Según la OMS, la tuberculosis sigue siendo la responsable de 4.000 fallecimientos diarios de personas con VIH

La tuberculosis sigue estando relacionada con la muerte a diario de más de 4.000 personas con VIH en todo el mundo, según informó esta semana la Organización Mundial de la Salud (OMS). A pesar de los avances realizados en los últimos años, todavía es necesario hacer más para identificar y tratar la infección por VIH en los pacientes con tuberculosis, así como para prevenir dicha enfermedad bacteriana en las personas seropositivas.

Keith Alcorn

Los nuevos datos sobre el control de la tuberculosis elaborados por la Organización Mundial de la Salud evidencian que, pese al modesto progreso registrado en 2009, la mayor parte de las personas con VIH y tuberculosis en todo el planeta siguen sin recibir terapia antirretroviral (TARV) o terapia preventiva con isoniazida.

Sin embargo, los hallazgos publicados esta semana con antelación a la 41 Conferencia de la Unión Mundial sobre Salud Pulmonar en Berlín (Alemania) muestran una mejora sustancial en las tasas de pruebas del VIH en pacientes con tuberculosis.

El sondeo (elaborado por la OMS a partir de los resultados oficiales presentados por todos los programas nacionales para el control de la tuberculosis) evidencia que, en 16 países del África subsahariana, las tres cuartas partes de las personas diagnosticadas de la enfermedad bacteriana se sometieron a la prueba del VIH en 2009, incluyendo muchas que viven en los países más afectados por la epidemia de sida.

En toda el África subsahariana, algo más de la mitad (53%) de los casos de tuberculosis se sometieron a la prueba del VIH en 2009. Por comparación, este porcentaje fue del 22% en 2006 y del 38% en 2007, lo que sugiere que los decididos esfuerzos para promover la integración de las actividades clínicas del VIH y la tuberculosis están comenzando a tener un impacto notable en la región.

El 46% de los pacientes con dicha infección bacteriana sometidos a pruebas para detectar el VIH dieron un resultado positivo en 2009 en el África subsahariana.

Sin embargo, existe toda una serie de importantes intervenciones cuya cobertura sigue siendo limitada, a pesar de que cuentan con el potencial de mejorar la salud de las personas con VIH y tuberculosis -o de prevenir el desarrollo de la enfermedad bacteriana en personas seropositivas-.

El uso de cotrimoxazol como adyuvante del tratamiento antituberculoso reduce el riesgo de muerte en los pacientes con VIH. La OMS y las directrices nacionales lo recomiendan como medida profiláctica contra las infecciones oportunistas en personas con VIH, pero el sondeo sobre el control de la tuberculosis muestra que una cuarta parte de los pacientes infectados por VIH y dicha enfermedad bacteriana no recibieron cotrimoxazol en 2009.

Desde 2006, casi no se ha modificado la proporción de dichos pacientes que recibieron cotrimoxazol en el África subsahariana (76%).

La terapia antirretroviral (que las directrices de la OMS publicadas a finales de 2009 recomiendan para todas las personas coinfectadas por tuberculosis y VIH, con independencia de su nivel de CD4) fue administrada únicamente al 36% de las personas con coinfección en el África subsahariana en 2009, y al 37% en todo el mundo. Este dato pone de manifiesto no sólo que existe una deficiencia en la integración de los servicios  de tuberculosis y VIH, sino que también muestra la enorme brecha presente entre el tratamiento disponible y el número de personas que lo necesitan.

Se ha demostrado que la aplicación de un ciclo de terapia preventiva con isoniazida (TPI) reduce el riesgo de desarrollar tuberculosis en personas con VIH, a pesar de que en las directrices nacionales no se recomienda universalmente. Sesenta mil personas en África (15% de los elegibles) y otras 25.000 personas en otras regiones del mundo recibieron TPI en 2009, frente a 50.000 en 2008. Casi todo el aumento se debió a los pacientes con VIH que recibieron TPI en el África subsahariana y Europa.

En el Asia sudoriental apenas 467 personas con VIH recibieron TPI en 2009, según los informes, lo que supone, aproximadamente, el 1% del total de casos de pacientes con tuberculosis diagnosticados de VIH.

El Plan Mundial para Detener la Tuberculosis tiene como objetivo que, para el año 2015, se consiga un acceso del 100% a todas estas intervenciones.


Se aprecia una mejora en el progreso hacia la consecución de los objetivos relacionados con la tuberculosis

El progreso realizado a nivel mundial en 2009 hacia el alcance de los objetivos generales de control de la infección por Mycobacterium tuberculosis fue positivo.

La incidencia mundial de tuberculosis disminuyó poco ese año, pasando a 137 casos por cada 100.000 personas, lo que indica que es posible que el pico de incidencia mundial de esta enfermedad se alcanzó en 2004 (cuando se registraron 142 casos por cada 100.000 personas). En 2009, la OMS calcula que se produjeron en torno a 9,4 millones de casos de tuberculosis en todo el mundo.

Este organismo también calcula que aproximadamente entre el 11 y el 13% de casos de la enfermedad bacteriana se dieron en personas que tenían VIH, y el 80% de estos casos tuvieron lugar en África.

La tasa de mortalidad mundial por tuberculosis ha disminuido en un 35% desde 1990. En 2009, se registró el fallecimiento de 1,7 millones de personas con esta enfermedad en todo el mundo, incluyendo 380.000 personas infectadas por VIH.

Las tasas a escala mundial de éxito en el tratamiento también han alcanzado su nivel más alto. En 2009, el 86% de las personas tratadas contra la tuberculosis se curaron, y dos países con una alta carga de coinfección por VIH y la enfermedad bacteriana -Tanzania y Kenia- registraron una tasa de curación del 85% en sus programas nacionales de tuberculosis ese mismo año, lo que indica que, incluso con la carga adicional que supone la infección por Mycobacterium relacionada con el VIH, es posible alcanzar un nivel alto de eficacia.

En el conjunto de África, la tasa de éxito del tratamiento fue del 80%.

La OMS afirma que 13 de los 22 países con mayor carga de tuberculosis están en vías de lograr, en 2015, el Objetivo de Desarrollo del Milenio de conseguir detener e invertir el aumento de la incidencia de tuberculosis, y es posible que 12 países puedan reducir a la mitad la incidencia de esta enfermedad para el año 2015.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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