Grandes lagunas en la base de pruebas científicas de la prevención del VIH

Un análisis de los estudios relevantes en el ámbito de la investigación en prevención del VIH (realizado en el Reino Unido) ha permitido identificar la existencia de varios temas importantes poco estudiados. En un artículo publicado en la revista BMC Public Health, los autores señalan la falta de ensayos sobre paquetes de intervenciones preventivas combinadas, personas con infección no diagnosticada, el impacto de la política social o la implementación de intervenciones que han resultado eficaces en otros países. También comprobaron que, en raras ocasiones, se evaluó el impacto de las campañas en los medios de comunicación.

Roger Pebody

Los autores afirman que, a pesar de que en el área de la prevención del VIH es necesario contar con enfoques innovadores basados en pruebas científicas, todavía existen grandes temas de interés que no están bien investigados.

El análisis lo llevó a cabo el Centro Coordinador de Ensayos y Estudios de Evaluación (del Instituto Nacional de Investigación en Salud), cuyo personal consultó bases de datos sobre estudios realizados entre 2006 y 2009 en el Reino Unido, EE UU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda (se excluyeron los ensayos efectuados en países europeos).

Se identificaron 868 artículos que ofrecían revisiones sistemáticas de relevancia, ensayos de distribución aleatoria con control, estudios de cohorte, estudios caso-control y sondeos. Se establecieron categorías relativas tanto a las actividades o temas abordados como a los grupos sociales estudiados.

Las áreas más ampliamente analizadas fueron:

  • Tecnologías de intervención: como por ejemplo, circuncisión, profilaxis preexposición (PPrE), preservativos, uso de tratamientos anti-VIH para reducir la capacidad de infección e intercambio de jeringuillas (216 estudios).
  • Investigación de los comportamientos sexuales o de riesgo y estudios sobre intervenciones destinadas al cambio conductual (206 estudios).
  •  Epidemiología descriptiva: Estudios que pretendían arrojar luz sobre la distribución de la infección en poblaciones y la relación del VIH con la edad, el grupo socioeconómico y las actividades sexuales (162 estudios).

De todos modos, los autores no examinaron en detalle los ensayos ni intentaron valorar su calidad. Declararon que incluso en los casos en que existe un número importante de publicaciones sobre un tema, esto “no supone necesariamente que haya una gran calidad, una investigación sólida o que se ofrezcan pruebas que se traduzcan en una prevención eficaz”.

Por otro lado, también se identificaron diversas áreas poco investigadas:

  • Infección no diagnosticada: Mejor comprensión de las características de las personas con una infección sin diagnosticar, intervenciones con el objeto de llegar a estas personas y entender las barreras que presenta la realización de pruebas del VIH. Se identificaron solo cuatro artículos acerca de este tema, sobre todo entre una población de hombres gais.
  • Investigación para probar la capacidad de repetir, traducir o adaptar a un nuevo entorno una intervención que ha tenido éxito en otros lugares. Únicamente se encontraron tres estudios. Sin embargo, los autores afirman que, como la mayor parte de la investigación en prevención del VIH proviene de EE UU, hay que saber si las estrategias desarrolladas allí resultan igual de eficaces en otros contextos.
  • Estudios sobre políticas, legislación o aspectos éticos relevantes en la prevención del VIH. Esto incluiría encausamientos judiciales por transmisión del virus. A pesar de haberse convertido en un tema crucial en los últimos años, los autores solo identificaron tres artículos sobre este aspecto.
  • Prevención combinada: Cuando se proporciona más de una intervención preventiva de forma combinada (por ejemplo, examen médico de las infecciones de transmisión sexual junto con una intervención educativa). En esta categoría se incluyeron diez estudios, pero solamente dos de ellos evaluaron en realidad el valor añadido de llevar a cabo las intervenciones de forma conjunta.
  • Estudios que cubren factores sociales que tienen impacto sobre el VIH (por ejemplo, la educación o la vivienda), intervenciones estructurales que abordan factores sociales e investigación en estigma y discriminación. Se identificaron 26 estudios en total.
  • Intervenciones educativas, incluyendo campañas, marketing social, folletos, vídeos y trabajo en escuelas. El equipo de investigadores esperaba hallar más de 28 estudios en esta área. Se vieron especialmente sorprendidos por identificar solo dos ensayos relativos al impacto sobre campañas en medios de comunicación.

En términos de grupos de riesgo investigados con mayor frecuencia, estuvieron las personas con VIH diagnosticado, consumidores de drogas y alcohol, hombres que practican sexo con hombres y población joven.

Se realizaron menos estudios centrados de manera específica en población de mayor edad, personas transexuales, trabajadores y trabajadoras sexuales, heterosexuales (sobre todo, hombres heterosexuales), grupos étnicos distintos al negro y personas en situación de exclusión social.

El equipo de autores afirma que agradecería cualquier sugerencia para efectuar una investigación que ayude a cubrir estas lagunas en la base de pruebas científicas.

Referencia: Anstee S, et al. Developing a matrix to identify and prioritise research recommendations in HIV prevention. BMC Public Health. 2011; 11: 381. (En esta dirección se puede encontrar el texto completo).

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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