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  1. Sexualidad y VIH

Sexo seguro y reducción del riesgo

Imagen: Sexo seguroSobre la base de los principios biológicos de la transmisión del VIH, el sexo seguro hace referencia a las prácticas sexuales que evitan o reducen el intercambio de fluidos corporales (semen, sangre, fluidos vaginales), evitan el contacto genital y reducen el riesgo de transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana, de otras infecciones de transmisión sexual (ITS) y de reinfección.

Las prácticas más efectivas de sexo seguro son:

  • El uso del preservativo masculino o femenino, tanto para el sexo vaginal como anal, y preservativos masculinos no lubricados para el sexo oral.
  • Sexo sin penetración de la vagina, el ano o la boca por el pene. Aquí se incluiría la masturbación, la masturbación mutua, besar, conversaciones sexuales, masaje, y otras formas de tocar y estimular.
  • Relaciones monógamas o polígamas entre personas que no tienen una infección preexistente.

Aunque utilizar el preservativo constituye la práctica sexual más segura, no siempre es una alternativa realista o deseable para algunas personas. Incluso en estos casos, todavía se puede tomar la decisión de reducir la posibilidad o riesgo de transmisión o reinfección del VIH. Disminuir el riesgo es una alternativa a no tomar ninguna precaución para personas que no emplean condones, o no lo hacen siempre.

En situaciones en que no se dispone del preservativo, se puede reducir el riesgo de transmisión del VIH:

  • Practicar sexo oral en vez de sexo vaginal o anal.
  • Practicar sexo insertivo (activo) en vez de sexo receptivo (pasivo).
  • Practicar sexo sin eyaculación en lugar de con eyaculación.
  • Reducir el número de veces en que se eyacula durante las relaciones sexuales.
  • Reducir el número de veces en que se practica sexo no protegido con la misma pareja.
  • Reducir el número de parejas sexuales con las que se practica sexo no protegido.
  • Realizar otras prácticas sexuales que no comporten penetración, como la masturbación mutua.

 

Otras prácticas sexuales

Fisting o fist-fucking es el término inglés que designa la introducción del puño en la vagina o el recto de otra persona.

Esta práctica puede causar lesiones vaginales o anales en la persona receptora, lo que incrementa de forma considerable el riesgo de transmisión del VIH y otras ITS si, con posterioridad, hay penetración sin protección.

Se puede evitar la transmisión de enfermedades con el uso de guantes de látex y abundante lubricante dilatador. Si no se utilizan guantes, conviene dilatar previamente la vagina o el recto para disminuir el riesgo de lesiones. Sin embargo, procura evitar el empleo de cremas insensibilizadoras al dolor, ya que podrían hacer que no te dieras cuenta de que se está produciendo una lesión grave.

Algunos juegos de dominación y las prácticas sadomasoquistas pueden implicar la presencia de sangre durante el acto sexual. El contacto directo con la sangre aumenta el riesgo de transmisión del VIH y otras ITS.

Puede reducirse el riesgo utilizando guantes de látex, condones y barreras de protección. También puede optarse por limitar el número de heridas, su profundidad o la frotación corporal con ellas.

Si se produce exposición al VIH, ¿qué se puede hacer?

Si en una relación sexual entre personas con estado serológico al VIH discordante (una tiene VIH y la otra no) se ha producido una exposición a los fluidos corporales del miembro infectado, es aconsejable tener en cuenta las siguientes sugerencias:

  • Si una herida abierta en la piel de la persona sin VIH entra en contacto con semen, sangre, orina o heces del miembro de la pareja infectada, convendría lavar bien la zona con agua caliente y jabón.
  • Visitar a un médico o el servicio de urgencias de un hospital. Tras una evaluación del caso, se podría prescribir una profilaxis post-exposición, un tratamiento antirretroviral de un mes de duración dirigido a personas sin VIH que se hayan expuesto al virus. Para que esta terapia sea altamente eficaz, conviene empezarla lo más pronto posible y antes de las 72 horas tras la exposición. El uso del tratamiento antirretroviral puede provocar efectos secundarios. La profilaxis post-exposición no es una alternativa al sexo seguro.
  • Hablar con un psicólogo o terapeuta sobre los factores que llevaron a practicar sexo no protegido. Un profesional con experiencia podría ayudarte a encontrar modos para evitarlo en el futuro.

Referencias:
gTt. Montárselo en positivo. Una guía de salud sexual para las personas que viven con VIH. 2ª edición, ampliada y mejorada; otoño 2007.

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