La compañía se ha comprometido a aportar 10 millones de libras a un fondo semilla de una alianza público-privada, con el objetivo de desarrollar nuevas formulaciones pediátricas de fármacos anti-VIH. Muchas formulaciones pediátricas no resultan adecuadas para su uso en países en vías de desarrollo, bien porque son líquidos que requieren refrigeración o bien porque no están disponibles en formulaciones de pastillas en dosis fija, fáciles de suministrar.
A lo largo de diez años, se proporcionarán cinco millones de libras anuales a través del fondo Positive Action for Children (Acción Positiva por los Niños) para ayudar a evitar la transmisión de madre a hijo del VIH y para ayudar a los huérfanos y a los niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
GSK también está llevando a cabo una revisión exhaustiva de su cartera de productos relacionados con el VIH a fin de establecer la viabilidad técnica y el beneficio médico de combinar sus fármacos con otros antirretrovirales disponibles y, así, desarrollar nuevos tratamiento combinados de dosis fija.
La compañía farmacéutica británica, asimismo, ha anunciado que ha concedido a Aspen Pharmacare (una empresa de Sudáfrica) una licencia no exclusiva, libre de regalías, para fabricar abacavir. La Organización Mundial de la Salud recomienda que se emplee abacavir en el tratamiento de segunda línea, pero sigue siendo uno de las terapias de segunda línea más caras debido a la falta de demanda y la ausencia de competición entre los fabricantes.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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