Evolución de las causas de muerte en las personas con VIH

Las muertes asociadas con el sida pierden terreno ante el cáncer y las enfermedades hepáticas

Francesc Martínez
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En los últimos años, el éxito de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) ha incrementado notoriamente la esperanza de vida de las personas con VIH. Los efectos del envejecimiento, la exposición a largo plazo a los antirretrovirales, los efectos a largo plazo de las coinfecciones por hepatitis B ó C y las consecuencias de la infección crónica por VIH han modificado las causas de muerte en esta población.

Con la intención de verificar objetivamente estos cambios y planificar la atención sanitaria de una forma más precisa, por medio del establecimiento de prioridades, un estudio multicéntrico llevado a cabo en Francia ha examinado la evolución de las causas de muerte entre los años 2000 y 2005.

En dicho país, se registraron en 2005 un total de 1.042 muertes, mientras que en 2000 se contabilizaron 964. Entre los pacientes fallecidos en 2005, un 76% eran hombres, con una edad media de 46 años (41 años en el 2000) y la mediana del último recuento de CD4 antes de la muerte fue de 161 células/mm3 (94 células/mm3 en 2002).

Por lo que respecta a las causas de muerte asociadas con el sida, éstas disminuyeron desde un 47% en al año 2000 hasta un 36% en el 2005. Este hecho es un indicador de la acción de la TARGA, ya que, si bien las causas de muerte relacionadas con el sida siguieron siendo las principales en 2005, se observa una disminución de éstas con el tiempo.

El cáncer no asociado con sida o hepatitis (17% en 2005 y 11% en 2000), la enfermedad hepática (15% en 2005 y 13% en 2000), las enfermedades cardiovasculares (8% en 2005 y 7% en 2000) y el suicidio (5% en 2005 y 4% en 2000) fueron causas de muerte que se vieron incrementadas durante el periodo analizado.

Entre las 375 muertes asociadas con el sida, la causa más frecuente fue el linfoma no de Hodgkin (28%). De las 154 muertes relacionadas con afecciones del hígado, el 24% fueron debidas a carcinoma hepatocelular. De los casos de cáncer no asociados con sida o hepatitis, los tipos más frecuentes fueron cáncer de pulmón (31%) y de tracto digestivo (14%).

Así, según manifestaron los autores del estudio, la heterogeneidad de las causas de muerte entre los adultos infectados por VIH se confirmó e intensificó en el año 2005, con tres causas principales siguiendo al sida: cáncer, enfermedad hepática y enfermedad cardiovascular.

Los resultados del estudio podrían indicar una detección subóptima de la infección por VIH y de los pacientes coinfectados por hepatitis. Si se compara los resultados del estudio con otros realizados en diferentes países, puede extraerse la conclusión de que la distribución de las causas de muerte no relacionadas con el sida varía según las características específicas de la población en estudio. Mientras que en la presente investigación la principal causa de muerte no asociada con sida fue el cáncer, en España, debido al elevado número de personas coinfectadas por hepatitis C, la principal causa no relacionada con sida es la enfermedad hepática.

En cuanto al elevado riesgo de cáncer de pulmón, debe tenerse en cuenta que el consumo de tabaco se da en una mayor proporción entre las personas con VIH que entre las no infectadas; se calcula que cerca de la mitad de las personas con el virus es fumadora.

Respecto a las muertes por enfermedad hepática del estudio, en un 78% de los casos existía infección por hepatitis C. Se evidenció un consumo excesivo de alcohol en la mitad de los casos, mientras que dos terceras partes adquirieron la coinfección mediante el uso de drogas inyectables. Aunque se han observado amplias mejoras en el tratamiento de la coinfección, no todos los pacientes coinfectados candidatos a seguir tratamiento anti-hepatitis C accedieron al mismo. Los autores del estudio subrayaron la necesidad de que todo candidato al tratamiento pueda acceder a éste, hecho que reduciría, a buen seguro, la incidencia de las muertes por enfermedad hepática. No obstante, en Francia, el genotipo predominante de la hepatitis C es el 4, que es en el que el tratamiento consigue peores resultados.

En el periodo estudiado, las enfermedades cardiovasculares sólo se incrementaron ligeramente, al contrario de lo que cabría esperar por el aumento en la esperanza de vida y la cronificación de los antirretrovirales, responsables de las dislipidemias y, por tanto, del riesgo cardiovascular. La mejora de las estrategias terapéuticas, junto con el control farmacológico de las dislipidemias, parecen ser los responsables de la mejora de la tendencia. Con todo, la relación entre el riesgo cardiovascular, los antirretrovirales y la infección crónica por VIH todavía está por esclarecer.

Fuente: HIVandhepatitis / Elaboración propia.
Referencia: Lewden C, May T, Rosenthal E (for the ANRS EN19 Mortalité Study Group and Mortavic 1). Changes in causes of death among adults infected by HIV between 2000 and 2005: The "Mortalité 2000 and 2005" Surveys (ANRS EN19 and Mortavic). J Acquir Immune Defic Syndr. August 15, 2008; 48(5): 590-598.

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