XVII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, viernes

A lo largo de la conferencia de la CROI, que este año se celebra en San Francisco (EE UU), NAM ofrecerá un boletín especial con los aspectos más destacados.

Viernes, 19 de febrero de 2010

Tratamientos del VIH

Kivexa® y Truvada® se muestran igual de eficaces

Los resultados finales del estudio de gran tamaño ACTG 5202 evidencian que los pacientes con una carga viral basal inferior a 100.000 copias/mL que tomaron Kivexa® (abacavir/3TC) o Truvada® (tenofovir / FTC) como parte de su tratamiento antirretroviral tuvieron las mismas probabilidades de mantener una supresión viral del VIH a lo largo de dos años de terapia.

Los participantes en el ensayo fueron distribuidos en cuatro brazos, y recibieron Kivexa® o Truvada® en combinación con atazanavir potenciado por ritonavir (Reyataz®) o efavirenz (Sustiva®).

Tras dos años de tratamiento, se comprobó que en los cuatro brazos del estudio hubo una proporción similar de pacientes (87-90%) que consiguieron mantener la supresión de la carga viral.

Los resultados también sugieren que no existieron diferencias en lo que respecta al efecto antirretroviral de atazanavir/ritonavir y de efavirenz, al administrarlos en combinación con Kivexa® o Truvada®.

Los pacientes en tratamiento con Kivexa® registraron unas tasas de efectos secundarios graves más elevadas, posiblemente debido a las reacciones de hipersensibilidad a abacavir.

Los personas que recibieron atazanavir/ritonavir presentaron unos mejores perfiles de lípidos que los que tomaron efavirenz.

Un inicio tardío del tratamiento anti-VIH supone una menor recuperación de células CD4

Tras un año de terapia antirretroviral, es poco probable que los pacientes con un recuento basal de células CD4 bajo presenten un nivel de restauración inmunitaria suficiente para protegerles frente a enfermedades graves relacionadas con el sida.

Un equipo de investigadores del estudio DART examinó el grado de restauración inmunitaria en los pacientes que iniciaban el tratamiento anti-VIH en Uganda y Zimbabue. Los autores consideran que sus conclusiones ponen de relieve la importancia de que la terapia se inicie con prontitud.

Uno de los principales objetivos del tratamiento anti-VIH es conseguir la restauración inmunitaria. Tener un recuento de CD4 por encima de 200 ó 250 células/mm3 representa una protección frente a numerosas infecciones oportunistas potencialmente mortales. Unos niveles de CD4 más altos ayudan también a proteger frente a diversas enfermedades graves asociadas o no con el VIH.

Los responsables del estudio hicieron un seguimiento a más de 3.000 pacientes que empezaron el tratamiento anti-VIH por primera vez. En general, el 69% presentó un recuento de CD4 superior a 250 células/mm3 cinco años después de iniciar el tratamiento. Sólo el 19% consiguió alcanzar un nivel normal de CD4 (por encima de 500 células/mm3).

En promedio, fueron necesarios 1,8 años para que los pacientes lograran llegar a tener un recuento de CD4 de 250 células/mm3.

Tras un año de tratamiento, el 10% de los pacientes aún tenían un nivel de CD4 inferior a 100 células/mm3, y otro 38% más presentaban un recuento de CD4 por debajo de 200 células/mm3.

Acceso al tratamiento

Muchos pacientes en lista de espera para recibir un tratamiento anti-VIH en Sudáfrica mueren antes de recibirlo

El acceso al tratamiento antirretroviral está aumentando en los entornos con recursos limitados.

Sin embargo, un estudio ha revelado que la cuarta parte de las personas que se encuentran en lista de espera para recibir el tratamiento anti-VIH en la provincia sudafricana de Free State fallecen antes de que se les administre ni siquiera una dosis.

La investigación tuvo lugar entre 2004 y 2007. Los pacientes fueron elegibles para recibir tratamiento anti-VIH si su recuento de CD4 estaba por debajo de 200 células/mm3.

En conjunto, la cuarta parte de las personas elegibles para la terapia murieron antes de recibirla. Las tasas de mortalidad observadas fueron especialmente altas en los hombres y en los pacientes cuyo nivel de CD4 estaba por debajo de 25 células/mm3.

Las actuales directrices de tratamiento de Sudáfrica recomiendan que se inicie la terapia antirretroviral cuando el recuento de CD4 del paciente esté en torno a las 350 células/mm3.

No obstante, el estudio también evidenció que el seguimiento de los niveles de CD4 no se estaba realizando con la suficiente frecuencia como para conseguir que el tratamiento se empezara con prontitud.

Enlaces relacionados:

HIV and AIDS Treatment in Practice de NAM (Diciembre de 2009).

Salud cardiovascular

Dejar de fumar reduce el riesgo cardiovascular

Los resultados del estudio de gran tamaño D:A:D han evidenciado que dejar de fumar disminuye el riesgo de padecer enfermedades como el infarto de miocardio o la apoplejía en pacientes con VIH.

Una gran proporción de las personas con VIH tienen el hábito de fumar. Esto resulta preocupante, dado que la infección por el virus parece aumentar el riesgo de sufrir algunas enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, especialmente las de tipo cardiovascular.

Más de un tercio de los participantes en el estudio D:A:D eran fumadores, y debido a ello fueron tres veces más propensos a tener un ataque al corazón que los pacientes que nunca habían fumado.

Sin embargo, los que dejaron de fumar redujeron aproximadamente en un tercio este exceso de riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

Abandonar el consumo de tabaco condujo a una disminución similar en el riesgo de padecer dolencias como la apoplejía.

No obstante, la investigación mostró que los pacientes que dejaron de fumar siguieron corriendo un mayor riesgo de fallecer. El equipo de investigadores cree que esto se debe a los daños residuales causados por haber consumido tabaco.

Otros resultados presentados en la conferencia pusieron de manifiesto que el consumo excesivo de tabaco aumentó el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en personas con VIH.

Tuberculosis

El tratamiento preventivo con isoniazida reduce el riesgo de padecer tuberculosis en pacientes con VIH

Los resultados de dos nuevos estudios han evidenciado que el uso de isoniazida disminuye el riesgo de sufrir tuberculosis en las personas con VIH, aunque estén tomando la terapia antirretroviral.

La tuberculosis constituye la principal causa de enfermedad grave y muerte entre las personas con VIH y -a diferencia de muchas de las otras infecciones frente a las que estas personas son susceptibles- puede producirse cuando los recuentos de células CD4 son más altos.

La epidemia de VIH y tuberculosis resulta especialmente grave en Sudáfrica. Un estudio llevado a cabo en dicho país (que contó con 910 pacientes que iniciaban el tratamiento anti-VIH) mostró que las personas que tomaron también isoniazida presentaron una tasa de mortalidad un 53% más baja que las que sólo recibieron los medicamentos antirretrovirales.

Otra investigación independiente, realizada en la India, puso de manifiesto que un ciclo de terapia preventiva antituberculosa de seis meses (consistente en isoniazida más etambutol -otro medicamento contra la tuberculosis-) resultó ser igual de eficaz en la prevención de dicha enfermedad que un régimen de 36 meses sólo con isoniazida.

Tampoco se registró ninguna diferencia en cuanto al riesgo de desarrollar efectos secundarios.

Enlaces relacionados:

HIV and AIDS Treatment in Practice de NAM (Enero de 2010).

 

Prevención del VIH

La ampliación del tratamiento anti-VIH reduce el número de nuevas infecciones y la carga viral en la Columbia Británica

Los esfuerzos realizados para aumentar el número de personas que toman un tratamiento contra el VIH en la provincia canadiense de la Columbia Británica han conseguido que se produzca una modesta reducción en el número de nuevas infecciones por el virus, así como una disminución de la carga viral media en la comunidad.

El tratamiento anti-VIH reduce los niveles de virus en la sangre y los fluidos genitales, motivo por el que se considera que las personas que siguen una terapia antirretroviral tienen una menor capacidad de infección.

La administración de la Columbia Británica está intentando aumentar el número de personas que toman tratamiento anti-VIH como estrategia para controlar la epidemia.

Existen indicios de que este enfoque funciona.

Entre 2004 y 2009, se produjo un descenso en el número de nuevas infecciones por VIH, de 440 a 370. Durante dicho período, se hizo un esfuerzo especial por conseguir que los usuarios de drogas inyectables iniciaran el tratamiento antirretroviral, y se observó una reducción en el número de nuevas infecciones en este grupo.

También se registró un aumento en la proporción general de pacientes con una carga viral inferior a 50 copias/mL, pasando de un 34% a un 77%.

El equipo de investigadores canadienses, alentado por estos resultados, comentó: “Nuestros hallazgos evidencian que existe una asociación entre la ampliación de la cobertura [del tratamiento antirretroviral], la disminución de la carga viral en plasma en la provincia y el descenso en el número de nuevos casos de VIH”.

Otros estudios presentados en la conferencia pusieron de relieve que la ampliación del tratamiento era responsable de la reducción del número de nuevas infecciones en San Francisco, y que el gran incremento en la realización de las pruebas del VIH en la ciudad de Washington tuvo como resultado la disminución del número de diagnósticos tardíos.

Enlaces relacionados:

Carga viral y riesgo de transmisión (NAM).

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