IAS 2013: Cambiar a terapias basadas en etravirina mejoraría los niveles de lípidos

La presencia de efectos adversos sobre el sistema nervioso central dificultaría el cambio en personas que interrumpieron tratamientos con efavirenz por esta causa

Francesc Martínez
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Según un estudio presentado en la recientemente celebrada VII Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH, cambiar el tratamiento antirretroviral por uno basado en etravirina (Intelence®) mejoraría los niveles de lípidos manteniendo la supresión virológica. La estrategia podría ser interesante para aquellas personas bajo terapia antirretroviral eficaz que no consiguen mantener los niveles de lípidos dentro de los límites de la normalidad.

Etravirina había mostrado un buen perfil lipídico en su fase de investigación, hecho que llevó a un equipo de investigadores británicos a evaluar los efectos a largo plazo del cambio de tratamiento antirretroviral por uno basado en etravirina.

El estudio, de tipo retrospectivo, incluyó a 389 personas con VIH que iniciaron tratamiento antirretroviral con etravirina y dos inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido/nucleótido (ITIN/ITINt) entre agosto de 2008 y diciembre de 2012. La mayor parte de participantes provenían de una terapia previa que habían interrumpido, de forma predominante, por razones distintas al fracaso virológico.

Cabe tener en cuenta que algunos de los participantes siguieron la pauta de dos tomas diarias de etravirina (la pauta recomendada en su ficha técnica), mientras que otros optaron por una única toma diaria (pauta habitual en la actualidad).

La mayoría de participantes (el 88%) tenían carga viral indetectable en el momento de empezar el tratamiento. La mediana del recuento de CD4 en las personas con viremia indetectable era de 505 células/mm3.

Entre las 44 personas con carga viral detectable en el momento de comenzar la terapia con etravirina, veinte estaban volviendo al tratamiento tras un periodo de interrupción, trece cambiaron de tratamiento debido a efectos secundarios asociados a efavirenz, dos provenían de monoterapia con inhibidores de la proteasa (IP) y los nueve restantes no tenían experiencia en tratamientos. En este grupo, la mediana de la carga viral era de 44.000 copias/mL y la del recuento de CD4, de 300 células/mm3.

Entre las personas que pasaron a tomar etravirina con carga viral indetectable, el 61% estaban con Atripla® (coformulación en un único comprimido de tenofovir, emtricitabina y efavirenz) y el 19%, con regímenes basados en IP.

El motivo más frecuente para cambiar el tratamiento (referida por 246 personas) fueron los efectos adversos sobre el sistema nervioso central asociados a efavirenz. En el caso de los participantes que provenían de regímenes con IP, las causas esgrimidas para el cambio de terapia fueron, entre otras, síntomas gastrointestinales, preocupación por el riesgo cardiovascular o interacciones medicamentosas.

A los seis meses del cambio de tratamiento, el 99% de las personas que cambiaron con carga viral indetectable seguían en dicha indetectabilidad viral.

El número de participantes fue disminuyendo a medida que transcurría el tiempo. Así, a los 36 meses seguían en seguimiento 136 de los 345 participantes con carga viral indetectable en el momento del cambio, y a los cuatro años únicamente seguían 39 personas. Las tasas de indetectabilidad viral siguieron siendo muy altas en este grupo, manteniéndose entre el 96 y el 100% durante todo el seguimiento. Los niveles de CD4 aumentaron de forma progresiva durante todo el periodo y la mediana sobrepasó las 650 células/mm3 a partir del tercer año de seguimiento.

Entre aquellas personas que empezaron el tratamiento con carga viral detectable, a los seis meses la mayoría se encontraban en supresión virológica y la mayor parte mantuvieron la viremia indetectable durante 36 meses.

Tres personas que iniciaron la terapia con etravirina con carga viral indetectable experimentaron rebrote virológico. Una de ellas presentaba la mutación de resistencia a etravirina 181C y otra desarrolló resistencia a ITIN.

En el grupo que comenzó el tratamiento con viremia detectable, tres personas se mantuvieron en niveles detectables y experimentaron fracaso virológico. En los seis casos fueron descritos problemas de adherencia. Cuatro participantes desarrollaron resistencia a etravirina y dos a ITIN.

Ochenta y seis personas que iniciaron la terapia con etravirina bajo supresión virológica la interrumpieron durante el estudio; la mitad de ellas lo hizo debido a efectos adversos sobre el sistema nervioso central. De hecho, treinta y una de estas personas provenían de un tratamiento previo con efavirenz que habían interrumpido por el mismo tipo de efectos adversos.

La duda relativa a si se producían mejoras en términos de tolerabilidad con el cambio de efavirenz por etravirina en personas con este tipo de efectos adversos ya había sido planteada anteriormente (véase La Noticia del Día 15/12/2010) y los resultados de dicha estrategia no habían sido concluyentes.

Seis personas interrumpieron el tratamiento con etravirina por causa de interacciones farmacológicas conocidas o sospechadas.

De forma destacable, etravirina mostró un perfil lipídico favorable. Tras el cambio de terapia, se observaron disminuciones significativas de los niveles de colesterol total, de colesterol LDL (“colesterol malo”) y de triglicéridos. Aunque los niveles de colesterol HDL (“colesterol bueno”) se redujeron ligeramente (efecto no beneficioso), la razón LDL/HDL mejoró.

Los resultados del presente estudio muestran la viabilidad del cambio a un tratamiento anti-VIH basado en etravirina a partir de combinaciones de primera línea. Su buen perfil lipídico puede favorecer su uso en personas que acumulen factores de riesgo cardiovascular o que no logran normalizar los niveles de lípidos sanguíneos por causa de la terapia antirretroviral que siguen. En el apartado negativo, cabe mencionar los efectos adversos a nivel del sistema nervioso central, que dificultarían su papel entre personas que interrumpen tratamientos basados en efavirenz (tales como Atripla®) debido a este tipo de acontecimientos adversos.

Fuente: HIVandHepatitis.
Referencia: Bull L, Bower M, and Nelson M. Long term therapeutic success of etravirine in switch and naive patients. 7th International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention. Kuala Lumpur, June 30-July 3, 2013.Abstract WEAB0105.

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