El documento pone énfasis en la elevada vulnerabilidad de los HSH y personas transexuales frente a la infección por VIH, incluso en entornos donde la mayoría de las personas seropositivas adquirieron el virus a través de relaciones sexuales entre hombre y mujer.
“No podemos imaginarnos una inversión completa de la propagación mundial del VIH sin abordar las necesidades específicas de estas poblaciones clave”, afirmó el doctor Gottfried Hirnschall, director del Departamento de VIH/Sida de la OMS. “Publicamos estas directrices para ayudar a los países y las comunidades a ampliar los servicios que se precisan para reducir los nuevos casos de infección y salvar vidas”.
“Los hombres que practican sexo con hombres y las personas transexuales se encuentran con enormes dificultades en todas partes para acceder a los servicios del VIH”, indicó George Ayala, director ejecutivo del Foro Mundial sobre HSH y VIH (MSMGF, en sus siglas en inglés), un colaborador fundamental en la redacción de las recomendaciones. “Las directrices presentan pruebas de intervenciones preventivas eficaces en esta población, además de ofrecer recomendaciones para ayudar a garantizar que las barreras omnipresentes, como el estigma y la criminalización, dejan de interponerse en el acceso a servicios que salvan vidas”.
Recomendaciones clave
La recomendación número uno en la guía es la necesidad de que los países despenalicen las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo (que constituye un delito en más de 75 países) y creen entornos no discriminatorios e incluyentes donde puedan prestarse servicios de prevención, tratamiento y atención. Es preciso aplicar leyes contra la discriminación que se ajusten a las normas internacionales de derechos humanos, a fin de combatir el enorme estigma social y la violencia que sufren las personas que tienen relaciones con personas del mismo sexo, así como las diferencias de género en muchos países.
También se señala como necesidad que se luche contra la discriminación en los entornos de atención sanitaria, con el objetivo de garantizar que los HSH y las personas transexuales pueden acceder a dichos servicios y recibir una atención adecuada.
Las directrices, por otra parte, establecen diversas recomendaciones sobre los consejos que deberían darse a los HSH y sobre los servicios de prevención y tratamiento que tendrían que estar disponibles. La solidez de las recomendaciones se basa en las pruebas publicadas, cuya calidad ha sido valorada empleando un procedimiento estandarizado de la OMS.
Aunque la investigación llevada a cabo en el proceso de elaboración de las directrices por parte del MSMGF no identificó la práctica de serosorting (elección de las parejas sexuales del mismo estado serológico al VIH) entre una muestra mundial de HSH, las directrices tratan esta práctica como una posible estrategia de prevención.
Se recomienda el empleo constante del preservativo como preferencia al serosorting en el caso de HSH sin VIH, pero en circunstancias específicas, se aconseja la práctica de serosorting antes que no usar condones.
La circuncisión no se propone como medida preventiva.
Se aconseja encarecidamente que se proporcione counselling y pruebas del VIH. Asimismo, se recomienda ofrecer programas de base comunitaria para la realización de pruebas y counselling, si bien se subraya la baja calidad de los tests que respaldan esta recomendación.
Se recomienda de forma condicional el counselling individual sobre cambios de comportamientos en función de los recursos humanos disponibles, al igual que las intervenciones conductuales a nivel comunitario.
Se aconseja de forma condicional la provisión de información adaptada a las poblaciones basada en el uso de internet para apoyar la reducción del riesgo, junto con las estrategias de marketing social, para aumentar la aceptación de la realización de pruebas y counselling del VIH, además de otros servicios relacionados con el virus.
Los servicios sociales basados en puntos de encuentro de tipo sexual se recomiendan de forma condicionada, aunque las directrices destacan la baja calidad de las pruebas para esta conclusión y sugieren que es necesario llevar a cabo más estudios en países de ingresos bajos y medios para determinar el efecto de estas intervenciones sobre la incidencia de VIH o ITS.
Las personas que consumen alcohol u otras sustancias deberían acceder a breves interacciones psicosociales basadas en pruebas, que implican la valoración, la recogida de opiniones específicas y el asesoramiento, en consonancia con las actuales directrices de la OMS.
El documento también pone de relieve la importancia de proporcionar acceso a programas de intercambio de agujas y jeringuillas, así como la provisión de material de inyección estéril y formación en comportamientos de inyección seguros para las personas transexuales que se inyectan sustancias para el cambio de sexo.
Las directrices, asimismo, hacen hincapié en la relevancia del manejo de los síntomas de las infecciones de transmisión sexual sintomáticas de acuerdo con las directrices actuales de la OMS y, por otro lado, recomiendan de forma condicional la realización periódica de pruebas (empleando tests de ácido nucleico) de gonorrea y clamidia asintomáticas en la uretra y el recto.
Se aconseja de manera encarecida el examen periódico serológico de sífilis asintomática y las directrices reiteran las aportaciones de las guías de la OMS existentes acerca de la necesidad de incluir a los HSH y las personas transexuales en las estrategias de inmunización contra la hepatitis.
El documento completo con las directrices puede descargarse aquí.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.
