Consejos dietéticos para aliviar los trastornos gastrointestinales


Calpurnia Cugat

En el estómago y los intestinos se localiza la primera línea de defensa inmunitaria de nuestro cuerpo y que tiene como misión neutralizar el paso de toxinas y gérmenes potencialmente dañinos. Las náuseas, los vómitos y la diarrea son tres manifestaciones mediante las cuales el tracto gastrointestinal, es decir el estómago y los intestinos, se defiende de las toxinas invasoras. Su mecanismo de acción es el mismo, ya se trate de gérmenes y patógenos (como virus y bacterias), ya se trate de medicamentos para tratar enfermedades (como los antirretrovirales).

Imagen: Bebidas carbonatadasCuando estos efectos gastrointestinales son graves o prolongados, podrían ser síntomas de una infección o una complicación asociada al VIH. Es por ello que resulta muy aconsejable informar al especialista en VIH sobre los síntomas precisos y que éste diga si se trata de efectos secundarios del tratamiento o de un síntoma de una posible complicación más grave.
En este artículo ofrecemos algunos consejos nutricionales que te podrían ser útiles para aliviar o mejorar las náuseas, los vómitos y la diarrea.

Náuseas y vómitos

Son efectos secundarios que se asocian, con bastante frecuencia, al uso de la medicación antirretroviral. Esto no implica que todas las personas que toman medicamentos anti-VIH tengan que desarrollarlos. En general, cuando ambos efectos están asociados a los antirretrovirales, suelen ser leves y mejoran con el paso de los días, conforme el organismo se va acostumbrado a la medicación. La causa de las náuseas y los vómitos, en realidad, no está relacionada con el efecto de los medicamentos en el estómago y los intestinos. Al parecer, el origen de ambos efectos se encuentra en lo que se conoce como el centro del vómito, una parte del cerebro que, cuando detecta la entrada en la sangre de sustancias tóxicas (como los antirretrovirales), envía señales al estómago para que vacíe su contenido. Como consecuencia de ello, se produce una sensación de malestar en el estómago que, en ocasiones, produce la expulsión forzada por la boca de su contenido.

Las náuseas y los vómitos pueden causar pérdida del apetito y desnutrición. Asimismo, los vómitos podrían provocar la expulsión de los medicamentos del organismo y, por consiguiente, su incorrecta e inadecuada absorción, lo que podría provocar niveles insuficientes en la sangre y llevar al desarrollo de resistencia al medicamento.

Imagen: Tabla de recomendaciones dietéticas

Otras recomendaciones:

  • Las bebidas carbonatadas, ingeridas en cantidades pequeñas y frecuentes (20-30 mL cada 10-15 minutos) y sin gas ayudan a calmar las náuseas y vómitos.
  • Comer unas galletas o unas tostadas secas antes de levantarse puede ayudar a disminuir la sensación de náusea; a veces, se toleran mejor alimentos salados tipo tostada, galletas de aperitivo, etc.
  • Si no apetece comida caliente, los bocadillos también son nutritivos y pueden sustituir a otros alimentos, ya sean de jamón, fiambre de pechuga de pollo o pavo, etc.
  • Si la ingestión de alimentos es insuficiente, debe valorarse un soporte nutricional.

Diarrea

Imagen: Alimentos para la diarreaEs uno de los efectos secundarios más comunes asociados con la medicación antirretroviral. Dado que la diarrea reduce la cantidad de agua que tenemos en nuestro cuerpo, así como también de nutrientes vitales, conviene beberla para reponer de este modo las cantidades perdidas; de lo contrario, podrían presentarse síntomas de deshidratación, entre los que se incluyen aumento de la sed, ansiedad, debilidad, confusión, mareo e incluso desmayos. Con el fin de evitar la deshidratación, se aconseja informar al médico cuando la diarrea implica un total de cinco o más deposiciones al día, durante cinco días seguidos.

Además, la diarrea puede ser un síntoma de muchas enfermedades y afecciones que pueden producirse en personas con VIH, como por ejemplo infecciones virales, bacterianas y parasitarias, por lo que conviene informar a tu especialista en VIH si se manifiesta.

Entre las recomendaciones dietéticas para el tratamiento de la diarrea, se incluyen:

  • Evitar alimentos con fibra (legumbres, cereales integrales, verduras, frutas crudas...), café y zumos azucarados, por ser estimulantes del peristaltismo (movimiento intestinal producido por contracciones musculares rítmicas y coordinadas que facilita la progresión, primero del bolo alimenticio, y luego del bolo fecal).
  • Suprimir guisos, fritos, embutidos, alimentos muy salados, por ser irritantes.
  • Limitar las grasas, por su digestión prolongada.
  • Valorar la tolerancia a la leche, por su contenido en lactosa y digestión prolongada.

La ingestión de alimentos líquidos y sólidos debe ser en poca cantidad y frecuente (al inicio, cada hora o cada dos horas), ampliando el horario y la cantidad según tolerancia. Empezar la dieta por fases según tolerancia.

1ª Fase

Después de un tiempo de ayuno, según indicación médica, iniciar la ingestión de pequeñas cantidades con: agua de arroz, agua con limón o infusión de té clara con sacarina, suero oral (de venta en farmacias). Si existe intolerancia a la lactosa, utilizar leches sin lactosa o leches vegetales de soja.

2ª Fase

Además de los líquidos anteriores, introducir: consomé sin grasa, sopa de arroz, arroz hervido caldoso o harina de arroz (papillas infantiles), pescado blanco o pollo hervido, en pequeñas cantidades.

3ª Fase

Aumentar cantidades y seguir introduciendo nuevos alimentos según tolerancia: arroz blanco, patata o pasta fina cocida, zanahoria en puré o cocida, jamón cocido o pechuga de pavo (poco graso), yogur natural desnatado con sacarina, pan tostado, galletas tipo «María», manzana o pera cocida, manzana rallada o en zumo, plátano muy maduro.

4ª Fase

Aumentar las cantidades y seguir introduciendo nuevos alimentos según tolerancia: pollo, ternera o pescado blanco a la plancha, manzana asada, pera de agua muy madura, puré de verduras tamizado (pequeñas cantidades).

Observaciones: Una vez superada la fase crítica, tomar los restantes alimentos, en muy pequeñas cantidades y en diferentes días, para comprobar su tolerancia.

Fuentes:    

  • Aidsmeds.com
  • Polo R, Gómez-Candela C, Miralles C. Recomendaciones de SPNS/GEAM/SENBA/SENPE/AEDN/SEDCA/GESIDA sobre nutrición en el paciente con infección por VIH. Ministerio de Sanidad y Consumo. Madrid, 2006.