Aún no hay una opinión clara respecto a si la circuncisión protege a los hombres gays frente al VIH

Un metanálisis de estudios sobre la circuncisión en hombres gays y hombres que practican sexo con hombres (HSH) no ha encontrado pruebas suficientes que demuestren que esta práctica hubiera reducido su riesgo de adquirir el VIH. Aunque se halló una pequeña reducción del riesgo de infección por el virus en hombres circuncidados, no alcanzó significación estadística, o dicho en otras palabras: podría tratarse de un simple producto del azar. Además, el estudio, publicado en Journal of the American Medical Association, descubrió que si bien los hombres circuncidados que practicaban de forma exclusiva el sexo anal insertivo presentaban un menor riesgo de infección por VIH, la diferencia con los hombres sin circuncidar tampoco fue estadísticamente significativa y podría ser simple casualidad.

Gus Cairns

No obstante, sí se evidenció que los estudios realizados antes de la introducción de la terapia eficaz para el VIH mostraban una asociación estadísticamente significativa entre circuncisión y menor riesgo de infección por el virus. También se encontró que los estudios efectuados de modo más riguroso fueron más propensos a hallar un efecto protector en la circuncisión.

El metanálisis, realizado por Gregorio Millett y un equipo de colaboradores de los Centros para el Control de Enfermedades de EE UU (CDC, en sus siglas en inglés), revisó 17 estudios llevados a cabo entre 1989 y 2007. El análisis también incluyó algunos resultados no publicados. Los estudios considerados contaron con 27.816 hombres circuncidados y 25.751 sin circuncidar (un 52% de hombres circuncidados en total). Nueve de ellos se realizaron en Norteamérica, mientras que cuatro de los ochos restantes tuvieron lugar en países en vías de desarrollo de Asia y Sudamérica. La prevalencia de la circuncisión en los estudios individuales estuvo entre el 4 y el 88%, aunque la proporción de hombres circuncidados no pareció afectar a los resultados.

En seis estudios se examinó, además, la relación entre circuncisión y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), y sólo uno consideró las ITS y no el VIH.

La prevalencia del VIH en los distintos estudios estuvo entre el 5 y el 72%, y en los tres que informaron sobre la incidencia del VIH (la tasa de nuevas infecciones) la prevalencia se movió entre el 0,8 y el 2,8% anual.

En general, los estudios informaron sobre una reducción (no estadísticamente significativa) del 14% en la infección por VIH. Un subconjunto de estudios que examinaron los resultados en 2.238 hombres que sólo practicaron sexo anal insertivo reveló una reducción del 29% en la tasa de infección por VIH entre los hombres circuncidados, aunque esta diferencia tampoco fue estadísticamente significativa.

No obstante, en los estudios llevados a cabo antes de la introducción de un tratamiento eficaz anti-VIH se encontró una reducción del 53% en las tasas de infección por el virus entre los hombres circuncidados. Los autores señalan que esta reducción es “semejante” a la observada en los ensayos de distribución aleatoria con control sobre circuncisión en hombres heterosexuales. Por el contrario, no se evidenció ningún tipo de relación entre circuncisión y VIH en estudios más recientes. Asimismo, los responsables del estudio hallaron una reducción no estadísticamente significativa del 51% en las tasas de infección por el virus en los hombres circuncidados en los estudios efectuados en los países en vías de desarrollo, donde la terapia antirretroviral no está tan disponible.

Los autores del metanálisis sugieren, por otra parte, que las tasas superiores de prácticas de sexo no seguro y las consiguientes infecciones por VIH y otras ITS en los hombres gays desde que se dispone de tratamiento antirretroviral pueden haber eclipsado los relativamente pequeños beneficios de la circuncisión.

También se descubrió una tendencia hacia unos resultados más significativos desde el punto de vista estadístico al aumentar la calidad del estudio, detectándose una reducción no significativa del 32% en la tasa de infección por VIH en los hombres circuncidados allí donde la circuncisión y la infección por el virus se confirmaron por examen genital y la realización de una prueba, respectivamente.

Por último, no se halló ninguna relación entre la circuncisión y la reducción de las tasas de otras ITS. Realmente, en los estudios posteriores a 1996 y en los de alta calidad se observó un aumento casi significativo de la infección por VIH en hombres circuncidados.

El equipo de investigadores sugiere que se podrían efectuar estudios con hombres que practiquen principalmente sexo insertivo o en entornos con pocos recursos, aunque en este último caso se plantearían unos problemas éticos considerables.

En un artículo de opinión aparte, Sten Vermund y Han-Zhu Qian, del Instituto de Salud Mundial, instan a la realización de más ensayos para dilucidar, de una vez por todas, la cuestión en torno a si la circuncisión ofrece algún grado de protección frente al VIH en los hombres gays. Estos autores comentan: “Sólo con más investigación se podrá responder (…) a la pregunta de si los HSH deberían someterse a una circuncisión para reducir su riesgo de infección por VIH.”

No obstante, también manifiestan su preocupación por la oposición a la que podría enfrentarse dicha investigación.

Así pues, comentan: “Es probable que el metanálisis lo utilicen tanto partidarios como detractores de la inversión en ensayos clínicos: unos argumentando que el beneficio probable es demasiado modesto para justificar un ensayo de coste multimillonario y otros que sólo un ensayo clínico podrá responder a esta importante duda sobre la prevención del VIH”.

Referencias: Millett G, et al. Circumcision status and risk of HIV and sexually transmitted infections among men who have sex with men: a meta-analysis. Journal of the American Medical Association. 2008; 300(14):1.674-1.684.

Vermund SH and Qian HZ. Circumcision and HIV prevention among men who have sex with men: no final word. Journal of the American Medical Association. 2008; 300(14):1.698-1.700.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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