coinfección VIH/VHC
En el número anterior de esta revista, bajo el título “Acción comunitaria frente a parálisis de la administración”, introdujimos la idea de una agenda básica de investigación para la coinfección del VIH y la hepatitis C impulsada por grupos comunitarios. Esta agenda básica incluye, de entrada, ocho demandas de las que ya analizamos cuatro en el primer artículo. En esta breve continuación comentamos las dos restantes.
El documento con propuestas comunitarias para la investigación biomédica en la coinfección por VIH y VHC (virus de la hepatitis C) ha sido elaborado por el Comité de Desarrollo de Fármacos de la Coalición de Activistas en Tratamientos del SIDA (DDC y ATAC, respectivamente, en sus siglas en inglés) de EE UU junto con el Comité Europeo de Asesoramiento Comunitario del Grupo Europeo de Tratamientos del SIDA (ECAB y EATG, respectivamente, en sus siglas en inglés), del que forma parte este redactor. Las propuestas se refieren siempre a estudios que permitan comprender mejor y por ello maximizar el uso, en personas coinfectadas, de los actuales medicamentos para la hepatitis C: interferón pegilado (IFN-PEG) y ribavirina (RBV).
El texto fue presentado antes del verano a representantes internacionales de las dos compañías que comercializan diferentes versiones de IFN-PEG y RBV, que son Roche y Schering Plough. Os iremos dando información sobre los avances que se produzcan.
Como decimos, en el número 31 de LO+POSITIVO encontraréis comentadas las primeras cuatro peticiones de investigación, que os volvemos a indicar:
- Estudiar la seguridad, eficacia y tolerabilidad del tratamiento del VHC en personas con <200 células/mm3 CD4.
- Estudiar la seguridad, la eficacia y la tolerabilidad del tratamiento del VHC en usuari@s activ@s de drogas y de alcohol.
- Estudiar el óptimo manejo de los efectos secundarios (especialmente la anemia y los de carácter neuropsiquiátrico).
- Investigar las razones de las interrupciones del tratamiento del VHC y la aplicación de intervenciones específicas (por ejemplo, EPO o cuidados integrales en salud mental) para dar soporte a la adhesión a la terapia del VHC.
Las otras dos serían las siguientes:
Evaluar la seguridad, eficacia y tolerabilidad de una dosis completa de IFN-PEG junto con dosis de RBV ajustadas según el peso.
Cada vez más especialistas creen que las diferencias que se observan en la respuesta a la terapia anti-VHC en personas coinfectadas con las mismas características demográficas (edad, sexo) y médicas (grado de daño hepático, situación inmunológica) podrían estar relacionadas con las dosis de ribavirina, un análogo de nucleósido de toma oral dos veces al día. Para comprobar si esto es así, hacen falta (y ya se están llevando a cabo) más estudios y más amplios que utilicen dosis mayores de RBV, ajustadas según el peso, sin sobrepasar el límite de la toxicidad. De hecho, algun@s médic@s abogan por administrar dosis de hasta 1200mg diarios, y reducirla en caso de síntomas de intolerancia.
Estudiar la terapia de inducción con altas dosis de interferón en personas coinfectadas con genotipo 1 y niveles altos de ARN de VHC.
Del conjunto de condiciones asociadas a las personas que viven con VIH y con VHC, hay un perfil que requiere una especial atención. Se trata de quienes tienen genotipo 1 del VHC (existen además el 2, 3 y 4) y tienen una alta carga viral de la hepatitis C (expresada en copias de ARN del VHC por mililitro de sangre) al inicio del tratamiento. Los estudios muestran que las probabilidades de éxito de la terapia actual en estas personas es la más baja, tal y como está concebida.
También sabemos que la respuesta inicial al tratamiento del VHC es un indicador fiable de la respuesta al final de ese mismo tratamiento y de la respuesta sostenida (la que se comprueba seis meses después de finalizada la terapia). Se podría plantear dar dosis altas de interferón durante las primeras semanas que pudiera dar lugar a un descenso rápido del ARN del VHC, y luego cambiar a una dosis estándar. Es decir, utilizar la dosis elevada de IFN-PEG como inducción de la respuesta y a continuación reducirla para que sea más tolerable. Esto habría que hacerlo junto con un paquete integral y específico de atención a estas personas, que experimentarán fuertes efectos adversos, ya que de lo contrario tiene pocas probabilidades de éxito.1
Mientras esperamos la nueva generación de fármacos para tratar la hepatitis C, que no parece que vayan a sustituir los que tenemos, sino a añadirse para crear regímenes combinados (algo que no sucederá antes de 4 o 5 años), es crucial sacar el máximo partido a IFN-PEG y RBV.
El fallo hepático, muy asociado a la hepatitis C, se está convirtiendo en la principal causa de muerte en personas con VIH en España. Debería ser el compromiso de tod@s hacer visible esta situación y reclamar acciones eficaces y prioritarias que cuiden las necesidades de nuestr@s pares en situación de riesgo vital.
1 Al cierre de esta edición, el equipo de Cristina Tural del Hospital de Can Ruti tenía previsto presentar datos del estudio CORAL 1 en la Conferencia ICAAC 2006 (Wasghington DC, EE UU) que parecían descartar la utilidad de esta estrategia. Más datos en la próxima edición.
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