El 2 de julio, el Tribunal Supremo de Nueva Delhi (la India) sentenció que una ley proveniente de los días del Raj británico que criminalizaba “las relaciones carnales contra natura” era contraria a cuatro artículos de la constitución india, y que el sexo consensuado entre adultos en privado no debería criminalizarse.
La derogación de esta ley india, conocida como la Sección 377, fue bien recibida por Michael Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, quien afirmó que la criminalización de la homosexualidad “lleva a las personas a la clandestinidad, haciendo más difícil que puedan acceder a los servicios de prevención, tratamiento y atención sanitaria”.
En la Conferencia Internacional sobre el Sida del pasado año 2008, se manifestó que, incluso en países con epidemia heterosexual generalizada, los hombres gays y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH) se ven afectados de forma desproporcionada por el VIH, y que las leyes que criminalizan el sexo entre varones y la homofobia perjudican los esfuerzos de prevención del virus.
Más de ochenta países tienen una legislación que criminaliza las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. ONUSIDA está instando a todos los gobiernos para que respeten los derechos y la dignidad de HSH, lesbianas y personas transgénero, “a través de la derogación de leyes que prohíben actos sexuales consensuados entre adultos y de la protección de estos grupos de la violencia y la discriminación mediante leyes específicas, además de promover campañas contra la homofobia y la transfobia, y asegurar que se ofrecen unos servicios sanitarios cruciales”.
Una señal de lo interiorizada que está la homofobia en algunos países se pudo observar en una declaración realizada por el ministro de Ética de Uganda, Nsaba Buturo, en la que anunció una nueva ley que prohíbe la “promoción de los derechos homosexuales”.
Buturo también afirmó que resistiría la presión de los donantes internacionales que le instan a detener la persecución de personas gays y lesbianas del país.
En el pasado, este ministro había declarado que la homosexualidad “amenaza la civilización ugandesa”, y que ONUSIDA había urdido en secreto un complot para promover la homosexualidad.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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