Las ganancias de CD4 a largo plazo con el tratamiento son menores en pacientes de más de 50 años

Un equipo de investigadores de EE UU ha descubierto que las personas con VIH de 50 años o más de edad presentan una restauración inmunitaria más débil una vez iniciada la terapia antirretroviral (TARV), y recomienda que se establezca la prioridad de que este grupo de pacientes empiece antes el tratamiento.

Michael Carter

El estudio, publicado en la edición digital de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes, también evidenció que la mayoría de los pacientes tenían un recuento de CD4 superior a 500 células/mm3 tras cinco años o más de terapia y que el 75% de las personas presentaban una carga viral indetectable.

La terapia antirretroviral combinada apareció en 1996 y supuso una rápida transformación del pronóstico de los pacientes con VIH. Sin embargo, en la actualidad, los datos publicados que examinan la eficacia a largo plazo de este tratamiento son escasos.

En consecuencia, un equipo de investigadores del Estudio Multicéntrico de la Cohorte del Sida (MACS, en sus siglas en inglés) realizó un seguimiento de los recuentos de células CD4 y de la carga viral de 614 hombres gais con VIH que habían tomado un tratamiento antirretroviral potente durante un período de entre cinco y doce años.

Los investigadores se mostraron especialmente deseosos de comprobar si existía algún factor relacionado con los resultados a más largo plazo y plantearon la hipótesis de que la edad, el estadio de la infección por VIH antes de iniciar la terapia, así como el recuento de CD4  y el nivel de carga viral durante los primeros años de tratamiento tendrían un efecto sobre las respuestas inmunitarias y virológicas a largo plazo.

En el momento de empezar la terapia anti-VIH, el 47% de los hombres tenían menos de 40 años y el 12%, más de 50.

Se reunió un total de 4.431 medidas de recuentos de células CD4 y de carga viral procedentes de pacientes que habían estado entre cinco y doce años bajo tratamiento.

Algo más de la mitad (53%) de los pacientes estaban tomando una terapia basada en un inhibidor de la proteasa y el 70% de estas personas fueron tratadas con un fármaco de esta familia potenciado con ritonavir. El 42% de las personas tomaban terapia con un inhibidor de la transcriptasa inversa no análogo de nucleósido, siendo efavirenz (Sustiva®) el fármaco más habitual de esta clase (70%). Una pequeña proporción de pacientes (5%) fueron tratados con una combinación triple compuesta únicamente de inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósido (ITIN), un régimen que hoy en día se considera subóptimo.

La mediana del recuento de CD4 tras un período de cinco a doce años de tratamiento fue de 585 células/mm3.

En los primeros cinco años de terapia, se observó un aumento significativo del recuento de células CD4 con independencia del nivel basal de estas células. No obstante, los niveles de CD4 se estabilizaron en el caso de los pacientes que iniciaron la terapia antirretroviral cuando su recuento de CD4 se encontraba en el entorno de las 350 células/mm3. Continuaron produciéndose unos aumentos modestos en personas que iniciaron el tratamiento cuando su sistema inmunitario era más débil.

Entre los factores relacionados con una peor recuperación de los niveles de CD4 tras cinco años estuvieron el tener un recuento más bajo de estas células (p <0,01) y la coinfección por el virus de la hepatitis B (p= 0,01).

Los pacientes que tuvieron una carga viral indetectable durante al menos el 50% del tiempo en los cinco primeros años de terapia presentaron unos mayores recuentos de células CD4 a largo plazo (p <0,01), al igual que las personas que se mantuvieron en su régimen de primera o segunda línea (p= 0,03).

La edad en el momento de iniciar la terapia anti-VIH también constituyó un factor de predicción de los resultados a largo plazo. La media del recuento de CD4 tras cinco años de tratamiento fue significativamente menor en el caso de los hombres que empezaron la terapia cuando tenían 50 años o más, en comparación con las personas que lo comenzaron cuando tenían menos de 40 años.

Los hombres más jóvenes que empezaron el tratamiento cuando su nivel de CD4 estaba en la franja de las 201 – 350 células/mm3 tuvieron un recuento promedio de 670 células/mm3 tras diez años o más de tratamiento.

Por el contrario, el promedio del recuento de CD4 en ese momento temporal entre los pacientes mayores de 50 años que iniciaron la TARV con un recuento basal semejante fue de 578 células/mm3, una diferencia significativa (p <0,01).

Para alcanzar un nivel de CD4 a largo plazo similar al de las personas de menos de 40 años, los pacientes de mayor edad habrían tenido que iniciar la terapia cuando su recuento estaba por encima de las 350 células/mm3.

“Nuestros datos respaldan que las directrices para empezar la terapia antirretroviral de gran actividad [TARGA] tengan en cuenta la edad del paciente, de modo que se recomiende que las personas mayores de 50 años comiencen el tratamiento con recuentos de CD4 más elevados”, escriben los autores.

El equipo de investigadores también descubrió que los resultados a largo plazo estuvieron relacionados con el recuento total de linfocitos.

El tener un nivel de CD4 superior a 1.200 células/mm3 en el momento de comenzar la terapia anti-VIH estuvo relacionado con un recuento de estos linfocitos significativamente mayor tras cinco años de tratamiento (p <0,01).

“Este hallazgo respalda la inclusión del recuento total de linfocitos [TLC, en sus siglas en inglés] en las directrices de tratamiento antirretroviral”, comenta el equipo de investigadores.

En general, el 78% de las medidas de carga viral obtenidas tras cinco años de terapia arrojaron niveles indetectables.

La carga viral en los cinco primeros años sirvió de factor de predicción de los resultados posteriores y el control virológico fue significativamente mejor a largo plazo en el caso de pacientes que tuvieron cargas virales indetectables en este período (p <0,01).

El cambio de tratamiento en dos o más ocasiones estuvo relacionado con un peor control de la viremia a largo plazo (p= 0,06).

No es sorprendente que las personas que declararon una adhesión del 100% presentaran un buen control virológico tras cinco años de terapia.

“En este estudio, se descubrieron varios factores relacionados con unos menores recuentos de CD4 en hombres que recibieron TARGA durante 5-12 años. Dos importantes factores modificables fueron la mayor edad y el recuento de CD4 en el momento de iniciar este tratamiento”, comentan los investigadores.

De todos modos, los autores se muestran alentados por estos resultados en general y escriben: “Este estudio evidencia que la eficacia de la TARGA se mantiene durante al menos 12 años”.

Referencia: Xiuhong LM, et al. CD4+ T-Cell Counts and Plasma HIV-1 RNA Levels Beyond 5 Years of Highly Active Antiretroviral Therapy (HAART). J Acquir Immune Defic Syndr, online edition: doi: 10.1097/QAI.0b013e31821e9f21, 2011 (En esta dirección podrás encontrar el abstract de forma gratuita).

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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