Los ensayos clínicos han mostrado que Gardasil, que ya ha recibido una aprobación formal para su comercialización, proporcionó niveles muy altos de protección frente al VPH 16/18 en mujeres jóvenes sin experiencia sexual. Se espera que una segunda vacuna, Cervarix, obtenga una aprobación formal este mismo año.
Aunque el gobierno de Reino Unido ha acogido bien la recomendación, realizará estudios piloto de coste/beneficio antes de desplegar un programa de vacunación. La vacuna se administra a través de una tanda de tres inyecciones y su coste, 250 libras (unos 370 euros) es superior al del resto de las inmunizaciones infantiles juntas.
Sin embargo, Escocia planea introducir un programa de vacunación inmediato.
Se rechazaron las sugerencias de que las niñas de edades entre 13 y 16 años fueran vacunadas. Existen altos niveles de actividad sexual adolescente en Reino Unido y el panel de expertos fue persuadido por los indicios que muestran que la eficacia de la vacuna disminuía significativamente en mujeres con experiencia sexual.
No se han realizado recomendaciones respecto a la vacunación de chicos y hombres frente al VPH. El panel tampoco proporcionó orientación sobre la vacunación en personas con VIH. Gran número de personas con VIH están infectadas por cepas potencialmente cancerígenas del VPH, pero dado que las vacunas candidatas son preventivas más que terapéuticas, los beneficios de la vacuna en personas que ya han estado expuestas al VPH son dudosos. Sin embargo, actualmente se están realizando ensayos clínicos para valorar la seguridad y eficacia de Gardasil en varones y personas con VIH.
Aunque el cáncer anal (que, al igual que el cáncer cervical, está provocado por algunas cepas del VPH) se produce con más frecuencia en hombres gay, especialmente en aquellos con VIH, su incidencia sigue siendo muy rara. Sin embargo, los indicios anecdóticos sugieren que los hombres gay de Londres y EE UU ya están accediendo a Gardasil de forma privada con un coste de aproximadamente 400 libras. Es probable que pocos de esos hombres se beneficien de ella, ya que la mayoría de los hombres gay sexualmente activos ya habrán estado expuestos a las cepas potencialmente cancerígenas del VPH. Además, los médicos privados que suministran la vacuna del VPH no realizan un examen previo para determinar si la persona ya estaba infectada por VPH.
La introducción de programas de vacunas de exclusión voluntaria (opt-out) en varios estados de EE UU ha suscitado un acalorado debate moral, argumentando algunos detractores que el suministro de una vacuna contra una infección de transmisión sexual fomentará las prácticas sexuales adolescentes. Sin embargo, los padres en Reino Unido parecen mantener una actitud más pragmática respecto a la vacunación. La BBC ha informado que investigadores de la Universidad de Manchester han descubierto que sólo una minoría de padres pondría objeciones por motivos morales a que sus hijos recibieran la vacuna, siendo la mayoría partidaria de que se proporcione una vacuna segura y eficaz.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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