Un modelo matemático predice que para que la PrEP tenga éxito habría que priorizar a las poblaciones más vulnerables

Los autores también reconocen que probablemente será necesario contar con la colaboración de la comunidad para maximizar la eficacia de estas intervenciones

Miguel Vázquez
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Un equipo de investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) ha desarrollado un modelo matemático que permite predecir el resultado de la introducción de un programa de profilaxis preexposición al VIH (PrEP, en sus siglas en inglés) en términos de casos prevenidos y coste por infección evitada. Los autores probaron el modelo considerando un presupuesto fijo y empleando los datos procedentes de una región de Kenia donde existe una elevada prevalencia de VIH. Los autores identificaron diversos factores que afectarían a la eficacia de la PrEP, como la adherencia, el uso de nuevos fármacos con efecto más prolongado, el coste de los medicamentos o la eficiencia general en su distribución. Sin embargo, para el modelo, el factor más influyente de la eficacia de la PrEP es su uso de forma prioritaria en las personas en situación de mayor vulnerabilidad frente al VIH.

El modelo partió del supuesto de la introducción en 2015 de un programa de PrEP (dotado con un presupuesto anual de 20 millones de dólares) en la provincia de Nyanza en Kenia donde existe una prevalencia de VIH que casi alcanza el 14%, lo que supone unas 370.000 personas sobre una población adulta de 2,65 millones (datos de 2009). Para el cálculo económico se consideró que el coste fijo anual de la profilaxis para una persona sería de unos 250 dólares y que las personas la usarían durante una media de cinco años. La población fue dividida en función del sexo, de si estaban circuncidadas o no y de las conductas de bajo, medio o alto riesgo.

Se supuso que un nivel máximo de adherencia a la PrEP equivaldría a una eficacia preventiva del 90%, pero en los cálculos también se tuvo en cuenta que el nivel de adherencia sería imperfecto.

En un principio se partió de un nivel moderado de priorización de la población en situación de riesgo (50% de las personas que recibían la PrEP). Este modelo de partida predijo que se evitarían unas 24.605 infecciones por VIH entre 2015 y 2025, con un ritmo que en 2020 se situaría en unas 3.400 infecciones al año. Estos datos suponen que el coste de la intervención sería de unos 6.000 dólares por cada infección por VIH prevenida. Teniendo en cuenta el precio de los antirretrovirales en la zona, estos 6.000 dólares equivalen a unos 15-20 años de tratamiento de una persona. A partir de estos datos de partida, se modificaron diversos parámetros para ver qué efecto tendrían sobre el número de infecciones prevenidas y el coste por infección evitada.

El modelo reveló que establecer unos buenos criterios de priorización para dirigir la intervención a las personas en situación de mayor vulnerabilidad constituiría con diferencia el factor más relevante para el éxito de la intervención. Una buena priorización reduciría el coste por infección evitada de 6.000 a 2.060 dólares y situaría el número anual de infecciones evitadas en más de 9.000. Por el contrario, la ausencia de priorización aumentaría el coste por infección evitada hasta situarla por encima de 36.000 dólares y el número anual de infecciones evitadas se limitaría apenas a unas doscientas.

Los otros cambios de los parámetros tuvieron menos impacto sobre el resultado final. Así, la mejora en el nivel de adherencia supondría reducir a 4.000 dólares el gasto por infección evitada y llevar las infecciones evitadas a 7.300 al año. Por su parte, la mala adherencia supondría un coste de 9.000 dólares por infección evitada y un descenso del número de infecciones evitadas al año. La economía de escala podría reducir el coste a 4.700 dólares y aumentar las infecciones evitadas a 7.300, mientras que la mayor ineficiencia supondría un gasto de 7.200 dólares por infección evitada y un descenso del número de infecciones evitadas (dejándolas en 2.150).

Sin embargo, en este modelo el supuesto de la introducción de fármacos o formulaciones de acción más prolongada no supondría demasiada diferencia: apenas 400 infecciones más evitadas al año y un descenso de unos 200 dólares en el coste por infección evitada.

El equipo de investigadores comentó la importancia de establecer prioridades en función del grado de vulnerabilidad a la hora de proporcionar la PrEP y sugiere la creación de una “puntuación de riesgo” similar a la utilizada en el Partners PrEP Demonstration Project. No obstante, también señalan la dificultad que entraña este proceso en poblaciones nómadas y en situación de marginalidad y advierten de que si el hecho de tomar PrEP acaba siendo estigmatizado, entrañaría una barrera adicional para el éxito de estos programas. En sus conclusiones, los autores recuerdan que la ciencia de la implementación desempeñará un papel crucial a la hora de conseguir el éxito de esta intervención preventiva.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Cremin I and Hallett TB. Estimating the range of potential epidemiological impact of pre-exposure prophylaxis: run-away success or run-away failure? AIDS 29:733-738. 2015.

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