“No hemos detectado ninguna tendencia temporal en los valores de tres importantes factores de predicción de progresión de la infección (…) medidos durante la fase de infección primaria por VIH tipo 1 [VIH-1]”, comentan.
A menudo, la virulencia de los agentes infecciosos se modifica durante el transcurso de una epidemia. Teniendo en cuenta que hay gran cantidad de subtipos del VIH y que el virus está mutando de forma constante, teóricamente es posible que pudiera evolucionar para volverse más agresivo.
Anteriores trabajos de investigación sobre los cambios en la virulencia del VIH en el tiempo han arrojado resultados contradictorios. Mientras que algunos estudios no encontraron ninguna prueba de ello, una investigación de EE UU publicada hace poco evidenció que los recuentos de CD4 de las personas recién infectadas por VIH disminuyeron de forma significativa en las primeras etapas de la epidemia (véase Actualización en Tratamientos del 30/04/09).
Gran parte de la investigación anterior sobre la virulencia del VIH se ha visto limitada por no tener en cuenta posibles factores de confusión, como el tabaco, los síntomas de infección primaria por VIH o el origen étnico.
En consecuencia, un equipo de investigadores de la cohorte francesa ANRS PRIMO de seroconversores al VIH realizó un análisis de los recuentos de CD4, carga viral y nivel de ADN viral de las personas recientemente infectadas por el virus entre 1996 y 2007. El estudio contó con 903 participantes y en el análisis se tuvieron en cuenta las características del paciente.
Los participantes fueron diagnosticados de VIH una mediana de 47 días después de la infección. La media de edad fue de 35 años y el 94% se infectó por vía sexual. La mayoría (84%) eran hombres gays y la cepa predominante del virus fue el subtipo B. Sin embargo, a lo largo del curso del estudio, la proporción de pacientes diagnosticados por subtipos distintos al B aumentó, y también hubo un pequeño incremento en la proporción de pacientes de origen africano.
La mediana en el recuento de células CD4 fue de 519 células/mm3, con unos valores medianos de carga viral de 125.000 copias/mL y de ADN del VIH de 3,33 log10 copias/106.
El primer conjunto de análisis estadísticos realizados evidenció que ni el recuento de CD4 ni la carga viral en el momento del diagnóstico cambiaron de forma significativa a lo largo del período de análisis. No obstante, sí se observó un aumento significativo del nivel de ADN del VIH (p= 0,01). Esto dejó de detectarse cuando el modelo de cálculo tuvo en cuenta el año del calendario, manteniéndose estables los tres marcadores de pronóstico a lo largo del período de 1996 a 2007.
Posteriores análisis evidenciaron que las características de algunos pacientes podían afectar a los tres marcadores de pronóstico. Por ejemplo, las mujeres presentaron unos recuentos de células CD4 más altos y unos niveles de carga viral y de ADN del VIH más pequeños que los hombres. Los recuentos de CD4 fueron aproximadamente 100 células/mm3 superiores entre los participantes fumadores que entre los no fumadores. Los pacientes nacidos en África mostraron unos recuentos de CD4 más bajos que las personas nacidas en otras regiones del mundo (p <0,01), y los recuentos de CD4 fueron mayores y la carga viral más baja en pacientes con el subtipo B del VIH que los infectados por otro subtipo (p <0,01). El equipo de investigadores también descubrió que la duración y la gravedad de la enfermedad relacionada con la infección primaria por VIH tuvieron un efecto negativo sobre los marcadores de pronóstico.
“Hemos encontrado que los recuentos iniciales de células CD4 y los niveles de ARN [carga viral] y ADN del VIH se mantuvieron invariables a lo largo de 12 años consecutivos (…), lo que sugiere que la virulencia del VIH-1 se ha mantenido estable”, comentan los autores.
Por último, añaden: “Que sepamos, se trata del primer estudio sobre tendencias temporales de tres importantes marcadores de pronóstico de progresión de la infección por VIH-1 determinados durante la infección primaria. Además, al contrario que en la mayoría de los estudios anteriores, los análisis se ajustaron para considerar la mayoría de los factores de confusión conocidos”.
Referencia: Troude P, et al. No evidence of a change in HIV-1 virulence since 1996 in France: a study based on the CD4 cell count and HIV RNA/DNA levels at the time of primary infection. AIDS 23 (online edition), 2009.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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