El aumento en las tasas de infecciones de transmisión sexual (ITS) en los últimos tres años ha reavivado el debate sobre enfoques innovadores para la prevención. Una de las intervenciones destacadas es la profilaxis postexposición a ITS bacterianas con doxicilina (estrategia conocida como DoxyPEP, en su acrónimo en inglés). A pesar de que los debates sobre su implementación más extensa continúan, DoxyPEP ya se ha instaurado y muchas personas han comenzado a utilizarlo. Esta realidad pone de manifiesto la necesidad de estrategias de implementación de DoxyPEP equitativas y bien pensadas, aprendiendo de la experiencia de la PrEP para prevenir la infección del VIH, de acuerdo con un artículo publicado en The Lancet.
Contexto
La estrategia consistente en tomar dos comprimidos de 100 miligramos dentro de las 72 horas posteriores a una relación sexual sin preservativo evidenció eficacia frente a las ITS bacterianas en los estudios DoxyPEP y DOXYVAC (véase La Noticia del Día 22/02/2023). La eficacia de DoxyPEP para prevenir clamidia y sífilis ya ha sido probada en el estudio DoxyPEP en hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) y mujeres trans de EE UU y mucho antes en el estudio IPERGAY en GBHSH de Francia (véase La Noticia del Día 18/10/2024).
Implementación en Reino Unido
El 28 de noviembre de 2024, investigadores de la Universidad de Edimburgo organizaron una mesa redonda para abordar las esperanzas y preocupaciones sobre la implementación de DoxyPEP en el Reino Unido. Las conversaciones abarcaron perspectivas clínicas, comunitarias, de usuarios y académicas. Para implementar el uso de DoxyPEP con éxito, según el panel de expertos, es fundamental abordar las desigualdades estructurales, combatir el estigma y valorar los beneficios integrales de las intervenciones en salud sexual.
Las ITS no son solo problemas biomédicos; están profundamente relacionadas con la vergüenza, el estigma y las relaciones sociales. Por lo tanto, DoxyPEP ofrece algo más que gestión del riesgo: al igual que la PrEP, tiene el potencial de mejorar el bienestar sexual, reducir la ansiedad y fomentar el placer. Dichos beneficios se alinean con la necesidad de integrar estrategias holísticas en las intervenciones de salud sexual, que aborden también las dimensiones psicológicas y emocionales del bienestar. Esto implica enmarcar DoxyPEP como una herramienta que apoya la salud y la autonomía sexual, alejándose de narrativas que definen el éxito únicamente por resultados epidemiológicos.
Disparidad en el acceso
Su implementación ha revelado disparidades significativas en el acceso, especialmente para mujeres cis, minorías étnicas y comunidades en entornos de bajos recursos. De manera similar, la implementación de DoxyPEP debe priorizar la identificación de comunidades que necesiten, y también deseen, esta intervención. Hasta ahora, la investigación se ha centrado principalmente en hombres cis GBHSH, con algunas iniciativas que incluyen a mujeres trans. Los investigadores señalan como imperativo ampliar la base de evidencia para incluir a personas con vagina y comunidades fuera de los países de altos ingresos, asegurando que no sean pasadas por alto en los esfuerzos de acceso.
Desarrollo de resistencias
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es otra preocupación en el debate sobre el uso de DoxyPEP. No obstante, como se discutió en el panel, los riesgos de RAM a menudo se enfatizan excesivamente en el contexto de la salud sexual, mientras que se minimizan en otros usos de los mismos antibióticos, como el tratamiento del acné o la malaria. Este doble estándar resalta la necesidad de debates equilibrados y basados en evidencia sobre la RAM, evitando estigmatizar desproporcionadamente intervenciones que benefician a comunidades queer. Además, la RAM se deber reconocer como una cuestión de equidad, dado su impacto desigual en países de ingresos bajos y medianos.
La flexibilidad y la participación de la comunidad son fundamentales para garantizar una implementación justa de DoxyPEP. Los modelos de prescripción comunitaria, que demostraron su eficacia durante el brote de mpox, podrían aumentar la accesibilidad a DoxyPEP. Estos enfoques empoderan a los usuarios, disminuyen la dependencia de sistemas sanitarios saturados y fomentan la confianza dentro de la comunidad. Es importante involucrar a especialistas en enfermedades infecciosas, profesionales en salud sexual, líderes comunitarios y científicos sociales para crear marcos que respeten la autonomía y las necesidades de cada persona.
Conclusiones
Si bien DoxyPEP representa un avance significativo en el tratamiento de las ITS, no debe ser visto como la solución definitiva a las inequidades sociales y a las deficiencias sistémicas que afectan a la salud sexual. Su implementación, si no se planifica de manera adecuada, corre el riesgo de intensificar la carga en unos sistemas de salud que ya se encuentran de por sí saturados. Es fundamental que DoxyPEP se integre en una estrategia combinada más amplia que contemple también la administración de vacunas, el acceso a kits de autopruebas, así como las correspondientes reformas estructurales. Considerar a DoxyPEP como un elemento dentro de un enfoque holístico favorecerá la optimización de sus ventajas, evitando así el colapso actual de los sistemas sanitarios.
Fuente: The Lancet /Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Garcia-Iglesias J, Ledin C, Gilmore J, et al. DoxyPEP: thinking towards implementation. The Lancet. Published online February 18, 2025. https://doi.org/10.1016/S1473-3099(25)00077-5
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.