XIX Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas. Boletín del miércoles 14/03/2012

Boletín especial de NAM con motivo de la edición de 2012 de la CROI (Seattle, EE UU).

Miércoles, 14 de marzo de 2012

La pastilla Quad resulta igual de eficaz que Atripla® y atazanavir potenciado

Un comprimido conocido como Quad, que contiene una combinación completa de tratamiento antirretroviral, ha demostrado ser igual de eficaz que la pastilla combinada Atripla®, de uso generalizado. En otro estudio, se comprobó que la combinación de Quad también igualó la eficacia de una combinación que contenía atazanavir potenciado (Reyataz®).

Quad, una combinación de cuatro fármacos en uno, contiene un inhibidor de la integrasa experimental (elvitegravir), un fármaco potenciador (cobicistat), emtricitabina (FTC) y tenofovir  (habitualmente presente en la pastilla combinada Truvada®y también en Atripla®).

Este ensayo de fase III contó con la participación de 700 personas que iniciaban por primera vez su tratamiento antirretroviral. Los participantes fueron elegidos de forma aleatoria para recibir un comprimido de Quad o de Atripla® (que contiene efavirenz, tenofovir y emtricitabina).

Transcurridas 48 semanas de tratamiento, los dos grupos mostraron unos resultados igualmente buenos en cuanto a la reducción de la carga viral (el 88% de las personas que tomaron Quad y el 84% de las que integraron el brazo de Atripla® registraron un nivel indetectable de carga viral, una diferencia no significativa desde el punto de vista estadístico) y el aumento en el recuento de linfocitos CD4 (las personas inscritas en el brazo de Quad experimentaron unos incrementos ligeramente superiores de CD4).

Los porcentajes de voluntarios que declararon sufrir efectos secundarios fueron parecidos en ambos brazos. Las principales diferencias entre los dos grupos consistieron en que las personas que recibieron Quad fueron significativamente más propensas a quejarse de náuseas (21% frente a un 14%), mientras que en el grupo de Atripla® se registraron otros efectos secundarios con mayor frecuencia, incluyendo sueños anómalos (27% frente a 15%), insomnio (14% frente a 9%), mareos (24% frente a 7%) y exantema cutáneo o rash (12% frente a 6%).

En un ensayo paralelo, que contó con 708 personas que iniciaban tratamiento por primera vez, se comparó el régimen de Quad con una combinación consistente en un inhibidor de la proteasa (atazanavir, Reyataz®), un fármaco potenciador (ritonavir, Norvir®), tenofovir y emtricitabina.

De nuevo, la combinación Quad mostró unos resultados igual de buenos que los de la combinación que contenía atazanavir.

A partir de estos datos, se ha presentado una solicitud para obtener la aprobación reguladora de Quad en Europa, EE UU, Australia y Canadá. La decisión de la Agencia de la Alimentación y el Medicamento de EE UU (FDA, en sus siglas en inglés) se espera para agosto de 2012.

Enlaces relacionados:

Puedes leer la noticia completa [en inglés] en el sitio web de NAM.
Puedes ver el webcast de esta sesión de la conferencia.

VIH y cáncer

Un recuento bajo de células CD4 antes de iniciar el tratamiento antirretroviral, una mayor edad y el hábito de fumar constituyen importantes factores de riesgo de padecer cáncer en personas con VIH, según indican los resultados de tres estudios distintos.

Hoy en día, con una atención médica y un tratamiento adecuados, el pronóstico de muchas personas con VIH es excelente. Sin embargo, los datos epidemiológicos y de mortalidad han evidenciado de forma constante que las tasas de cáncer son mayores entre las personas con VIH, en comparación con las que se registran en la población general.

Tres trabajos presentados en la CROI examinaron la incidencia de cáncer, así como de sus factores de riesgo.

El primero de ellos se centró en los cánceres que afectan a la cabeza, el cuello y la garganta. Se hizo patente que estos tipos de cáncer eran poco frecuentes en las personas con VIH, ya que sólo se diagnosticaron 41 casos en una población de más de 50.000 personas.

Algo más de la cuarta parte de estas personas estaban tomando una terapia anti-VIH cuando se les diagnosticó el cáncer. Todas ellas eran fumadoras.

Las tasas de cáncer fueron mayores entres las personas de más de 50 años con un recuento bajo de células CD4, mientras que se mantuvieron estables en otras personas.

En otro estudio, se examinó la incidencia y los factores de riesgo de desarrollar el linfoma no de Hodgkin, un tipo de cáncer definidor de sida. En el ensayo participaron 10.000 personas que recibieron atención médica del VIH desde 1996.

La incidencia de cáncer fue siete veces mayor que la observada entre la población general de EE UU. Se comprobó que tener un recuento bajo de células CD4 constituyó un factor de riesgo de sufrir este tipo de dolencia.

Los investigadores también examinaron la frecuencia y factores de riesgo de padecer cánceres no definidores de sida entre los participantes en la cohorte de gran tamaño D:A:D.

En el estudio participaron 49.000 personas que recibieron atención médica en la era del tratamiento antirretroviral moderno.

Cinco de cada 1.000 personas atendidas cada año desarrollaron un cáncer no relacionado con sida.

Los cánceres detectados con mayor frecuencia fueron el de pulmón, el linfoma de Hodgkin y el cáncer anal. Sin embargo, comparativamente, todos ellos fueron poco habituales. Cada uno presentó una incidencia inferior a un caso por cada 1.000 persona-años.

Entre los factores de riesgo se incluyeron tener un recuento bajo de CD4, tener antecedentes de cáncer y coinfecciones.

Enlaces relacionados:

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Puedes ver el webcast de esta sesión de la conferencia.

Daño cognitivo

Diversos estudios presentados en la CROI examinaron el controvertido tema del daño neurocognitivo en personas con VIH.

Varios ensayos han evidenciado que, incluso con la terapia antirretroviral, los pacientes con VIH son más propensos a experimentar algunas formas de deterioro cognitivo (en el cerebro) que las personas no infectadas por el virus.

Sin embargo, no existe mucho consenso respecto a las implicaciones de este daño. Algunos médicos argumentan que, aunque se produzca, éste es tan leve que no tiene efecto en las actividades del día a día.

Un nuevo estudio que contó con más de 300 personas con VIH mostró que el 22% de ellas presentaban un daño neurocognitivo asintomático y el 14%, un desorden neurocognitivo lo suficientemente grave como para interferir en la vida cotidiana.

La función neurocognitiva siguió empeorando en las personas con daño cerebral basal, con independencia de su gravedad, pero se mantuvo estable en los participantes que presentaban una función cognitiva normal al inicio del estudio.

Otros estudios sugirieron que el daño cognitivo se produce en las primeras etapas de la infección por VIH y que continúa empeorando en las personas que no toman terapia antirretroviral, y la causa parece ser la inflamación provocada por el virus. Sin embargo, la función cognitiva se estabilizó o mejoró una vez iniciado el tratamiento anti-VIH.

En otro estudio se examinó con más detalle el tema de la inflamación y su vínculo con el daño cognitivo. En él participaron personas que habían estado tomando terapia antirretroviral durante un promedio de nueve años.

Se comprobó que presentaban unos niveles mayores de inflamación en el cerebro en comparación con el grupo de personas control sin VIH. Esta inflamación se relacionó con varios indicadores importantes de daño cognitivo.

Por último, en un estudio en el que participaron unas 270 personas, se examinó el papel de los factores de riesgo cardiovascular en el desarrollo de deterioro cognitivo.

Algo más de un tercio de los participantes presentaban algún tipo de daño cognitivo al inicio. Se comprobó que un número similar de personas mostraban un elevado riesgo a diez años de enfermedad cardiovascular.

Un año más tarde, el 12% de las personas que tenían un daño cognitivo ya no lo manifestaban, pero el 8% de las que no lo tenían al inicio, lo habían desarrollado. En general, se observó una mejora en algunos factores de riesgo cardiovascular, pero otros empeoraron. No obstante, después de descartar los factores de confusión, se comprobó que el único factor relacionado con el desarrollo de dicho deterioro fueron los niveles de colesterol HDL.

Enlaces relacionados:

Puedes leer la noticia completa [en inglés] en el sitio web de NAM.
Puedes ver el webcast de la sesión de la conferencia: ‘Neurological issues in HIV infection’.
Puedes ver el webcast de la sesión de la conferencia: ‘Aging and neurocognitive impairment’.

Circuncisión y prevención del VIH

La implementación de los programas de circuncisión en dos entornos africanos se ha visto acompañada por la reducción de la incidencia del VIH y del herpes genital en la población masculina, según revela un nuevo estudio.

Los resultados de los ensayos de distribución aleatoria con control han demostrado que la circuncisión reduce hasta en un 66% el riesgo de que el hombre adquiera el VIH. En consecuencia, actualmente se están implementando programas de circuncisión en varios países que sufren epidemias generalizadas de virus de la inmunodeficiencia humana.

Nuevos datos procedentes del distrito de Rakai (Uganda) evidencian que la proporción de hombres no musulmanes circuncidados se ha multiplicado por diez desde que se empezó a implementar el procedimiento médico en 2007.

Este aumento en la prevalencia de los hombres circuncidados (desde un 3% hasta un 35%) se ha visto acompañado por un descenso en el número de nuevas infecciones por VIH. La incidencia del virus se ha reducido en un 28% entre los hombres desde que está accesible de forma gratuita la circuncisión.

Sin embargo, la implementación de los programas de circuncisión no ha tenido ningún impacto sobre la incidencia de VIH entre las mujeres.

Un estudio efectuado en Sudáfrica sugiere que la circuncisión puede reducir el riesgo de adquisición de otras infecciones de transmisión sexual. Se comprobó que el herpes genital se redujo, aproximadamente, en un 25% entre los hombres desde que se introdujo el programa de circuncisión en 2007.

Enlaces relacionados:

Puedes leer la noticia completa [en inglés] en el sitio web de NAM.
Puedes ver el webcast de esta sesión de la conferencia.

VIH y tuberculosis en las minas de Sudáfrica

La administración de una terapia preventiva con isoniazida (TPI) durante un período de seis a nueve meses a un “nivel comunitario amplio” (a todas las personas que trabajaban en unas minas de oro seleccionadas al azar en Sudáfrica) no tuvo ningún efecto sobre la incidencia de tuberculosis, su prevalencia o la mortalidad por cualquier causa en dicha población, en comparación con un grupo de minas de oro seleccionadas aleatoriamente para recibir un programa estándar de manejo de la tuberculosis, según el ensayo ‘TB Thibela’, el estudio de mayor tamaño jamás realizado para examinar la intervención de terapia preventiva con isoniazida.

Los resultados -hechos públicos en el transcurso de una presentación de última hora en el día final de la CROI 2012- resultan muy decepcionantes, dada la extremadamente elevada carga de tuberculosis que afecta a los trabajadores de las minas de Sudáfrica, donde también existe una alta prevalencia de coinfección por VIH. Entre las tentativas de explicación que los investigadores se esforzaron por ofrecer para estos resultados estaría que el nivel de aceptación y adhesión a la terapia en el estudio no fue la adecuada.

Sin embargo, parte de los motivos podrían haberse descubierto en un análisis post-hoc, que fue presentado en la conferencia, en donde se descubrió que la TPI tenía un efecto a nivel individual (la reducción de la tuberculosis mientras la persona tomaba la terapia), pero que este efecto se perdía con mucha rapidez una vez interrumpida la toma de isoniazida. Esto sugiere que los niveles de transmisión de tuberculosis en las comunidades mineras pueden ser mayores de lo que se pensaba y que quizá sea necesario seguir una terapia de mayor duración, posiblemente de forma continua, para controlar mejor esta infección.

“Estamos trabajando para entender mejor las causas de estos resultados, de modo que podamos realizar recomendaciones que permitan mejorar el control de la tuberculosis en las minas”, afirmó el investigador principal, Gavin Churchyard, del Instituto Aurum de Sudáfrica y la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido).

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Superinfección

Estudios efectuados en Kenia y Uganda han evidenciado que la superinfección por VIH es mucho más habitual de lo que previamente se pensaba.

La superinfección (infección por una segunda cepa del VIH) ha sido objeto de una investigación detallada. Se pensaba que era un acontecimiento raro y que cada caso había sido objeto de un artículo de una revista o una presentación en una conferencia.

Pero, ahora, dos estudios distintos que implican a mujeres con VIH han mostrado que se produce con relativa frecuencia.

Los investigadores emplearon unas pruebas sensibles para monitorizar la estructura genética del VIH. Se comprobó que la incidencia de la superinfección era similar a la de la infección inicial por el virus.

Los estudios se prolongaron entre dos y cinco años.

Sin embargo, el equipo de investigadores admite que ignora si sus hallazgos tienen alguna relevancia clínica, pero esta elevada incidencia de superinfección podría tener implicaciones importantes para descubrir una vacuna contra el VIH.

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Puedes ver el webcast de esta sesión de la conferencia.

Otras noticias de la CROI

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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