El uso diario de cánnabis está relacionado con el empeoramiento de la fibrosis en pacientes con hepatitis C crónica

El uso habitual de cánnabis está relacionado con la presencia de fibrosis hepática de carácter moderado-grave en aquellos pacientes infectados por el virus de la hepatitis C (VHC), según un estudio publicado en Clinical Gastroenterology and Hepatology. La quinta parte de los participantes en el estudio estaba coinfectada por VIH y VHC; asimismo, se encontró que existía una relación entre el consumo diario o casi diario de cánnabis y la presencia de fibrosis moderada-grave en esos pacientes.

Michael Carter

Sobre la base de estos hallazgos, el equipo de investigadores recomienda que los pacientes con hepatitis C sean informados de que el consumo habitual de cánnabis se relaciona con fibrosis grave. Esta información es de especial importancia en el caso de los pacientes coinfectados por VIH/VHC, dado que ya se había asociado la infección por VIH con una progresión más rápida de la hepatitis C. Además, en este estudio, los pacientes con VIH fueron significativamente más propensos a consumir cánnabis de forma regular y a emplearlo con fines terapéuticos.

La infección por VHC constituye un importante motivo de preocupación en el ámbito de la salud pública y se cree que la cantidad de enfermedades provocadas por fibrosis y cirrosis asociadas al VHC aumentará significativamente en un futuro próximo.

Entre los factores relacionados con la progresión de la infección por VHC y el desarrollo de cirrosis se encuentran: ser varón, tener más edad en el momento de la infección por hepatitis C, consumir grandes cantidades de alcohol y estar coinfectado por VIH.

El cánnabis es muy utilizado, tanto con finalidades recreativas como terapéuticas. Esta sustancia contiene 60 cannabinoides y un hígado afectado por la cirrosis es más receptivo a estos compuestos. Investigaciones previas sugieren que los cannabinoides desempeñan un papel importante en la progresión de la fibrosis hepática, aunque aún no se ha determinado cómo.

Dada la prevalencia del consumo de cánnabis y la posibilidad de que pudiera empeorar la enfermedad hepática, un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (EE UU) diseñó un estudio para determinar el efecto de esta sustancia sobre la gravedad de la fibrosis en pacientes con hepatitis C crónica.

El estudio inscribió participantes entre 2001 y 2004, de los cuales 204 (el 21% de ellos con VIH) fueron elegibles para su inclusión en el análisis llevado a cabo por estos investigadores.

Se entrevistó a los pacientes para obtener información sobre sus datos demográficos, factores de riesgo de hepatitis C y consumo de drogas y alcohol. Se efectuaron análisis de sangre para medir la carga viral de VHC (y, en caso de coinfección, de VIH) y determinar la función hepática. Además, a todos los pacientes se les realizaron biopsias hepáticas para determinar su grado de fibrosis o cirrosis.

La mediana de edad de los pacientes fue de 47 años, el 69% eran hombres, el 49% era de etnia blanca y el 33%, de origen afroamericano. La mayoría de los pacientes presentaba el genotipo 1 del VHC (muy difícil de tratar) y la duración estimada de la infección por VHC fue de 26 años.

El 14% de los pacientes declaró un consumo diario o casi diario de cánnabis y la mediana del índice de masa corporal (IMC) de los usuarios diarios de esta sustancia fue significativamente menor que la de los que no la consumían todos los días (25,2 kg/m2 frente a 26,4 kg/m2; p=0,007). Además, los usuarios diarios fueron más propensos a que se les hubiera prescrito esa droga por motivos terapéuticos (57 frente al 9%; p<0,001) y tuvieron más probabilidades de estar coinfectados por el VIH (39 frente al 18%; p=0,011).

Los recuentos de células CD4 fueron similares en el caso de pacientes con VIH que consumieron cánnabis diariamente y en el de los que no (368 células/mm3 frente a 411 células/mm3).

La proporción de pacientes sin fibrosis fue del 28%, la de fibrosis moderada, del 55%, presentando una fibrosis moderada-grave el 17%.

La mediana del nivel de aspartato aminotransferasa (AST) fue de 48 UI/L, por encima del rango normal, pero los niveles medianos de AST (56 UI/L) estuvieron dentro del rango normal.

No hubo indicios de que el uso diario o casi diario de cánnabis estuviera relacionado con la fibrosis leve; sin embargo, el equipo de investigadores sí descubrió que estuvo relacionado con fibrosis de carácter moderado-grave (cociente de probabilidad [CP]: 6,78; p=0,005) en comparación con los que no lo consumen a diario.

Los usuarios menos asiduos al cánnabis (aquéllos que lo consumieron de forma semanal o mensual) no mostraron un mayor riesgo de padecer fibrosis moderada o grave.

Los efectos del uso del cánnabis sobre el riesgo de fibrosis moderada y grave fueron similares en el caso de pacientes que sólo tenían VHC y en el de los que estaban coinfectados por VIH.

Otros factores de riesgo de fibrosis moderada-grave fueron un consumo elevado de alcohol a lo largo del tiempo (CP: 1,72 por cada diez años; p = 0,044) y el número de tractos portales [referidos a la vena porta] (once o más en comparación con cinco o menos; CP: 6,92; p = 0,021).

“Hemos mostrado que el uso diario de cánnabis constituye un factor de riesgo independiente de sufrir una fibrosis de carácter moderado-grave, y uno de importante magnitud, ya que los usuarios diarios de esta droga tienen una probabilidad más de siete veces superior de padecer esos grados de fibrosis que los que no la consumen diariamente”, señala el equipo de investigadores.

Los pacientes coinfectados por VIH fueron de manera significativa más propensos a declarar un uso diario de cánnabis y a que se les hubiera prescrito por motivos terapéuticos, destaca el equipo de investigadores. Por tanto, sugieren: “La recomendación de evitar el consumo de cánnabis debería considerarse de especial importancia en el caso de personas coinfectadas por VHC y VIH, puesto que la progresión de la fibrosis ya se ve agravada de por sí en este grupo.”

El equipo de expertos concluye: “Deberíamos recomendar a las personas con infección crónica por VHC que reciban counselling sobre la reducción o abandono del consumo de cánnabis.”

Referencia: Ishida JH et al. Influence of cannabis use on severity of hepatitis C disease. Clinical Gastroenterology and Hepatology 6: 69 – 75, 2008.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

Suscríbete a los boletines

Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.

Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD