La simplificación de tratamiento parece ser clínicamente segura en niños con carga viral detectable

Los niños con VIH que tienen una carga viral detectable a pesar de tomar una terapia antirretroviral potente quizá puedan beneficiarse de una simplificación segura de su tratamiento anti-VIH sin riesgo de progresión de la infección o de un mayor incremento de su carga viral, según un estudio publicado en la edición del 3 de marzo de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes.

Michael Carter

El tratamiento fue simplificado mediante la interrupción de la terapia con un inhibidor de la proteasa (IP) al tiempo que se mantenía el tratamiento con inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido (ITIN), y aunque esto condujo a un descenso del porcentaje de células CD4, no fue clínicamente significativo en ninguno de los niños.
 
La terapia antirretroviral puede suponer una vida más larga y saludable para los niños con VIH, pero un tratamiento previo subóptimo, los efectos secundarios, los problemas de adhesión, la falta de formulaciones pediátricas y los niveles de fármacos subóptimos o tóxicos pueden suponer que los niños no obtengan todo el beneficio del tratamiento anti-VIH y sigan manteniendo una carga viral detectable.
 
Las interrupciones tratamiento han sido examinadas con una opción para adultos que sufren efectos secundarios o el progreso de la replicación del VIH. Las interrupciones estructuradas de tratamiento guiadas tanto por el recuento de células CD4 como por la carga viral han sido examinadas en ensayos clínicos que han obtenido resultados decepcionantes. Otra estrategia examinada en pacientes con carga viral detectable ha sido una "interrupción parcial del tratamiento", es decir la interrupción de una familia de fármacos en una combinación antirretroviral que contiene varias familias. Esto también es conocido como simplificación de tratamiento.
 
Un grupo de médicos de Estados Unidos observó que los niños con una carga viral detectable que simplificaron su tratamiento anti-VIH mediante la interrupción de la terapia con un inhibidor de la proteasa, pero siguieron tomando  ITIN, permanecían clínicamente estables. Por consiguiente, el grupo de investigadores realizó un estudio retrospectivo que incluyó a todos los niños que habían seguido esta estrategia de tratamiento. Los objetivos del estudio eran describir los resultados clínicos, virológicos e inmunológicos de 26 niños que interrumpieron tratamiento con un inhibidor de la proteasa, pero mantuvieron la terapia ITIN.

Se realizó un seguimiento de todos los niños durante al menos seis meses tras la interrupción del tratamiento con un inhibidor de la proteasa. También hubo datos disponibles de 21 niños después de un año y de 11 niños dos años después de la simplificación del tratamiento.
 
Al inicio, los niños tenían una mediana edad de siete años. La mediana del porcentaje de células CD4 fue de un 27% y la mediana de la carga viral fue de 10.000 copias/ml. Las combinaciones de nucleósidos más habituales fueron 3TC (lamivudina, Epivir) con AZT (zidovudina, Retrovir) o 3TC con d4T (estavudina, Zerit). Se realizaron pruebas de resistencia a dieciséis niños al inicio y éstas indicaron que catorce de ellos tenían VIH que presentaba mutaciones de resistencia de gran alcance a dos o tres familias de fármacos.
 
Los 26 niños completaron 24 semanas de seguimiento y ninguno experimentó ninguna progresión de la infección por VIH. La carga viral no cambió de forma significativa, pero se produjo un descenso estadísticamente significativo del porcentaje de células CD4 (p=0,028). Sin embargo, en ninguno de los niños el porcentaje de células CD4 disminuyó tanto como para ponerlos en riesgo de desarrollar una enfermedad definidora de SIDA.
 
Un total de veintiún niños seguían incluidos en el análisis del grupo de investigadores a la semana 48. De nuevo, ninguno de estos niños experimentó ninguna progresión de la infección por VIH, y la carga viral seguía estable a aproximadamente 10.000 copias/ml. A pesar de que el porcentaje de células CD4 seguía siendo significativamente menor que al inicio (p=0,01), en ninguno de los niños fue peligroso.
 
A la semana 96 sólo once niños seguían tomando un régimen simplificado. En este punto se observaron resultados similares a los de las semanas 24 y 48.
 
"Hemos demostrado que la interrupción parcial del tratamiento no estuvo relacionada con la progresión clínica de la infección en una cohorte heterogénea de 26 niños", escriben los autores, que añaden que "uno puede plantear la hipótesis de que la interrupción parcial del tratamiento podría ser una opción aceptable en muchos casos y que en aquellos en los que disminuyen los parámetros de CD4 con o sin aumento de la carga viral, deberían considerarse una reevaluación del tratamiento y modificación del régimen ".
 
Los autores advierten de que su análisis adolece de " todas las limitaciones inherentes de un estudio retrospectivo" y que "son necesarios más estudios prospectivos".
 
Referencia: Abadi J et al. Partial treatment interruption of protease inhibitor-based highly active antiretroviral therapy regimens in HIV-infected children. J Acquir Immune Defic Syndr 41: 298 – 303, 2006.
 
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

Suscríbete a los boletines

Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.

Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD