Desaparece la revista LO+POSITIVO, y con ella, la mejor manera de estar informados sobre todo lo relacionado con el VIH. Alguien que debe saber muy poco, pongámosle ‘señor X’, ha decidido que ya no es “necesaria”. Ah, ¡bonita palabra! Junto con “redimensionar”, “ajustes”, “austeridad” o “prioridades”. Son expresiones que se han convertido en malditas en solo unos años al ir acompañadas de noticias negras y decisiones desacertadas.
Esta situación terminó siendo el tema central de uno de los últimos números de la revista. Con la ayuda de decenas de activistas, analizamos cómo esta crisis, que golpea la economía, es también un pretexto para privatizar el sistema público sin ni siquiera el consenso necesario.
Recuerdo que uno de mis primeros reportajes fue el que dedicamos el 2010 al “VIH en los jóvenes gais”. Aunque la revista puede presumir de conseguir el testimonio de personas que no aparecerían nunca en otro medio, la tarea fue ingente. En el tiempo que duró nuestra investigación, solo encontramos a un joven –¡Rafa, gracias!– que testimoniara con foto.
Está claro que queda mucho trabajo por hacer. Aún existe la marginación, la exclusión, el rechazo y las angustias de las que poco sabe el ‘señor X’. Pero como escribía el afinado Federico Pulido, del Hospital 12 de Octubre de Madrid, “espero no estar nunca en su pellejo”.
En las libretas de las personas que hemos trabajado en este proyecto nos quedan muchos temas sobre los que nos gustaría investigar. Quizá con LO+POSITIVO no sea posible, pero no nos vamos a quedar de brazos cruzados. Seguiremos dando voz a los que pocas veces, o nunca, la tienen.