Los hombres con VIH responden al tratamiento del cáncer de próstata de modo similar a los que no tienen el virus

La incidencia de este cáncer entre varones seropositivos no se conoce con precisión

Francesc Martínez
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La incidencia de cáncer de próstata en personas con VIH es un dato todavía desconocido, ya que no se han realizado estudios en grupos suficientemente grandes de población y, cuando se han llevado a cabo investigaciones al respecto, éstas han arrojado resultados contradictorios.

Algunos estudios han mostrado que la incidencia de cánceres no definitorios de sida es mayor en personas con VIH, pero eso se debe, principalmente, a los casos de cáncer de origen infeccioso –como el cáncer hepático, causado por el virus de la hepatitis C (VHC), o el cáncer anal, provocado por el virus del papiloma humano (VPH)–.

Para esclarecer el impacto del cáncer de próstata en personas con VIH, un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Diego (EE UU) llevó a cabo una revisión sistemática de la literatura científica. De entre las 176 publicaciones encontradas, un total de doce proporcionaban información detallada sobre 60 personas con VIH y cáncer prostático. Los resultados referentes a la incidencia siguieron siendo contradictorios. Aun así, los investigadores afirmaron que: “En los pocos estudios de cribado prospectivo no se detectó una elevada prevalencia de cáncer de próstata”.

Una de las posibles causas señaladas en relación con una mayor incidencia de este tipo de cáncer es el uso de terapia sustitutiva con testosterona en aquellos hombres con VIH que sufren de hipogonadismo –niveles bajos de testosterona, algo común en varones afectados por el virus de la inmunodeficiencia humana–.

Como los resultados no quedan claros, sería importante realizar un cribado riguroso de hombres con VIH –en especial si toman testosterona– en busca de casos de cáncer de próstata. Así, se podrían establecer recomendaciones relativas al empleo de terapia de sustitución con testosterona y a las necesidades de control de la próstata en hombres con VIH.

Los autores del estudio mencionaron que, recientemente, se ha hallado la presencia de un retrovirus en el tejido prostático de personas con cáncer que podría estar detrás de algunos casos. Si esa relación se demostrara, las personas con bajos recuentos de CD4 podrían tener un mayor riesgo de padecerlo y la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) podría tener un efecto beneficioso. De hecho, los inhibidores de la proteasa [IP] han evidenciado capacidad para reducir la proliferación de las células prostáticas.

Las recomendaciones actuales estadounidenses consisten en controlar los niveles de antígeno prostático específico (PSA, en sus siglas en inglés) en todos los varones mayores de 50 años con una esperanza de vida superior a 10 años. Como no existen recomendaciones específicas para hombres con VIH, estas recomendaciones de EE UU incluyen a un elevado número de ellos.

En los doce casos de hombres con VIH y cáncer de próstata con datos detallados, la mayoría presentaban niveles elevados de PSA y no tenían tumores palpables mediante tacto rectal. Las personas incluidas tenían una edad de 40-80 años y llevaban viviendo con VIH desde hacía una media de nueve años cuando se les diagnosticó. En ese mismo momento, la carga viral media era de 10.000 copias/mL y el recuento de CD4 promedio de 425 células/mm3 (rango: 24-1.070 células/mm3). Al ser diagnosticados, dieciocho hombres (35%) tenían tumores localizables y palpables, tres (6%), cáncer de próstata localizado avanzado, y cuatro (8%), metástasis diseminadas más allá de la próstata.

En los casos analizados, el cáncer de próstata parece comportarse de manera similar al de personas sin VIH. Los resultados a corto plazo de los tratamientos no muestran una mayor agresividad del tumor o una peor respuesta al tratamiento. No obstante, sería necesario evaluar datos de respuesta a largo plazo –que el estudio no incluía–.

En cuanto a los tratamientos, la prostectomía radical fue bien tolerada por personas con recuentos de CD4 superiores a 500 células/mm3. Otras opciones terapéuticas como la radioterapia (véase La Noticia del Día 12/12/2008) o la inserción de partículas radioactivas en el tumor mostraron ser técnicas seguras y que funcionaban de forma similar a cómo lo hacían en personas sin VIH.

De este modo, a falta de estudios que puedan analizar prospectivamente y en profundidad este tema, la eficacia de la terapia y la agresividad del cáncer de próstata parecen no depender del estado serológico de la persona. Por otro lado, como se mencionó con anterioridad, es muy importante el desarrollo de estudios para conocer la incidencia real de este cáncer en hombres con VIH.

Fuente: HIVandHepatitis.
Referencia: Silberstein J, Downs T, Lakin C and Kane CJ. HIV and prostate cancer: a systematic review of the literature. Prostate Cancer and Prostatic Diseases. 2009 (March); 12(1): 6-12.

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