Enfermedad cardiovascular en personas en TARGA

Un estudio encuentra que la incidencia permanece estable, a pesar del aumento en el uso de fármacos hipolipemiantes

Pedro Pérez
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Diversos estudios han revelado que la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) puede tener un efecto potencialmente negativo sobre la salud cardiovascular (diabetes, hipertensión arterial, hiperlipidemia, etc.). Sin embargo, el tratamiento antirretroviral no es sino uno entre los muchos factores (sexo masculino, tabaquismo, diabetes, etc.) que pueden contribuir al desarrollo de enfermedad cardiovascular (ECV) entre las personas con VIH. Además, el aumento en la esperanza de vida en este grupo de población obliga a considerar los problemas asociados al envejecimiento.

No es de extrañar, pues, que en los últimos tiempos se conceda una mayor importancia a tratar los factores de riesgo de ECV en las personas que viven con VIH.

En este contexto, un nuevo análisis de D:A:D (siglas en inglés de “Recopilación de datos sobre acontecimientos adversos de los fármacos anti-VIH”), publicado en el número de 1 de abril de 2008 de la revista Clinical Infectious Diseases, se propuso evaluar los cambios en los factores de riesgo cardiovasculares y el uso de fármacos hipolipemiantes (que reducen los niveles de lípidos en sangre) en individuos con VIH, así como la evolución en la incidencia del infarto de miocardio.

El estudio, llevado a cabo por un equipo de expertos dirigido por la doctora Caroline A. Sabin, del Royal Free and University College Medical School de Londres (Reino Unido), ha examinado los datos de más de 33.389 pacientes con VIH de once cohortes de distintos países. El seguimiento que se efectuó a estas personas comprendió desde finales de 1999 hasta principios de 2006.

La proporción de pacientes con alto riesgo de ECV aumentó desde el 35,3% durante 1999-2000 hasta el 41,3% durante 2005-2006. Una mayor edad, la hipertensión y la diabetes estuvieron entre los principales factores asociados con este incremento.

El 9,7% (2.801) de las 28.985 personas que no estaban tomando ningún fármaco para rebajar el nivel de lípidos al inicio del estudio tuvieron que hacerlo durante el mismo, lo que sucedió con más frecuencia entre aquellos individuos con valores anómalos de lípidos y factores tradicionales de riesgo cardiovascular (sexo masculino, mayor edad, índice de masa corporal [IMC] elevado, historia personal y familiar de ECV, y diabetes mellitus).

A 1 de febrero de 2006, fecha de finalización del estudio, se habían producido 445 infartos de miocardio, una tasa equivalente a 0,32/100 persona-años de seguimiento (intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 0,29-0,35 casos por 100 persona-años).

No obstante, tras ajustar por cambios en los factores de riesgo de ECV, la tasa disminuyó a lo largo del tiempo: la tasa relativa en 2003 -comparada con la de 1999-2000- fue de 0,73 casos por 100 persona-años (IC95%: 0,50-1,05 casos por 100 persona-años); en 2004, de 0,64 casos por 100 persona-años (IC95%: 0,44-0,94 casos por persona-años), y en 2005-2006, de 0,36 casos por 100 persona-años (IC95%: 0,24-0,56 casos por 100 persona-años).

Un posterior ajuste por niveles de lípidos atenuó las diferencias entre estas tasas relativas: la tasa relativa en 2003 -comparada con la de 1999-2000- fue de 1,06 casos por 100 persona-años (IC95%: 0,63-1,77 casos por 100 persona-años); en 2004, de 1,02 casos por 100 persona-años (IC95%: 0,61-1,71 casos por 100 persona-años), y en 2005-2006, de 0,63 casos por 100 persona-años (IC95%: 0,36-1,09 casos por 100 persona-años).

El análisis evidencia que desde 1999 se ha producido un empeoramiento general de los factores de riesgo de ECV entre las personas con VIH en el estudio D:A:D, tal vez, en gran medida, por el proceso natural de envejecimiento. Por otra parte, se ha registrado un descenso en la proporción de fumadores desde 2002, así como un aumento en el número de personas tratadas con hipolipemiantes, lo que, según los autores del estudio, “ha tenido consecuencias positivas en la incidencia total del infarto de miocardio, especialmente como resultado de una mejora en el perfil lipídico en estas personas".

“En cualquier caso –continúa el estudio–, el descenso en la incidencia de infarto de miocardio atribuible a un mejor tratamiento del paciente parece haberse neutralizado por un empeoramiento gradual del perfil de riesgo cardiovascular de los pacientes según han ido envejeciendo. Por tanto, en general, no se ha observado una reducción de la incidencia de infarto de miocardio a lo largo del tiempo tan grande como era de esperar."

A pesar de un mayor uso de fármacos hipolipemiantes en personas con niveles anómalos de lípidos, diabetes y otros factores de riesgo cardiovascular, el estudio considera que el empleo de tratamientos para rebajar el riesgo de ECV resulta todavía insuficiente.

“Aunque el perfil de riesgo cardiovascular en [los pacientes de] D:A:D ha empeorado desde 1999 -concluyen los autores del estudio-, la incidencia de ECV ha permanecido estable de forma relativa, posiblemente debido a un enfoque más proactivo hacia el manejo del riesgo de ECV."

Fuentes: Reuters Health / Elaboración propia.
Referencia: Sabin CA, et al. Changes Over Time in Risk Factors for Cardiovascular Disease and Use of Lipid-Lowering Drugs in HIV-Infected Individuals and Impact on Myocardial Infarction. Clin Infect Dis. Apr 2008; 46 (7): 1.101-1.110.

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