las epidemias de consumo de opioides en América del Norte y en otros lugares del mundo.

Las personas usuarias de drogas intravenosas conforman una importante proporción del total de personas que viven con hepatitis C (y, en consecuencia, de aquellas que necesitarán recibir tratamiento para poder eliminar la amenaza para la salud pública que supone el VHC). Sin embargo, muchas de estas personas no se han sometido a una prueba y desconocen si tienen el VHC. Los programas de tratamiento de adicciones –como aquellos que brindan terapia de sustitución de opiodes con metadona o buprenorfina– ofrecen un posible punto de acceso a los servicios de atención de la hepatitis C.

Someterse a una prueba del VHC se relacionó con una reducción del consumo de drogas, sobre todo en el caso de las personas que dieron un resultado positivo. Sin embargo, también se observó cierta reducción incluso entre las personas que dieron negativo en la prueba, según los resultados del estudio presentados en la conferencia.

El análisis multivariable, en el que se tuvieron en cuenta diversos factores, reflejó que las personas que dieron positivo al VHC fueron un 33% más propensas a reducir el consumo de opioides sin receta, en comparación con las que dieron negativo en la prueba diagnóstica de la hepatitis C. Las personas diagnosticadas del VHC también fueron aproximadamente un 50% más propensas a reducir su consumo de benzodiacepinas y cocaína.

Enlaces relacionados:

Puedes leer “Hepatitis C testing linked to reduced opioid use among people who inject drugs” en infohep.org

Enfermedad del hígado graso no alcohólico y esteatohepatitis no alcohólica

Alina Allen, durante su presentación en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

Alina Allen, durante su presentación en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

La enfermedad del hígado graso no alcohólico –y su forma más grave, la esteatohepatitis no alcohólica– se refiere a la acumulación de grasa en el hígado en personas que no son grandes consumidoras de alcohol. La enfermedad del hígado graso –que a menudo se relaciona con la obesidad y el síndrome metabólico– constituye actualmente la enfermedad hepática crónica más frecuente a escala mundial. Con el tiempo, la acumulación de grasa en el hígado y los procesos concomitantes de inflamación y generación de tejido cicatrizado (fibrosis y cirrosis) pueden interferir en la función hepática normal y conducir a la aparición de cáncer de hígado.

La enfermedad del hígado graso también está relacionada con un mayor riesgo de sufrir acontecimientos cardiovasculares y, de hecho, las personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico tienen una mayor probabilidad de fallecer por un problema cardiaco que hepático.

Las mujeres con esta dolencia presentaron un mayor riesgo de sufrir acontecimientos cardiovasculares como dolor pectoral y fallo cardiaco, en comparación con las mujeres sin dicha enfermedad, y el riesgo fue similar al de los hombres con enfermedad del hígado graso no alcohólico, según las conclusiones de un estudio presentado en El Estudio del Hígado.

El equipo de investigadores determinó que una mujer de 50 años con una enfermedad del hígado graso tenía, aproximadamente, el mismo riesgo cardiovascular que un hombre de 53 años con la misma dolencia, que un hombre de 58 años sin esta enfermedad o que una mujer de 67 años también sin la enfermedad.

El tratamiento de la acumulación de grasa en el hígado sigue siendo experimental y no está claro si los posibles tratamientos tendrán algún impacto sobre la salud a largo plazo de las personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico o esteatohepatitis no alcohólica.

Varias empresas farmacéuticas están desarrollando fármacos para tratar la esteatohepatitis no alcohólica. En El Encuentro del Hígado, la compañía Gilead Sciences presentó los resultados de fase 2 del fármaco GS-0976, un medicamento diseñado para interrumpir uno de los pasos en la conversión de carbohidratos en ácidos grasos en el hígado.

En el estudio de distribución aleatoria controlado con placebo se inscribieron personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico que presentaban indicios de acumulación de grasa en dicho órgano y/o un estadio F1-F3 de fibrosis. El estudio evidenció que las personas que recibieron GS-0976 experimentaron unas reducciones significativas en los niveles de acumulación de grasa en el hígado y asimismo del grado de fibrosis. Sin embargo, la concentración de triglicéridos también aumentó de forma modesta en las personas que recibieron el medicamento y será necesario realizar un seguimiento más prolongado para poder determinar los efectos de estos cambios.

Enlaces relacionados:

Puedes leer “Women with fatty liver disease at higher risk for heart disease” en infohep.org

Puedes leer “Experimental therapy improves liver fat and fibrosis in people with NASH” en infohep.org

Cáncer de hígado y hepatitis vírica

George Iaonnou, durante su presentación en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

George Iaonnou, durante su presentación en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

Las personas que alcanzaron una respuesta virológica sostenida gracias al tratamiento de la hepatitis C redujeron aproximadamente en un 70% el riesgo de sufrir carcinoma hepatocelular (HCC) con independencia de si fueron tratadas con nuevos antivirales de acción directa (DAA) o con la antigua terapia basada en interferón, según los hallazgos de un estudio presentado en El Encuentro del Hígado.

Los hallazgos proceden de la mayor cohorte de personas tratadas de hepatitis C: 62.354 personas en los hospitales regentados por el Departamento de Asuntos para Veteranos de EE UU.

Tras tener en cuenta más de 20 factores –como las características demográficas, el genotipo del VHC, la coinfección por el VIH o la hepatitis B y la gravedad de la enfermedad hepática–, la respuesta virológica sostenida al tratamiento se relacionó con un descenso del 68% en el riesgo de nuevos casos de carcinoma hepatocelular entre las personas sin cirrosis y una reducción del 50% entre las que sí tenían cirrosis.

Estos hallazgos vienen a confirmar los resultados de otros estudios de gran tamaño que reflejaron que el tratamiento con los DAA no está vinculado con un mayor riesgo de sufrir cáncer de hígado en personas sin historial previo de este tipo de cáncer. Este estudio no aborda la cuestión de si el tratamiento con DAA aumenta el riesgo de recurrencia de carcinoma hepatocelular, como han indicado varios estudios previos.

Un segundo estudio, realizado con personas de Taiwán que presentaban una hepatitis B crónica, evidenció que el riesgo de desarrollar cáncer de hígado se redujo en un 37% a lo largo de un periodo de seguimiento de cuatro años en personas que tomaban aspirina de forma diaria. La mayor parte de los participantes no tomaban tratamiento de la hepatitis B y solo el 5% presentaban una enfermedad hepática avanzada (cirrosis).

Las directrices de tratamiento de EE UU recomiendan el uso de aspirina como tratamiento preventivo en personas que presentan un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, y para reducir el riesgo de cáncer de colon. Otros países se han mostrado más cautos a la hora de recomendar el empleo de aspirina como método de prevención primaria de la enfermedad cardiovascular, debido al riesgo de que se produzcan hemorragias gastrointestinales.

En un estudio de gran tamaño llevado a cabo por un equipo de investigadores de Hong Kong –donde 600.000 personas recibieron seguimiento durante un promedio de siete años– se descubrió que el uso diario de aspirina redujo en un 47% el riesgo de cáncer hepático y también redujo el riesgo de otros cánceres del aparato digestivo. El estudio se realizó entre la población general. Estas conclusiones fueron presentadas recientemente en la 25 Semana de la Gastroenterología de la Unión Europea, celebrada en la ciudad de Barcelona.

En la actualidad, no existe ninguna recomendación respecto al empleo de aspirina como prevención del cáncer de hígado y será necesario efectuar un análisis más exhaustivo de los resultados antes de poder extraer cualquier recomendación. Es importante ser conscientes de que el uso diario de aspirina (incluso en dosis bajas) entraña un riesgo pequeño, aunque no descartable, de que se produzcan hemorragias gastrointestinales.

Enlaces relacionados:

Puedes leer “Curing hepatitis C with DAAs linked to 71% reduction in liver cancer” en infohep.org

Puedes leer “People treated for hepatitis C have unexpectedly high rate of liver cancer recurrence” en infohep.org

Puedes leer “Daily aspirin therapy linked to lower liver cancer risk” en infohep.org

Puedes leer más sobre el estudio de Hong Kong en el sitio web de EurekAlert!

Eliminación de la hepatitis C en personas con el VIH

Juan Berenguer y Juan González, de GeSIDA, en la EACS 2017. Créditos de la imagen: @GeSIDA

Juan Berenguer y Juan González, de GeSIDA, en la EACS 2017. Créditos de la imagen: @GeSIDA

La eliminación de la hepatitis C dependerá de que se implementen unos elevados niveles de diagnóstico y acceso al tratamiento, así como de la inclusión de personas con hepatitis C en los servicios de atención. Las personas que viven con el VIH tienen unos altos niveles de inclusión en los servicios de atención para el manejo a largo plazo de la infección por el VIH. Un reciente estudio realizado en España y Suiza refleja que es posible eliminar la hepatitis C en la población de personas con el VIH, siempre que exista un acceso a la terapia.

En la XVI Conferencia Europea del Sida organizada de forma reciente por la Sociedad Europea del Sida (EACS, en sus siglas en inglés) y celebrada en la ciudad de Milán (Italia), el doctor Juan Berenguer informó de la disminución de la prevalencia del virus de la hepatitis C (VHC) entre las personas que viven con el VIH en España. Tras recopilar muestras de las cohortes clínicas del VIH en España, Berenguer y su equipo de colaboradores encontraron que la prevalencia de la infección crónica por la hepatitis C prácticamente se ha reducido a la mitad entre finales de 2015 y finales de 2016 (pasando del 22% al 11,6%). Este descenso coincide con la oferta, desde principios de 2016, del tratamiento con antivirales de acción directa para la hepatitis C a todas las personas que presenten un grado F2 o superior de fibrosis, además de la provisión de tratamiento con DAA a todas las personas en situación de riesgo de transmitir el VHC, con independencia de su grado de fibrosis.

Una política sistemática de realización de pruebas y provisión de tratamiento permitió, en un periodo de 8 meses, curar al 99% de los hombres que practican sexo con hombres (HSH) que tenían hepatitis C en la Cohorte Suiza del VIH y también redujo en casi dos tercios la prevalencia de hepatitis C, según informó en la conferencia Dominique Braun, del Hospital Universitario de Zúrich.

La Cohorte suiza del VIH se propuso identificar a todos los HSH infectados por la hepatitis C y el VIH, con el objetivo de curar la hepatitis C a tantos hombres como fuera posible y así reducir la tasa de transmisión sexual de este virus entre esa población en Suiza. Al igual que en otros países de Europa occidental, desde mediados de la década de 2000 Suiza ha experimentado un gran aumento en los casos de infección por la hepatitis C entre hombres homosexuales y bisexuales con el VIH. Este aumento puede explicarse, en parte, por un aumento en el consumo de drogas (como la metanfetamina inyectable durante las relaciones sexuales), pero también por las prácticas sexuales sin preservativo.

El cribado realizado en 2015 permitió identificar a 177 hombres que presentaban una infección crónica por el VHC (el 4,8% de los HSH de la cohorte), de los que 147 ya contaban con un diagnóstico previo. A todos los hombres infectados por el VHC de genotipo 1 o 4 se les ofreció tratamiento inmediato con grazoprevir/elbasvir (Zepatier) durante 12 o 16 semanas. El 99% de estos hombres se curaron de la hepatitis C.

En principio, siempre existe la posibilidad de una reinfección por el VHC, ya que la cura de la infección no genera ninguna inmunidad. En consecuencia, a los participantes del estudio también se les invitó a participar en una intervención conductual diseñada para reducir el riesgo de reinfección, a través de la evaluación de las conductas sexuales y ayudando a los participantes a identificar estrategias de reducción de riesgos para evitar la reinfección. Hasta la fecha, no se ha detectado ningún caso de reinfección en esta cohorte de estudio.

Enlaces relacionados:

Puedes leer “Hepatitis C halved in Spanish people living with HIV in one year due to treatment” en infohep.org

Puedes leer “Hepatitis C test-and-treat programme reduces HCV by two-thirds among men who have sex with Men in Swiss HIV Cohort” en infohep.org

Puedes visitar la sección dedicada a EACS 2017 en la web de infohep.org

Puedes visitar el sitio web oficial de la conferencia

Demanda contra la patente de Gilead sobre sofosbuvir en EE UU

Un grupo compuesto por activistas y abogados especializados en propiedad intelectual de EE UU han presentado una demanda legal contra la patente de Gilead sobre sofosbuvir (un fármaco para tratar el VHC), según anunció recientemente I-MAK. La demanda sostiene que las seis patentes fundamentales del medicamento no cumplen con los estándares legales de novedad y falta de evidencia. En concreto, el equipo de abogados argumenta que sofosbuvir no constituye un nuevo tipo de fármaco y que su estructura es muy semejante a la de otros muchos medicamentos del mismo tipo. En consecuencia, el equipo de abogados argumenta que no se precisó mucha inventiva para crear sofosbuvir y que la empresa se está beneficiando de su buena suerte a la hora de identificar un compuesto altamente eficaz, más que por cualquier originalidad o inventiva.

I-MAK afirma que las protecciones injustificadas de patentes evitan que se puedan vender versiones genéricas de sofosbuvir en EE UU.

Enlace relacionado:

Puedes leer el anuncio en el sitio web de I-MAK

Tratamiento del genotipo 3

Steven Flamm, durante su presentación en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

Steven Flamm, durante su presentación en El Encuentro del Hígado 2017. Foto: Liz Highleyman, hivandhepatitis.com

Glecaprevir y pibrentasvir, los dos fármacos presentes en Maviret –un comprimido coformulado que recientemente recibió la aprobación–, demostraron ser capaces de ofrecer unas tasas elevadas de respuesta virológica sostenida en el tratamiento de personas con infección crónica por el genotipo 3 del virus de la hepatitis C (considerado como difícil de tratar) y de las personas con cirrosis hepática, según dos estudios presentados en El Encuentro del Hígado.

Al realizar un análisis integrado de los datos procedentes de los ensayos clínicos, se comprobó que la toma de glecaprevir/pibrentasvir durante 8 semanas consiguió curar al 98% de las personas infectadas por el genotipo 3 sin cirrosis, mientras que la administración de esta combinación durante 12 semanas curó al 100% de las personas con genotipo 3 con cirrosis. Un análisis relacionado evidenció que la toma de la combinación durante 12 o 16 semanas curaba al 96% de las personas infectadas por cualquiera de los genotipos y con cirrosis compensada.

Enlace relacionado:

Puedes leer “Maviret cures most people with HCV genotype 3 and those with cirrhosis” en infohep.org

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