Se trata del primer instrumento internacional de derechos humanos dedicado específicamente a este tema. Entre otras cuestiones, se deja claro que el VIH no debe ser motivo de discriminación ni estigmatización, y que no debe exigirse a ningún trabajador la prueba de detección.
“Creo que será una contribución fundamental para hacer realidad el sueño de una generación libre de sida”, dijo en Ginebra Sophia Kisting, directora del Programa sobre VIH y Sida y el mundo del trabajo de la OIT, satisfecha de aprobar esta declaración después de dos años de debate. Esta nueva normal laboral complementa el Repertorio de recomendaciones prácticas sobre VIH/sida y el mundo del trabajo de la OIT adoptadas en 2001.