Los idiomas de la discriminación


Pedro Pérez

Imagen: Los idiomas de la discriminaciónEl problema del rechazo y la exclusión que padecen las personas con VIH tiene una dimensión global y requiere, por tanto, de una respuesta global. Diversas instituciones y organismos internacionales lideran la lucha mundial por el respeto a los derechos humanos de los hombres, mujeres y niños afectados por la enfermedad.

La discriminación, legal o de facto, hacia las personas con VIH es un fenómeno mundial, y lo es al menos en dos sentidos. Por una parte, no hay ninguna sociedad o país que pueda presumir de estar libre de esta lacra; por otra, la violación de los derechos humanos adopta una naturaleza transfronteriza cuando se limita el movimiento de las personas con VIH, pero también cuando el mero hecho de haber nacido en un lugar determina el acceso a los cuidados y tratamientos médicos disponibles.

ONUSIDA, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida, es, probablemente, el organismo internacional que más atención y esfuerzo ha dedicado al problema del estigma y la discriminación asociados al VIH, convirtiéndolo en uno de los pilares fundamentales de la lucha contra la pandemia. Además de constituir una violación de los derechos fundamentales, este organismo también considera que el rechazo social que sufren los afectados representa un enorme obstáculo tanto para las políticas de prevención como para el tratamiento y la atención universal de las personas que viven con VIH.

En 2007, ONUSIDA hizo público un documento en el que sugería una serie de puntos que las diferentes autoridades y agentes nacionales e internacionales implicados en la lucha contra el VIH/sida debían seguir para reducir el estigma y la discriminación:

  1. Entender qué es el estigma y la discriminación, comprometerse en su reducción mediante el empleo de herramientas para medir su prevalencia y sus consecuencias en la respuesta al VIH.
  2. Generar liderazgo y dar ejemplo de la necesidad de reducir el estigma y la discriminación en las políticas nacionales sobre el VIH/sida.
  3. Facilitar la inclusión de la reducción del estigma y la discriminación en los planes nacionales estratégicos de VIH, costeando y programando actividades a tal fin.
  4. Usar o promover enfoques que aborden la raíz del estigma y la discriminación (por ejemplo, el miedo a adquirir el virus mediante un contacto casual o la vinculación de la enfermedad con un comportamiento considerado inmoral o impropio).
  5. Promover un abordaje nacional de la cuestión desde diferentes ángulos (por ejemplo, campañas del tipo “conoce tus derechos”, educación participativa, movilización social, interacción entre personas con VIH y audiencias clave, campañas mediáticas con personalidades célebres, apoyo legal a los afectados por el estigma y la discriminación, etc.).
  6. Facilitar la aplicación a gran escala de programas eficaces.
  7. Promover y facilitar la evaluación de los programas y de las investigaciones en curso.

Imagen: Los idiomas de la discriminación 2Entre las diversas iniciativas internacionales emprendidas en pro del respeto de los derechos humanos de las personas afectadas por el VIH, merece la pena destacar una resolución aprobada el pasado 20 de noviembre por el Parlamento Europeo sobre diagnóstico y tratamiento precoces del VIH. Entre otros aspectos, la resolución urgía a los veintisiete países miembros de la Unión a adoptar medidas para garantizar una prohibición efectiva y legal de la discriminación de las personas que viven con VIH/sida, incluidas las restricciones que afectan a su libertad de circulación.

Con 480 votos a favor, cuatro en contra y diez abstenciones, el texto de la resolución exige garantías para el respeto de la confidencialidad y la protección de los datos personales, tanto en los registros epidemiológicos como en la realización de las pruebas de VIH. Asimismo, el texto requiere que cualquier control futuro de los progresos realizados en la lucha contra la epidemia incorpore indicadores relativos a los derechos humanos.

A pesar de ser ésta una buena noticia, la Unión Europea puede y debe hacer mucho más. Por iniciativa de la organización británica National AIDS Trust, el mundo asociativo europeo del VIH ha solicitado a la Comisión Europea que incluya de manera expresa el virus de la inmunodeficiencia humana en la futura directiva sobre igualdad. En su actual borrador, la norma prohíbe la discriminación por edad, discapacidad, religión y orientación sexual, pero no contempla la protección de las personas seropositivas.

Sea como fuere, es preciso reconocer que la comunidad internacional aún se encuentra muy lejos de superar el estigma y la discriminación asociados al VIH. Incluso en la actualidad, a pesar de las denuncias de las organizaciones que trabajan por los derechos de las personas afectadas, numerosos países —entre los que se cuentan democracias avanzadas, como EEUU— siguen vetando o restringiendo el acceso a su territorio de los extranjeros que viven con el virus del sida.

Destacado de texto; Una nota de esperanza… Edwin Cameron

En otras regiones, donde la situación de los derechos humanos es todavía más complicada, la discriminación se halla consagrada no sólo en las prácticas cotidianas, sino también en la propia ley o en su aplicación.

En última instancia, el pleno reconocimiento de las personas con VIH pasa, como sostiene ONUSIDA, por acciones que superen “las desigualdades y los estereotipos de género, étnicos y sexuales, de los que tan a menudo se nutren el estigma y la discriminación relacionados con el VIH/sida”.

Referencias:

  • ONUSIDA (2007), Reducing HIV Stigma and Discrimination: a critical part of national AIDS programmes. Geneva: Joint United Nations Programme on HIV / AIDS.
  • ONUSIDA (2002). Marco conceptual y base para la acción: Estigma y discriminación relacionados con el VIH/sida.
  • Resolución del Parlamento Europeo, de 20 de noviembre de 2008, sobre el VIH/sida: Diagnóstico y tratamiento precoces.NAT. Call for EU-wide discrimination ban. 3 de julio de 2008.