Algunos han ingresado en la Unión Europea, aunque eso no ha llevado necesariamente consigo la asunción de estándares occidentales. Otros, siguen caminos diversos. Y luego, está Rusia; un país enorme y próspero que, ante el sida, prefiere mirar hacia otro lado.
El respeto a los derechos humanos ha sido, con acierto, el tema central de esta edición, y la Declaración de Viena, el manifiesto que ha simbolizado esta reivindicación. Tal como ocurrió en España a finales del siglo XX, la epidemia en dicha región tiene un vector que la propaga a gran velocidad: el uso de drogas inyectables. Los porcentajes de personas coinfectadas por hepatitis C son altísimos y ya han superado a los que tuvimos en el sur de Europa.
La vulneración de derechos, la falta de medicamentos y la invisibilidad de las propias personas que viven con VIH hacen que la vida sea una auténtica pesadilla. Sirva este reportaje para homenajear a todas y todos ellos, a los que sufren y a aquellos que, con coraje, están plantando cara a una realidad del todo adversa. Bienvenidos a un viaje que va desde las Repúblicas Bálticas y Rusia hasta los Balcanes.