Riesgo cardiovascular en niños con VIH

Una mayor progresión de la infección afecta negativamente a los niveles de los biomarcadores de dicho riesgo

Francesc Martínez
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Diversos estudios observacionales han hallado que, en adultos con VIH, existe una tendencia a padecer enfermedades cardiovasculares e infartos de miocardio superior a la observada en personas no infectadas por el virus. Sin embargo, pocos han sido los estudios que han evaluado el riesgo cardiovascular en niños con VIH.

Para analizar los efectos cardiovasculares de la infección por VIH en menores, dos estudios publicados en la edición del 7 de junio del Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes y en la del 15 de mayo de la revista AIDS han calculado, respectivamente, los niveles de biomarcadores cardiovasculares y la presencia de anomalías en la coagulación en niños con VIH.

En el primero de los estudios se evaluaron biomarcadores relacionados con la inflamación (proteína C reactiva [CRP, en sus siglas en inglés], interleuquina 6 [IL-6] y la proteína quimiotáctica de monocitos 1 [MCP-1, en sus siglas en inglés]), la coagulación (fibrinógeno y selectina-P), la disfunción endotelial (ICAM-1, VCAM-1 y selectina-E) y la disfunción metabólica (leptina, una hormona producida por el tejido adiposo).

El ensayo incluyó a 106 niños con VIH -con una edad media de 15 años- y a 55 sin el virus -con una edad media de 12-. Los porcentajes en función del sexo y el índice de masa corporal fueron similares entre ambos grupos. Además de los biomarcadores, los investigadores evaluaron la composición corporal, el porcentaje de CD4, la carga viral y el uso de terapia antirretroviral.

Los niños con VIH presentaban mayores niveles de ICAM-1, VCAM-1, MCP-1, IL-6 y fibrinógeno que aquéllos no infectados por el virus.

Aunque las diferencias no alcanzaron valores significativos, se observó una tendencia a tener mayores niveles de selectina-E (p= 0,07) y CRP (p= 0,08) en niños con VIH.

Al llevar a cabo un análisis multivariable con el grupo de niños seropositivos, un mayor valor del cociente cintura/cadera se asoció con incrementos en ICAM-1 (del 17% por cada incremento de una unidad en la desviación estándar del cociente), en MCP-1 (del 19%), de IL-6 (del 18%) y de CRP (del 59%).

El porcentaje de CD4 se relacionó de forma inversa con los niveles de VCAM-1, MCP-1, IL-6, fibrinógeno y CRP. Así, los niveles de biomarcadores aumentaron a medida que disminuía la función inmunitaria.

En el segundo estudio se evaluaron las anomalías en la coagulación de menores con VIH, además de algunos biomarcadores asociados al riesgo cardiovascular.

De este modo, se midió la concentración de CRP, fibrinógeno, proteínas S y C (anticoagulantes), antitrombina (proteína que inactiva algunas enzimas del sistema de coagulación), dímero-D [subproducto de la eliminación de coágulos que indica una coagulación incrementada] y homocisteína (aminoácido relacionado con un mayor riesgo cardiovascular).

El ensayo contó con la participación de 88 menores con VIH, cuya edad media era de 14 años, y que tenían un promedio en el porcentaje de CD4 del 30%. Los investigadores compararon los niveles de los biomarcadores en función de si los niños tenían una carga viral alta o baja y ajustaron los resultados de acuerdo con factores demográficos, clínicos y relacionados con el tratamiento. En torno a un 75% de los participantes tenían unos niveles de carga viral considerados bajos.

El 51% de los pacientes mostraban un déficit de proteína S y el 8%, de proteína C, lo que indica un riesgo incrementado de padecer trombosis.

Los niños con mayor carga viral tenían menores niveles de proteína S, proteína C y antitrombina, así como niveles incrementados de dímero-D, lo que señala una tendencia a la coagulación incrementada.

Al realizar un análisis multivariable que eliminaba factores de confusión, se apreció que niveles bajos de proteína S (de -11,2%; p= 0,04) o elevados de dímero-D (de +0,13 mg/mL; p= 0,004) estuvieron asociados de forma independiente con cargas virales altas.

Los dos estudios muestran que el progresivo desarrollo de problemas cardiovasculares asociados al VIH no es una afección exclusiva de los adultos, por lo que el control de los diferentes parámetros de inflamación y coagulación debería ser rutinario en toda la población seropositiva, independientemente de su edad.

Fuente: HIVandHepatitis.
Referencias: Miller L, Somarriba G, Orav EJ, et al. Biomarkers of Vascular Dysfunction in Children Infected With Human Immunodeficiency Virus-1. J Acquir Immune Defic Syndr. 2010 June 7. (Epub ahead of print)
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Pontrelli G, Martino AM, Tchidjou HK, et al. HIV is associated with thrombophilia and high D-dimer in children and adolescents. AIDS. 2010 May; 24(8): 1.145-1.151.

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